Mi nombre es Francisco Javier Córdoba Ollero, tengo 57 años, y voy a tratar de contar como ha sido mi experiencia co…n el tratamiento de células madre que me realizó el Doctor D. Andrés Llopis Mingo.
Venía padeciendo dolores de espalda, a finales del año 2019 fui al traumatólogo y me realizaron RSM, en la que se detecta un desgaste propio a mi edad, y algunas lesiones en LS4 y LS5, pero que no tienen relevancia suficiente como para llevar a cabo una intervención quirúrgica.
A primeros de abril empecé a tener unos dolores insoportables que incluso no me permitían apoyar la pierna derecha, porque era imposible dar un solo paso, teniendo incluso que ayudarme con algún tipo de bastón. Tanto es así que el día 9 de abril tuve que llamar a Urgencias para que me atendieran en mi domicilio, ya que, por la situación de pandemia, no era aconsejable ir a un centro hospitalario. Me pusieron inyecciones durante 6 días (creo que Enantyum), y en principio el dolor desapareció y pude moverme con cierta normalidad.
A primeros del mes de mayo vuelvo a tener dolores, por lo que acudo de nuevo el día 11 al traumatólogo, me manda radiografías y otra RSM. El 3 de junio vuelvo al traumatólogo otra vez con fuertes dolores. Valora de nuevo que la lesión que tengo no es para una intervención quirúrgica, y me propone realizar unas infiltraciones en la zona que me duele. El día 13 de junio me realizan las infiltraciones en el Hospital y en principio, parece que los dolores mejoran.
El día 22 de junio vuelven los dolores, por lo que me manda una RSM de las caderas para ver si tengo algún otro problema, y me vuelven a poner inyecciones. El día 13 de julio me diagnostican que padezco una necrosis avascular y me recomiendan que acuda a un médico especialista en caderas.
Como quiera que inicialmente me dijeron que probablemente necesitaría una prótesis y dado que en esos momentos tenía 56 años (por lo que me parecía muy agresiva esta posibilidad), decidí consultar con el doctor D. Andrés Llopis Mingo, con el que tengo una relación cordial ya que ha tratado a varios miembros de mi familia, con resultados muy satisfactorios.
El día 15 de julio, el doctor Llopis valoró el alcance de mi lesión, y me informó sobre un tratamiento que estaba dando muy buenos resultados para varios tipos de lesiones, y que, bajo su punto de vista, podría ser idóneo para tatar la necrosis que padezco. En concreto se trata de un tratamiento con células madre, detallándome en qué consistía y en la forma de realizarlo.
Una vez que recopilé toda la información al día siguiente y al estar dispuesto a someterme a ese tratamiento, hice todas las gestiones habidas y por haber para realizarlo cuanto antes. Como he dicho, estábamos en el mes de julio, cercanas las vacaciones de verano y yo con unas molestias que algunos días eran insufribles. Pero gracias a la voluntad de todos, conseguimos que el 21 me realicen el tratamiento.
Después de toda esta historia, ¿Cuál ha sido el resultado?
Pues bien, en los primeros días el dolor casi desapareció y poco a poco empecé a hacer una vida casi normal con paseos diarios de 1 hora, pero como se viene diciendo en España, a paso de legionario, tratando de incrementar cada día más la intensidad. Hasta el día de hoy, sigo haciéndolo y aunque en alguna ocasión siento alguna ligera molestia en la zona, nada que no se pueda soportar; pero lo más importante, es que no me ha vuelto a dar ninguna crisis como las que sufrí.
Suelo montar en moto y hacer rutas cuando el tiempo lo permite, y la única molestia es al levantar la pierna al subirme, pero como digo, se trata de pequeños dolores momentáneos y soportables.
Cuando más molestias tengo es al levantarme de la cama, y cuando llevo algún tiempo sentado, pero apenas en cuando me muevo un poco, desaparecen.
En definitiva, estoy contento con el resultado del tratamiento, me lo volvería a hacer en la misma situación, y aunque lógicamente no es que esté como si no hubiera tenido nada, sí me encuentro en situación de hacer una vida normal, con ligeras molestias, pero soportables. Es más, incluso he dejado de tomar ningún tipo de medicación para los dolores, cosa que antes hacía con cierta periodicidad.
El día 5 de febrero de 2021 me han realizado una nueva RMG y de los resultados se desprende que, radiológicamente hablando, no se observa cambio alguno, y, por tanto, la lesión no ha ido a más.
En definitiva, desde que me sometí al tratamiento de células madre no he vuelto a tener ningún episodio de dolor intenso que me imposibilite no sólo andar, sino el poder mantenerme casi en pie. Desde entonces hago una vida normal, dando caminatas a buen paso y notando en ocasiones ligeras molestias que se pasan con el movimiento.
Ahora toca esperar a ver cómo va evolucionando todo, pero en principio, no me arrepiento de haberme sometido a este tratamiento.
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