Hace 2 meses sufí una fractura trabecular en platillo tibial externo y región de carga anterior del

Buenas, la lesión que ha sufrido es importante, de ahí su inflamación. Un edema óseo puede mantener en proceso inflamatorio aproximadamente 6 meses. Le aconsejo que consulte con su MAP para valorar alguna medicación, y, si lo ven oportuno infiltración, pero personalmente dejaría que la recuperación siguiera su curso natural. Espero haberle sido de ayuda, un saludo. JA2

Nos falta información, pero imaginamos que o bien has estado con inmovilización o controlando la carga de la extremidad con muletas. A partir de ahí, el alcance de tu edema oseo y la reabsorción de este es importante por el dolor intermitente que aun puedes presentar. El menisco siempre y cuando no provoque, bloqueo, dolor e inflamación, podemos ser asintomáticos aún con ese diagnóstico. A veces el control de la inflamación pasa por darle información correcta al tejido, mediante ejercicio terapéutico. Imagina que tu rodilla, sufrió un truamatismo y ahora debe de soportar las cargas, generará inflamación porque no se siente preparada, es la forma natural que tiene el cuerpo de avisarnos. Por lo tanto, valorar tu situación clínica actual para tomar buenas decisiones.

Una fractura trabecular con edema óseo y condropatía es una lesión compleja y la recuperación puede ser lenta, incluso de varios meses. La inflamación persistente en este tiempo es bastante habitual.

- Qué tener en cuenta ahora mismo: Lo más importante es controlar la carga: aunque a veces se permite apoyo parcial, en casos de edema óseo marcado puede ser necesario limitar más el impacto hasta que el hueso consolide.

Los tiempos de consolidación de una fractura trabecular y la resolución del edema óseo suelen rondar entre 3 y 6 meses.

El dolor e inflamación mantenida no significa necesariamente que el tratamiento no funcione, sino que tu cuerpo aún está en proceso de reparación.

- Tratamientos que ayudan en esta fase:

-Fisioterapia específica: drenaje, técnicas manuales, movilización suave y, progresivamente, ejercicios de fortalecimiento sin impacto.

-Magnetoterapia: suele estar indicada en fracturas y edemas óseos, pero los resultados son lentos.

-Ejercicio terapéutico guiado: muy importante para recuperar movilidad, fuerza y función, siempre adaptado a la fase de cicatrización.

-Medidas locales: crioterapia controlada tras la actividad, elevación de la pierna y vendaje compresivo si hay mucho edema.

- Sobre las infiltraciones: En el caso de condropatía y degeneración meniscal, las infiltraciones pueden estar indicadas en algunos pacientes. Hay varias opciones (ácido hialurónico, PRP, corticoides…), pero la elección depende de la exploración clínica y la valoración del traumatólogo.

Lo ideal es que consultes con tu especialista en traumatología para valorar si en tu caso tendría sentido una infiltración y cuál sería la más adecuada.

Mi recomendación final: mantén el seguimiento estrecho con tu traumatólogo y combina la fisioterapia con un programa de ejercicios pautados. Ten en cuenta que este tipo de lesiones requieren paciencia, porque la evolución es más lenta que la de una fractura “clásica”.