Se llama prolapso uterino a la caída o deslizamiento del útero desde su posición normal en la cavidad pélvica dentro de la vagina, ocasionando, a veces, una sensación de opresión y mucha incomodidad. Suele presentarse tras el parto, como consecuencia del proceso normal de envejecimiento, al levantar objetos pesados de manera continuada y a causa de ligamentos y músculos genéticamente débiles. Los síntomas del prolapso uterino son Los síntomas, son dolor pélvico, sensación de pesadez, dolor en la parte baja de la espalda, malestar general, incomodidad, dolor durante la relación sexual y pérdidas involuntarias de orina. Si se trata de un prolapso severo, se puede sentir el útero como si fuera un bulto grande dentro de la vagina, o incluso llegarse a ver desde afuera. El diagnóstico se establece cuando el médico realiza un examen de exploración físico, un ultrasonido y quizá una tomografía o resonancia magnética, para ver la severidad del caso. Si la causa del prolapso es un tumor , hecho poco frecuente, se puede notar una masa en el examen pélvico. Un prolapso uterino se puede tratar con un pesario vaginal o con cirugía. Un pesario vaginal es un objeto que se introduce en la vagina para sostener el útero en su lugar y se puede utilizar como forma de tratamiento temporal o permanente. Los pesarios vaginales se ajustan para cada mujer en forma individualizada. Respecto a los tratamientos quirúrgicos, se pueden llevar a cabo sin extirpar el útero, como la colpopexia sacra, proceso por el cual se utiliza una malla quirúrgica para sostener el útero.