La pérdida de mi padre hace 15 despertó en mi un miedo horrible, me siento con mucha angustia en el

Lamento mucho que estés pasando por esto. Es completamente válido sentirte así después de una pérdida tan significativa, especialmente si esa ausencia sigue pesando en tu vida. La tristeza y la angustia pueden volverse abrumadoras, pero no estás solo en esto.

Es importante que te permitas sentir, pero también que poco a poco busques formas de aliviar esa carga. Si las actividades diarias se han vuelto difíciles, intenta dar pequeños pasos: quizás solo lavar un plato, preparar algo sencillo de comer o salir un momento al aire fresco. No necesitas hacerlo todo de golpe, pero esos pequeños esfuerzos pueden ayudarte a recuperar algo de estabilidad.

Si sientes que la tristeza y la angustia están afectando demasiado tu día a día, hablar con un profesional puede ser un gran apoyo y ayudarte a gestionar estas emociones. No tienes que cargar con todo solo.
saludos y mucho animo
Alejandro

Siento mucho tu pérdida. Y agradezco enormemente tu comentario porque parece que lo tienes muy identificado y eso ya es algo muy positivo para comenzar a trabajar en terapia. Es frecuente que la pérdida de un ser querido nos active miedos y angustia, el punto de inflexión para comenzar terapia comienza cuando te afecta e interfiere en tu día a día, como parece que está ocurriendo en tu caso. La tristeza es una emoción muy vinculada a lo que es importante para nosotros y hay que transitarla pero sin dejar que nos hunda ni nos arrastre, hay que saber navegarla y ahí es donde entramos los psicólogos. Te animo a pedir ayuda a un profesional que pueda acompañarte a transitar esta pérdida. Espero haber arrojado un poquito de luz a tus cuestiones. Un abrazo

Perder a un padre es una de las experiencias más difíciles, y es natural sentirte abrumada por la tristeza y la falta de energía. El duelo puede afectar no solo tus emociones, sino también tu cuerpo y tus rutinas diarias. Es normal que sientas ese peso en el pecho y la necesidad de aislarte, pero poco a poco puedes encontrar formas de aliviar el dolor, como permitirte expresar lo que sientes, buscar apoyo en tus seres queridos y cuidar de ti, aunque sea con pequeños pasos. Si sientes que la angustia es muy intensa y persistente, podemos abordarlo en consulta para acompañarte en este proceso. No estás sola.

Lamento mucho tu pérdida. Lo que describes es un proceso de duelo profundo, y es completamente normal sentirte así cuando pierdes a alguien tan importante. La tristeza, la angustia y la falta de energía son señales de que estás atravesando un momento difícil, y es válido que necesites tiempo para adaptarte a esta nueva realidad sin tu padre.

Es comprensible que te cueste realizar tareas diarias, pero trata de ser amable contigo mismo/a. Si hoy solo puedes hacer una cosa pequeña, está bien. Paso a paso, sin exigirte demasiado. También sería importante que busques apoyo, ya sea en alguien de confianza o en un profesional que pueda acompañarte en este proceso.

No tienes que cargar con este dolor solo/a. Permítete sentir, pero también permítete recibir ayuda. Tu papá sigue siendo parte de ti, y poco a poco encontrarás formas de honrar su memoria sin que el dolor te paralice.

Lo primero la exploración de un psiquiatra puede ayudar a rebajar las sensaciones de ansiedad para valorar si es conveniente suministrar algún tipo de medicación que calme las sensaciones del cuerpo. De forma complementaria un proceso de terapia ayudaría ir viendo con qué podría estar relacionada esa sensación de ansiedad lo que en sí mismo produce una sensación de calma. Creo que sería muy beneficioso iniciar un proceso de terapia. Cualquier cosa, me puedes contactar

Perder a un padre puede ser una de las experiencias más dolorosa y compleja de afrontar. La tristeza, la rabia, la dificultad para llevar a cabo tareas de la vida cotidiana y síntomas y emociones como las que comentas, son muy habituales durante el duelo. Es un proceso lento y con altibajos, que requiere recolocar emocionalmente a la persona que hemos perdido, pero que con apoyo y tiempo, suele ir disminuyendo el dolor y el malestar. Cada persona vive este proceso de manera única y, no hay una forma correcta de afrontarlo aunque sabemos que es importante para la recuperación permitirse sentir, expresar el dolor y buscar apoyo en tus personas de confianza o incluso profesionales. Es un momento vulnerable donde es importante sentirse acompañada y comprendida.

