Mi hijo de 10 años sufrió hace 2 meses la perdida de su mascota y lleva 1 mes durmiendo mal, llorando

Bueno por lo que comenta no estaría de más que lo valorara un profesional, ya que para su hijo en este momento se ve que le está siendo muy difícil la perdida. Los problemas emocionales es mejor tratarlos cuanto antes, ya que sino pueden ser más difíciles de superar.
Te recomiendo que busques un psicólogo con el cual tu hijo se pueda sentir cómodo y que sea él quién decida con tu ayuda el que más le guste ya que esto será la base para el éxito de la terapia si hubieses que aplicarla. Pero todo esto tendrá que valorarlo un psicólogo.
Un saludo

Tu hijo está ahora en una situación de duelo, que es el proceso de adaptación a la pérdida, en este caso de su mascota.
En este proceso habrá momentos de tristeza, rabia, culpa y aceptación final, si bien ni tienen porque darse todas las emociones, ni ocurrir en un orden determinado.
Puede ser útil hablar de como se siente, facilitar la expresión de las emociones y sobre todo de la tristeza y malestar que debe sentir. A veces escribir una carta de como se siente y de despedida de su mascota contando como era y como se siente ahora tu hijo ayuda mucho a esta expresión emocional y evita que el malestar se vuelva más problemático.
Si con el tiempo el niño muestra conductas extrañas, desobediencia, tristeza exagerada, mal comportamiento en general, es necesario acudir a un psicólogo/a para evaluar que está ocurriendo y poner las soluciones necesarias.

En todo proceso de duelo se dan una serie de fases que son "normales". Es bueno en los casos de duelo hablar de los sentimientos y emociones que uno tiene, valorando sobretodo que lo exponga oralmente ya que ayuda a descargar emocionalmente. No obstante si ves que algunos comportamientos o emociones se dan con frecuencia puede ser bueno que acudas a un psicólogo para que le ayude a trabajar la gestión de esas emociones negativas y a aceptarlas. Un saludo

Probablemente el vínculo que su hijo tenía con su perro era muy intenso, y el dolor de su pérdida, y con ella todo lo que la mascota le aportaba, le hace sentir triste e irritable, reacción normal dado el poco tiempo que ha transcurrido. Esta claro que está pasando por un proceso de duelo. Un buen proceso de duelo implica dar sentido a la pérdida, por tanto, en este caso, a lo que representa para el niño todo lo que su mascota le ha dado, y que ahora ha perdido, para que poco a poco vaya tolerando su ausencia, y pueda recordarlo más adelante sin que ello le provoque sufrimiento.
Si pasado un tiempo el niño sigue muy triste y con insomnio, sería conveniente visitar a un psicólogo para ayudarlo en este proceso.

Tu hijo vive un proceso de duelo.
Los procesos de duelo son naturales.
Cada duelo es único, personal e intransferible.
Depende de:
- Vínculo con lo perdido
-Estrategias de afrontamiento personales
-Circunstancias de la muerte
- Momento evolutivo
Como proceso que es, requiere tiempo. Y, no es algo lineal.
Cuando se habla de fases del duelo y también de momentos del duelo.( Aceptar la Realidad. Tsunami Emocional. Pena y Deseperanza. Integración)
Cada momento implica una tarea de elaboración del doliente.
El tiempo por si solo no cura ni sana las heridas.
Te recomendaría informarte de los signos y síntomas del proceso e ir identificando en que momento está tu hijo.Y cómo lo vive él en función del vinculo que tenía con su mascota y de sus estrategias de afrontamiento.
El duelo siempre requiere de acompañamiento, no siempre de tratamiento. Salvo en Duelos Complicados.

Por lo que cuentas tu hijo esta pasando por un duelo, es una fase normal despues de haber perdido en este caso a su mascota, en el duelo hay varias fases unas de tristeza , otras de rabia y enfado, otras de incredulidad..

En principio es normal, pero si observases que dura demasiado tiempo, o se estanca en alguna fase, o te preocupan sus conductas. No dudes en acudir a un psicologo que le ayude a pasar esta triste fase.

Diría que si esto se pronlonga más de 6 meses consultes.
Como dicen mis colegas este proceso es normal.
Lo que si que es difícil en ocasiones para los padres es hablar de la muerte a los hijos. No nos enseñan a hablar de ella y cuando los niños dicen algunas cosas nos angustiamos y tendemos a querer borrarlas.

Si tenéis dudas podéis consultar para tratar de entender qué necesita vuestra hija de vosotros como padres.

Parece que por ser padres uno tiene que tener respuesta para todo, y esto no es así.

Ánimo