Hola mi hija le recetaron vitamina b12 porque tubo dengue y las piernas se le doblan al caminar ya t

Buenos dias,
Primero, es fundamental saber que el dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que puede causar una amplia variedad de síntomas, desde fiebre y dolores articulares hasta síntomas más graves en casos de dengue hemorrágico. Después de la recuperación de un episodio de dengue, algunas personas experimentan síntomas persistentes como fatiga, debilidad y problemas articulares.

La administración de vitamina B12 puede ser indicada para tratar la anemia megaloblástica, que es un tipo de anemia en la cual los glóbulos rojos son más grandes de lo normal y puede ser causada por una deficiencia de vitamina B12. Sin embargo, la relación directa entre la vitamina B12 y la recuperación de los síntomas post-dengue no está claramente establecida.

Las inyecciones de vitamina B12 generalmente comienzan a hacer efecto dentro de las 48-72 horas posteriores a su administración, especialmente si la causa subyacente de los síntomas es una deficiencia de B12. Sin embargo, en función de la gravedad de la deficiencia, puede llevar varias semanas o incluso meses antes de que los pacientes sientan una mejora total.
Si la vitamina B12 fue recetada debido a una deficiencia confirmada y aún no ves mejoría, podrías considerar:
a. Revisar el nivel de vitamina B12: Podría ser útil hacer análisis de sangre para verificar el nivel de B12 después del tratamiento, para asegurarte de que la deficiencia ha sido corregida.
b. Otros suplementos y medicamentos: Si se sospecha que la debilidad y fatiga son consecuencias del dengue, otras opciones incluyen suplementos como el hierro, la vitamina D y el magnesio, que también pueden ayudar en la recuperación y fortalecimiento general. En algunos casos, medicamentos como los analgésicos y antiinflamatorios pueden ser útiles para aliviar el dolor y la inflamación.
c. Rehabilitación: La fisioterapia puede ser útil para ayudar a recuperar la fuerza y la movilidad.
d. Monitorización y seguimiento: Es crucial mantener una comunicación estrecha con el médico que atiende a tu hija y observar cualquier cambio o evolución en su condición.
Si bien estos son consejos generales, te recomendaría que si la situación no mejora o empeora, busques una segunda opinión médica. Es posible que un especialista en enfermedades infecciosas o un neurólogo pueda ofrecer una perspectiva adicional sobre el caso. Es fundamental garantizar un seguimiento adecuado y personalizado. ¡Mucho ánimo y espero que tu hija se recupere pronto!