Se considera anemia cuando se detecta una disminución de los eritrocitos sanguíneos, representada en la analítica como un descenso de la hemoglobina. Existen varios tipos de anemia, debidas a múltiples causas.El paciente anémico suele presentar fatiga, palidez de piel y mucosas así como taquicardia (frecuencia cardíaca acelerada).
El tratamiento debe orientarse dependiendo del tipo de anemia que se padece, pudiendo llegar a requerir transfusiones sanguíneas. Ante una anemia severa, la ausencia de células transportadoras de oxígeno puede llevar a episodios de isquemia de los tejidos.