¿Los traumatólogos y los médicos de medicina general, se basan, generalmente, en el informe del radiólogo

Su traumatólogo debería saber interpretar las imágenes de las distintas pruebas de radiodiagnóstico, entre las que se incluye la resonancia magnética.
Es posible que la falta de tiempo o la inexperiencia puedan llevar al profesional en algún caso a fijarse más en el informe del radiólogo, pero éste debería servirnos únicamente de guión, y es una herramienta que deberíamos saber interpretar como un elemento más en el diagnóstico.
Su médico de cabecera no tiene por qué saber interpretar tan a fondo el resultado de una resonancia, aunque en algunos casos sí puede estar capacitado para ello.

La resonancia magnética es una técnica muy avanzada y compleja que necesita mucha formación y experiencia, lo habitual es que los clínicos (traumatologos, internistas, cirujanos, médicos generales...) tengan conocimientos genéricos, más o menos amplios, sobre ella pero el médico experto en la cuestión es el radiólogo . Es muy deseable que revisen las imágenes pero es fundamental el informe del experto, en este caso el radiólogo.

En mi opinión, la situación ideal es aquélla que se da cuando ambos (radiólogo y especialista clínico) se reúnen e intercambian conocimientos, opiniones y experiencias propias para llegar a un diagnóstico lo más preciso y personalizado posible. Dado que esto no siempre es posible, lo que sí es deseable y exigible es que el clínico (traumatólogo, internista, cirujano, oncólogo....) aporte al radiólogo en la solicitud de la prueba todos los datos pertinentes y también su sospecha clínica. Con esto y con los conocimientos del radiólogo, el informe de éste ha de ser todo lo concreto y atinado que sea posible. Y en caso de discrepancias o falta de entendimiento, en mi opinión, ambos están obligados a comunicarse verbalmente o por teléfono. El informe del radiólogo debe ser fundamental y muy pocos clínicos están capacitados para prescindir de él.