hace un año me mandaraon velafaxcina, tome solo 7 pastillas, una al día, se me empezaron a dormir la

Es completamente comprensible que tengas dudas y preocupaciones después de tu experiencia con la medicación. La sensación de adormecimiento en las manos que mencionas podría ser un efecto secundario, ya que este tipo de medicamentos pueden influir en el sistema nervioso y provocar síntomas como hormigueo o entumecimiento. Sin embargo, cada persona reacciona de manera diferente, y estos efectos suelen depender de factores como la dosis, la sensibilidad individual y otros factores de salud.

Lo más importante es que no estás sola/o en esto. Si la ansiedad ha vuelto a afectarte, te recomendaría hablar con tu médico o psiquiatra antes de retomar cualquier medicación. Ellos pueden ajustar el tratamiento, valorar otras opciones o encontrar la mejor alternativa para ti.

Además, sería útil contar con el apoyo de un/a psicólogo/a, especialmente si sientes miedo a tomar la medicación. A veces, la ansiedad nos lleva a anticipar lo peor, pero este miedo se puede trabajar de manera progresiva y acompañada. Existen estrategias terapéuticas que pueden ayudarte a gestionar la ansiedad sin depender únicamente de la medicación.

Lo más importante es que no afrontes este proceso sola/o. Estoy aquí para acompañarte si lo deseas, o puedes buscar un profesional con quien te sientas cómoda/o y que se alinee con tus valores. Mucho ánimo en tu búsqueda. :)

Hola
Le has preguntado a tu médico si es un efecto secundario de la Venlafaxina.
Es importante consultarlo con tu médico antes de abandonar el tratamiento y quedarte sin nada.
Estás cubierta con algún tratamiento psicológico?

Es normal que tras una experiencia negativa con un fármaco aparezca miedo o reticencia a volver a tomar algo. Te animo a comenzar un proceso de terapia centrado en la gestion de la ansiedad para no sólo trabajar el síntoma (que es lo que hace la medicación y la psicoterapia) sino también lo que genera la aparición de este malestar. Un saludo

Sí, la venlafaxina (un antidepresivo inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina, utilizado para tratar la ansiedad y la depresión) puede causar efectos secundarios, y la sensación de entumecimiento o adormecimiento en las manos es uno de los posibles síntomas, aunque no es muy común. Este efecto puede deberse a cómo la venlafaxina afecta el sistema nervioso, alterando la transmisión de señales.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que:
• Este síntoma suele desaparecer cuando el cuerpo se adapta al medicamento, generalmente después de unos días o semanas.
• Si el adormecimiento fue muy intenso o persistente, es recomendable comentarlo con tu médico antes de volver a tomarlo. Puede ajustar la dosis o considerar otro tratamiento más adecuado para ti.

Si la ansiedad ha vuelto y te preocupa retomar la medicación, habla abiertamente con tu médico para valorar otras opciones. También existen técnicas de manejo de la ansiedad, como la respiración consciente, la meditación o la terapia cognitivo-conductual, que pueden ayudarte a sentirte mejor de forma complementaria o incluso sin necesidad de medicación.

Lo importante es que no enfrentes la ansiedad solo. Pide ayuda profesional para encontrar la mejor solución para ti.

Cuando una medicación psiquiátrica sienta mal o provoca sintomatología "extraña" hay que volver al médico que nos atendió y comentarle todo lo que nos pasa con las pastillas. El profesional valorará si la medicación ha de cambiarse por otra que siente mejor o los síntomas irán remitiendo a medida que pase el tiempo y se tome la medicación. Estas medicaciones a veces tienen sintomatología asociada indeseable que después de un tiempo, remite.

Lo mejor en este caso es volver a tu psiquiatra, para cambiar dosificación o pastillas y, como segunda medida no sin ser importante, el consultar con ayuda psicológica. Ambas combinadas te haran manejar los sintomas con El tiempo.

El comportamiento de evitar la medicación después de una experiencia aversiva previa es completamente comprensible desde un análisis conductual. Tu sistema nervioso aprendió a asociar la venlafaxina con una sensación desagradable (adormecimiento de las manos), lo que ahora genera evitación y miedo ante la posibilidad de repetir esa experiencia.

Es posible que la sensación que experimentaste fuera un efecto secundario de la medicación, pero también hay que considerar que la ansiedad misma puede producir síntomas físicos similares, como hormigueo o entumecimiento. En cualquier caso, lo más adecuado sería hablar con un profesional de la salud para evaluar otras opciones o ajustar la dosis según sea necesario.

El miedo a tomar la medicación es una respuesta condicionada que busca protegerte de una experiencia negativa pasada. Sin embargo, si la ansiedad está interfiriendo en tu vida, es importante analizar si evitar el tratamiento está manteniendo el problema o si hay otras estrategias que puedas usar junto con tu médico para manejarlo de manera efectiva.

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Entiendo tu preocupación. Aunque la venlafaxina es un fármaco eficaz para la ansiedad y la depresión, puede tener efectos secundarios, especialmente en las primeras semanas de uso. Como tu me explicas, algunas personas tienen sensaciones como hormigueo o adormecimiento, que en la mayoría de los casos son transitorias y desaparecen al ajustar la dosis o simplemente con el paso tiempo. Sin embargo, también es posible que estos síntomas tengan otro origen, como la misma ansiedad, deficiencias vitamínicas o problemas circulatorios, por lo que lo más recomendable sería comentarlo con tu médico para que valore tu caso de forma individualizada.