Lamento mucho la pérdida de tu padre y lo difícil que está siendo este momento para ti. Perder a alguien tan querido puede hacer que el mundo parezca un lugar más pesado, y lo que describes—esa angustia, la falta de ganas para hacer cosas cotidianas, esa sensación de que el día se hace interminable—es completamente comprensible.
A veces, el dolor nos deja sin energía, como si todo costara el doble. No significa que estés fallando ni que debas forzarte a sentirte mejor de inmediato. Es importante que puedas darte permiso para vivir tu duelo a tu propio ritmo, sin juzgarte por ello.
Si sientes que el peso de esta tristeza es demasiado, quiero que sepas que hay maneras de atravesarlo con apoyo. No tienes que cargar con esto solo. Hablar con alguien que pueda acompañarte en este proceso, ya sea un ser querido o un profesional, puede ayudarte a encontrar alivio poco a poco.
Un pequeño paso que podrías probar es elegir una tarea sencilla al día, algo pequeño, sin exigirte más de lo que puedas. A veces, esos gestos mínimos pueden ayudarte a reconectar poco a poco . Lo que sientes es válido, y mereces cuidado y comprensión en este momento tan difícil.

Cuando perdemos aun ser querido, es completamente natural que la partida de un ser querido, especialmente un padre, despierte emociones intensas como angustia, tristeza y desesperanza. El duelo no es un proceso lineal, y cada persona lo vive de manera diferente. Lo que describes—falta de energía, dificultad para realizar actividades diarias y el deseo de permanecer en cama—son signos de un duelo profundo. No te juzgues por sentirte así; es una respuesta humana a una pérdida significativa.

Esa sensación de alivio al final del día puede estar relacionada con la disminución de a carga mental tras horas de sobrellevar el dolor. Es un indicio de que, a pesar de lo difícil que parece, tu cuerpo y mente buscan equilibrio. Te invito aplicar la estrategia de establecer pequeñas rutinas diarias que te ayuden a recuperar cierta estructura, sin exigirte demasiado. Empieza con metas mínimas, como levantarte y tomar un vaso de agua, abrir una ventana o escuchar música relajante. Pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia en tu proceso de recuperación.

Cuando estamos de duelo podemos vivirlo como momento para conectar con el recuerdo de nuestro ser querido de una manera que te fortalezca en lugar de paralizarte. Puedes honrarlo escribiéndole una carta, recordando momentos felices o encontrando una actividad que él disfrutaba y hacerla en su honor. No se trata de “superarlo” rápidamente, sino de integrar su ausencia en tu vida de una manera que te permita seguir adelante sin sentir que lo estás dejando atrás.

Cuando sentimos que el dolor es abrumador y está interfiriendo gravemente con tu bienestar, es recomendable buscar apoyo profesional. Desde nuestra visión terapéutica consideramos que en duelo se puede ayudarte a procesar estas emociones y brindarte herramientas para manejarlas. Además, apoyarte en amigos o familiares puede ser un alivio, aunque solo sea para hablar o compartir momentos de compañía. No estás solo en esto; tu dolor es válido, y con el tiempo y el apoyo adecuado, encontrarás la manera de seguir adelante con amor y fortaleza preguntas z acompañamiento con gusto.

Un saludo, y recuerda …

"La vida no termina, solo cambia de forma; seguimos existiendo en el amor y los recuerdos de quienes nos llevan en el corazón. R.a..

Lamento profundamente la pérdida de tu padre y comprendo lo difícil que debe ser enfrentarte a este dolor tan grande. El duelo es un proceso emocional muy complejo, y cada persona lo vive de forma distinta. Es completamente normal sentirte abrumada y con poca motivación para realizar actividades cotidianas. Estos sentimientos son una respuesta natural a la ausencia de alguien tan importante en tu vida.

