La dermatitis atópica es un problema frecuente en la etapa infantil. Se trata de una respuesta inflamatoria de la piel ante multitud de factores. Durante la etapa de crecimiento y formación del cuerpo, la piel es más delicada ya que se está madurando la respuesta inmune.
Una vez pasada dicha etapa (tras finalizar la adolescencia) puede desaparecer o persistir durante toda la vida. Incluso puede asociarse a un problema de alergia respiratoria. Las causas que pueden desencadenar una dermatitis son diversas: por una infección, una situación de estrés, una alergia alimentaria, etc.
La climatología también puede ser un factor. Por ejemplo, la ropa de invierno favorece la aparición de picor intenso y rojeces, provocando malestar e incluso problemas de relación social. Por el contrario, exponer la piel al aire libre y al sol (de forma moderada) es recomendable.