Se conoce como eccema a las erupciones prurigionas y descamativas de la piel que se producen por una reacción crónica de hipersensibilidad de la piel. El prurito provoca que se produzcan lesiones por rascado y que la piel se vuelva gruesa y áspera. El diagnóstico se puede realizar con la mera observación de la piel, aunque en ocasiones se requiere de una biopsia cutánea. Es aconsejable evitar las sustancias irritantes y emplear tratamientos para disminuir la inflamación y el prurito. Ante la presencia de eccema será aconsejable investigar la presencia de otras alergias.