El insomnio es un trastorno que se caracteriza por la incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante un período de tiempo. Esto puede causar fatiga crónica que afecta negativamente a nuestra vida cotidiana. Dicho esto, es importante tener en cuenta que casi todo el mundo tiene problemas para dormir en un momento u otro de su vida. El estrés, la depresión y la preocupación son bien conocidos como causas de insomnio. La enfermedad es otra causa posible, sobre todo si hay dolor o incomodidad. Las fases del sueño se componen de 5, cuyo periodo de sueño profundo y reparador se produce en las fases 3 y 4. El que sufre de insomnio no consigue llegar a la fase 3. Existen dos clases de insomnio: el insomnio de conciliación o insomnio inicial (dificultad para quedarse dormido) y el insomnio de mantenimiento del sueño (despertares frecuentes, estados de vigilia y sueño ligero). Las causas se describen como insomnio primario e insomnio secundario. El primario se atribuye a mecanismos fisiopatológicos subyacentes (problemas cardíacos, metabólicos,etc) y el secundario a factores externos (alcohol, cafeína, drogas, estrés, artritis). El tratamiento puede incluir medicación (antihistamínicos como doxilamina y difenhidramina, suplementos naturales como valeriana y melatonina) y terapias de control y cambios de conducta (técnicas de relajación y terapia cognitiva conductual).