Existen 4 tipos de "mareos": presíncope, desequilibrio, vértigo y mareo inespecífico. El presíncope es la sensación inminente al desmayo o pérdida de conciencia. El desequilibrio es la pérdida repentina del equilibrio y sensación de debilidad debido a causas neuronales, visuales o músculo-esqueléticas. El vértigo es una sensación similar al del mareo pero producida por una impresión fuerte, relacionado con trastornos del oído y lesiones del tronco cervical. En cambio, el mareo inespecífico se denomina así porque no hace referencia a una patología médica clara. Suele ir asociado a niveles bajos de azúcar en sangre o hipoglucemia (diabetes, bajo peso, consumo de alcohol, anemia), trastornos cardiovasculares (insuficiencia cardiaca, renal o hepática) o efectos adversos de medicamentos.