La rosácea es una afección crónica de la piel que consiste en la inflamación de la nariz, la barbilla, las mejillas, la frente o los párpados, y que puede aparecer como enrojecimiento, vasos sanguíneos prominentes similares a una araña, inflamación o erupciones en la piel en ocasiones parecidas al acné. En algunas personas, la piel de la nariz se enrojece y engrosa, esto se conoce como rinofima. También puede afectar los ojos, irritando e inflamando los párpados y la parte blanca dentro del ojo (esclerótica) derivando en una conjuntivitis.

La rosacea no es una enfermedad grave, pero acompaña la vida con periodos de más y menos intensidad. El tipo de medicamento prescrito dependerá de la apariencia de su piel. El tratamiento por lo general es óptimo para mejorar los granos y abultamientos de la rosácea. Lo más difícil de tratar es el enrojecimiento de la piel. Los medicamentos que se usan para tratar la rosácea incluyen antibióticos, que se pueden ingerir en pastillas o aplicar sobre la piel. Su médico le puede recomendar un antibiótico oral para comenzar, y a continuación, un gel o crema con antibiótico llamado metronidazol.