El miedo a retomar la medicación es totalmente comprensible, sobre todo si tuviste una mala experiencia previa. Pero es importante recordar que las pastillas no son la única solución ni el único camino para mejorar. En terapia podemos trabajar la ansiedad desde la raíz, dándote herramientas para gestionarla sin depender únicamente de la medicación.

Si sientes que la ansiedad está volviendo a afectar tu bienestar, te animo a que busquemos estrategias adaptadas a ti. No tienes por qué pasar por esto a solas.

Sí, lo que describes podría haber sido un efecto secundario de la venlafaxina, aunque no es el más común. Esta medicación, que se usa para la ansiedad y la depresión, puede causar parestesias (sensación de adormecimiento u hormigueo en manos y pies) en algunas personas, sobre todo al inicio del tratamiento o si hay una sensibilidad particular a la sustancia.

Si tienes miedo de volver a tomarla, lo mejor es hablar con tu médico antes de retomarla. Puedes preguntarle si hay alternativas con menos efectos secundarios para ti o si es posible iniciar con una dosis más baja y ajustarla gradualmente. También existen estrategias psicológicas muy eficaces para tratar la ansiedad sin medicación o combinadas con fármacos según cada caso.

Si sientes que la ansiedad te está afectando mucho en tu día a día y necesitas ayuda para manejarla, podemos trabajarlo en terapia. Si te interesa, podemos hacerlo a través de Doctoralia.es.

¡Buenos días!
Te recomiendo que acudas a tu médico o psiquiatra para que te pueda ayudar y que podáis valorar esos síntomas secundarios. Muchas gracias y un seguro.

Para el tratamiento de la ansiedad la primera opción es la terapia, ya sea cognitiva conductual o cualquier otra con la que te sientas cómodo. La ultima opción debe ser la medicación en solitario. En el caso de tomarla siempre debe ser bajo supervisión de un psiquiatra (el cuál revisa los efectos secundarios que pueda estar teniendo en ti y si es necesaria una modificación o ajuste de la misma) y esta debe recibirse de manera conjunta con terapia. La medicación debe ser temporal con un inicio y una retirada progresiva. Te pongo un ejemplo: si una persona siente mucha ansiedad por el trabajo (pensamientos relacionados con el trabajo), por los hijos (pensamientos relacionados con la crianza, el colegio...) y las tareas del hogar (la otra parte de la pareja no se implica), ¿la medicación hace que desaparezcan todos estos estímulos ansiógenos?

Como psicóloga de rama clínica con habilitación sanitaria, entiendo perfectamente tu miedo y la inquietud que sientes. Es completamente normal que te preocupes, sobre todo después de una experiencia tan desagradable.

Es importante que sepas que el adormecimiento o parestesia en las manos es uno de los efectos secundarios que se han reportado con el uso de la venlafaxina, especialmente al inicio del tratamiento. Es una respuesta de tu cuerpo al medicamento mientras se acostumbra a él. Sin embargo, no a todo el mundo le ocurre, y el hecho de que te haya sucedido no significa que la venlafaxina sea peligrosa para ti, sino que tu cuerpo reaccionó de esa manera particular.

¿Por qué ocurre este síntoma?
La venlafaxina es un antidepresivo que actúa sobre la serotonina y la noradrenalina, dos neurotransmisores clave en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. Estos neurotransmisores no solo afectan a tu cerebro, sino también a otras partes de tu sistema nervioso. A veces, al ajustar sus niveles, pueden provocar sensaciones físicas temporales como hormigueo, adormecimiento o mareo.

El hecho de que te ocurriera de forma "bestial" y después de solo siete pastillas es una señal de que tu sistema nervioso es muy sensible al medicamento. Al dejar de tomarlo, estos síntomas desaparecieron, lo que confirma que estaban directamente relacionados con la venlafaxina.

¿Qué hacer ahora?
Habla con tu médico o psiquiatra: Es crucial que le cuentes exactamente lo que te pasó. No intentes tomar de nuevo el mismo medicamento sin su supervisión. Tu médico puede ajustar la dosis para empezar de forma mucho más gradual o, si lo considera necesario, cambiar a otro antidepresivo con un perfil de efectos secundarios diferente.

No te fíes solo de los medicamentos: Los fármacos son una herramienta muy útil para la ansiedad, pero no la única. La terapia psicológica, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), te proporcionará herramientas para manejar los pensamientos y las sensaciones físicas que te genera la ansiedad, lo que te ayudará a sentirte con más control sobre lo que te está pasando.

No te des por vencido: El hecho de que un medicamento no te haya funcionado bien al principio no significa que todos sean iguales o que no haya una solución para ti. Hay muchos tipos de tratamientos, y encontrar el adecuado a veces requiere un poco de paciencia.

El miedo es una respuesta lógica, pero no dejes que te impida buscar la ayuda que necesitas. Tu bienestar es lo más importante.