Cristina del Canto Jiménez

Esquizofrenia

Psicoeducación y terapia para el manejo de síntomas. La psicoeducación ayuda a entender mejor lo que nos está ocurriendo, lo cual permite un mejor manejo. En personas con diagnóstico de esquizofrenia también se puede intervenir mediante técnicas psicológicas para el manejo de los síntomas característicos, así como para el manejo emocional y de ansiedad.

Psicoterapia grupal

El formato grupal permite compartir dificultades y estrategias para manejarlas, lo cual facilita enormemente el aprendizaje. Acudir a un grupo no significa tener que compartir información íntima, cada uno decide qué quiere contar y cuándo. La terapia grupal es compatible con la individual, en la que podrás tratar aspectos más específicos sobre tu caso.

Terapia con EMDR

La psicoterapia EMDR se centra en el análisis de la historia de aprendizaje (crianza, relaciones con iguales, eventos relevantes...) de la persona desde edades tempranas hasta llegar a una explicación sobre cómo están influyendo en los problemas actuales. El tratamiento consiste en "reprocesar" aquellas experiencias en las que está la raíz del problema actual, mediante estimulación bilateral con diversos métodos (movimientos oculares, pequeños golpecitos en las manos...) que da como resultado una nueva visión de aquellos eventos de tal forma que su influencia negativa sobre el presente se mitiga progresivamente.

Estrés

Las situaciones estresantes son aquellas que superan nuestra capacidad en ese momento para resolverla o afrontarla. Es algo que a todos nos puede ocurrir y se manifiesta con inquietud, preocupación, dificultad para dejar ese tema de lado, irritabilidad, dificultades para dormir... son reacciones normales ante eventos del día a día. Si observas que ya está afectando a tu vida diaria (trabajo, relaciones familiares, ocio...) y que pierdes el interés por hacer cosas que son habituales para tí, quizás debas plantearte acudir a un profesional.

Fobias

Llamamos fobia a un miedo intenso a determinadas situaciones. Normalmente la persona reconoce que la situación no es peligrosa y no tiene motivos para tener miedo, pero inevitablemente lo siente e intenta evitar ese tipo de situaciones, lo cual puede producir limitaciones en su día a día. La terapia consiste en valorar cómo está funcionando ese miedo y cómo afecta a la vida de la persona. En función del caso se aplican diferentes técnicas terapéuticas para reducir progresivamente la intensidad del miedo y su interferencia en el día a día.