Tamara Alcaraz

La psicología no sólo es mi trabajo, es una forma de crecer a nivel personal día a día.
Soy licenciada en psicología, especializada en dos áreas muy concretas, por un lado, terapias con niños, adolescentes y terapias familiares, especialmente con trastornos del desarrollo, TEA, parálisis cerebral, trastornos del lenguaje etc, y por otro lado con población con demencias, Alzheimer, Ictus, ELA, Esclerósis múltiple, etc. Durante mis años como psicóloga me he encontrado numerosos casos tanto de población infanto-juvenil como personas mayores o con enfermedades neurodegenerativas que tenían dificultades en la comunicación, lenguaje y habla. Esas dificultades tenían consecuencias devastadoras a nivel personal y social para aquellas personas que las padecían y sus familias: Somos seres sociables y comunicadores. Por ello busqué una formación que pudiese complementar con la psicología, así pues, me formé como Técnico superior en Mediación Comunicativa. Encontrando el complemento y la combinación perfecta con ambas profesiones.
Un Mediador comunicativo es el profesional especializado en la implantación de sistemas alternativos y aumentativos de la comunicación para aquellas personas que tienen dificultades en el acceso a la información y a la comunicación debido a un trastorno, enfermedad o accidente que provoca la imposibilidad de la producción del lenguaje o habla. Se crean materiales individualizados y personalizados, se adapta el entorno, se trabaja con las familias para enseñar los diferentes sistemas con los que poder comunicarse con su ser querido previniendo así muchas patologías secundarias producidas por la deficiencia comunicativa.
Se trabaja la estimulación cognitiva y sensorial, psicomotricidad, desarrollo de actividades de la vida diaria, conceptos utilizados en su día a día, etc.
Mi metodología consiste en una entrevista inicial, una evaluación individualizada, creación de material y terapia. En esta última es el momento de trabajar, de proponernos objetivos e ir alcanzándolos poco a poco, es hora de aprender, de mejorar, de adquirir herramientas y habilidades para mejorar nuestro bienestar emocional, cognitivo y social. También es importante el trabajo con la familia y/o personas cuidadoras, al igual que la adaptación del hogar familiar a las necesidades del menor, adolescente, persona con enfermedad neurodegenerativa o demencia.

Trabajo mediante la corriente cognitivo-conductual ya que el ser humano se compone de pensamientos (cognitiva), emociones y comportamientos (conductual), además de la parte biológica. Mediante técnicas abaladas científicamente podemos adquirir las herramientas necesarias para alcanzar el bienestar psicológico, tanto adultos, como niños y adolescentes.

Será un placer ayudarte a ti y a tu familia ¡Un saludo!