La tristeza y el vacío que experimentas pueden ser señales de que necesitas darte tiempo y espacio para procesar esta pérdida, pero también es importante no aislarte completamente. Hablar con personas cercanas, como amigos, familiares o incluso un terapeuta, puede ayudarte a compartir tu dolor y aliviar un poco esa carga emocional. Aunque sientas que nada puede consolarte ahora, expresar tus emociones y verbalizar lo que sientes puede ser un primer paso para encontrar algo de alivio.

Respecto a que notes cierta mejoría durante la tarde o al final del día, podría indicar que tu cuerpo y mente buscan una forma de autorregulación. Intenta aprovechar esos momentos de mayor estabilidad para realizar pequeños actos de autocuidado, como comer algo nutritivo, dar un paseo corto o simplemente respirar profundamente. No tienes que hacerlo todo de golpe; pequeñas acciones pueden marcar la diferencia.

Si sientes que esta tristeza y falta de energía te están desbordando y persisten con el tiempo, puede ser una señal de que necesitas ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta especializado en procesos de duelo puede ofrecerte herramientas para afrontar este momento tan difícil, ayudándote a encontrar maneras de reconectar contigo misma y con la vida, aunque ahora parezca imposible.

Por último, recuerda que no hay un tiempo exacto para superar una pérdida, y el duelo no es lineal. Habrá días más difíciles que otros, y está bien sentir lo que sientes. Sé amable contigo misma y compasiva en este proceso; aceptando cada emoción y dándote el permiso de sanar a tu ritmo.

El dolor por una pérdida puede ser muy profundo, estate tranquil@. Cada día que consigas avanzar aunque sea un poco más ya supone un logro. No te exijas y tómate tu tiempo. Si puedes haz cosas aunque no te apetezcan, y aunque esa tristeza siga contigo, trata, siempre que puedas de tratarte bien, sé paciente no hay prisa.

Es lo que se llama un duelo no elaborado. Cada día escribe una página de recuerdo y homenaje hacia él. Trata de escribir lo que más añoras a la vez que escribes algo bonito que compartisteis. También debes concluir o hacer algo que a él le hubiera gustado o un favor que te hubiera pedido que implique a ser posible a terceras personas. Cuando creas que se acerca el final de tus escritos con recuerdos y homenaje diarios piensa dónde vas a depositarlos. Te aconsejo que sea cerca de algo de él. En ese cierre sería bueno que elijas una canción o una frase que ambos hubierais compartido, será como una cicatriz de la herida.

Hola. Siento muchísimo la pérdida de tu padre. Cuando algo así ocurre, las emociones pueden llegar a tomar el control en muchas ocasiones influyendo en el resto de áreas de nuestra vida. Tras la pérdida de tu padre, estás viviendo un duelo que trae consigo una serie de emociones incómodas y pensamientos desagradables que condicionan completamente tu estado anímico. Seguramente sientas que todo esto disminuye cuando duermes ya que es un momento en el que tu cabeza para de pensar. Además, un estado de ánimo bajo y emociones como la tristeza, generan una apatía y falta de interés por cualquier tipo de actividad entre otras cosas que puede estar influyendo a su vez y generando cortisol y con ello, cansancio físico y emocional.
Seguramente, pienses que lo que más te apetece y necesitas es hacer caso a lo que te pide el cuerpo. Pero no. Aunque cueste (y se que implica realizar un esfuerzo muy grande), te sugiero que trates de realizar pequeñas acciones como levantarte, cubrir tus necesidades básicas, poner empeño en cuidarte fisicamente, realizar alguna actividad que te guste, hacer dosis pequeñas de paseos o actividad física, para así, poder notar a la larga, las recompensas emocionales posteriores.
Permítete hablarlo las veces que lo necesites y rodearte de una buena red de apoyo que sientas que pueda acompañarte en este duelo (familia, amistades, pareja, compañeros...)
Por último, todos en algún momento de nuestras vidas, por mucha resiliencia que tengamos, necesitamos de un otro que nos acompañe o nos de herramientas para estar mejor desde una posición objetiva y profesional. La mayoría de las veces, solos no podemos y eso está bien, forma parte de nuestra condición humana. Busca esa ayuda y confía en que ese acompañamiento psicológico te puede dar mucha esperanza y pautas, para acercarte a tu sanación, aceptación y bienestar.
Mucho ánimo y espero que puedas ir estando mejor poco a poco.