Sobre mi forma de acompañar
Mi trabajo se basa en el acompañamiento psicológico y espiritual. No se trata de ofrecer respuestas rápidas ni de eliminar el dolor, sino de crear un espacio seguro y humano, donde puedas sentirte escuchado/a, acogido/a y sostenido/a.
Acompañar, para mí, es estar presente con honestidad y cuidado. Escuchar desde el corazón más que desde la cabeza. Estar contigo en tu proceso sin dirigirlo, sin forzarlo ni querer resolverlo desde afuera.
Desde esta mirada, no solo acompaño lo emocional o mental, sino también lo que se mueve en un plano más profundo: el alma. Ese lugar donde habitan las grandes preguntas, los silencios, las pérdidas, la transformación... lo que a veces no se puede nombrar, pero sí necesita ser sostenido con respeto y presencia.
Creo en el poder de los procesos lentos, en la sabiduría interior que cada persona guarda, y en la importancia de no imponer caminos, sino de caminar a tu lado mientras tú mismo/a los descubres.
No soy una experta con todas las respuestas, sino una presencia que camina contigo. Que sabe estar en el silencio, y que confía en la fuerza que nace cuando alguien se siente verdaderamente visto/a y escuchado/a.
Este espacio no busca imponer orden donde hay caos, sino permitir que ese caos se exprese con dignidad. No busca llenar vacíos, sino honrarlos. No busca “arreglarte”, sino ayudarte a encontrarte.
Si estás buscando un lugar donde puedas ser tú, sin máscaras ni juicios, donde explorar tu experiencia interna con amabilidad y profundidad... te invito a que agendes una cita conmigo. Será un honor acompañarte.
18/12/2025