¿Vale la pena volver a intentarlo cuando los dos se fallaron y se hicieron tanto daño? Tuve una rel
11
respuestas
¿Vale la pena volver a intentarlo cuando los dos se fallaron y se hicieron tanto daño?
Tuve una relación de 7 años, él me fue infiel por mensajes y llamadas en el 3er año de relación, viví con el resentimiento y se lo reclamaba cuando discutíamos (era inmadurez), pero lo perdoné. En el 6to año de relación él me hizo entender que no hacía nada y no apoyaba en nada cuando pasaba por un momento estresante, mientras yo sufría por este evento, otra persona se acercó a mí y me dio tanta atención que le fui infiel a mi pareja hasta el punto de tener relaciones, yo no amaba a esa persona quería eliminar el dolor. Después tuve que decirle todo y me volvió a aceptar sabiendo todo lo que había pasado. Pero nunca me perdonó, y cuando discutíamos me lo reclamaba hasta que lo hizo de una forma muy horrible y después de que ambos aceptamos que nos habíamos hecho mucho daño terminamos. A pesar de eso no hemos dejado de amarnos, los dos queremos estar juntos, no podemos no saber del otro, el sentimiento sigue siendo intenso y mutuo, que ninguno de los dos realmente quiere alejarse. ¿Vale la pena volver a intentarlo si los dos quieren? O ¿Es mejor que cada uno se vaya por su lado despuésde tantos eventos?
Tuve una relación de 7 años, él me fue infiel por mensajes y llamadas en el 3er año de relación, viví con el resentimiento y se lo reclamaba cuando discutíamos (era inmadurez), pero lo perdoné. En el 6to año de relación él me hizo entender que no hacía nada y no apoyaba en nada cuando pasaba por un momento estresante, mientras yo sufría por este evento, otra persona se acercó a mí y me dio tanta atención que le fui infiel a mi pareja hasta el punto de tener relaciones, yo no amaba a esa persona quería eliminar el dolor. Después tuve que decirle todo y me volvió a aceptar sabiendo todo lo que había pasado. Pero nunca me perdonó, y cuando discutíamos me lo reclamaba hasta que lo hizo de una forma muy horrible y después de que ambos aceptamos que nos habíamos hecho mucho daño terminamos. A pesar de eso no hemos dejado de amarnos, los dos queremos estar juntos, no podemos no saber del otro, el sentimiento sigue siendo intenso y mutuo, que ninguno de los dos realmente quiere alejarse. ¿Vale la pena volver a intentarlo si los dos quieren? O ¿Es mejor que cada uno se vaya por su lado despuésde tantos eventos?
Buenos días,
Dada la complejidad de la situación que describe, se considera altamente conveniente que en el caso de querer intentar poder tener una relación sentimental otra vez, deberían hacerlo a través de una terapia de "pareja" (no tienen por qué ser pareja formal, pueden acudir ambos para obtener información), debido a que esa tercera persona mediadora, podrá esclareceros mejor la pregunta que realiza usted aquí. Si el terapeuta considera que no existen posibilidades de que la relación siga adelante debido a "X" variables, normalmente se lo harían saber.
Gracias de antemano y un cordial saludo
Dada la complejidad de la situación que describe, se considera altamente conveniente que en el caso de querer intentar poder tener una relación sentimental otra vez, deberían hacerlo a través de una terapia de "pareja" (no tienen por qué ser pareja formal, pueden acudir ambos para obtener información), debido a que esa tercera persona mediadora, podrá esclareceros mejor la pregunta que realiza usted aquí. Si el terapeuta considera que no existen posibilidades de que la relación siga adelante debido a "X" variables, normalmente se lo harían saber.
Gracias de antemano y un cordial saludo
El amor y el deseo de estar juntos pueden ser fuertes, pero la confianza y el bienestar emocional también son fundamentales en una relación. Si el pasado sigue pesando y generando dolor, es importante evaluar si realmente hay espacio para reconstruir desde un lugar sano. Explorar estos sentimientos y patrones juntos podría ayudar a tomar una decisión más clara. Te animo a trabajar este tema en mi consulta.
Entiendo lo difícil que es estar en esta situación. El amor y el deseo de estar juntos son importantes, pero también lo son los problemas no resueltos, como las infidelidades y el resentimiento. Si ambos estáis dispuestos a trabajar en estos temas, a perdonar de verdad y a reconstruir la confianza, puede valer la pena intentarlo. Sin embargo, también es crucial que pienses en tu bienestar y en lo que realmente necesitas para crecer como persona. A veces, lo más saludable es tomar caminos separados, aunque el amor siga presente. Lo importante es que tomes la decisión que te permita sanar y avanzar.
Gracias por compartir tu historia con tanta sinceridad. Lo que describes es una relación marcada por el amor, pero también por heridas profundas que aún no han sanado. Es natural que exista un fuerte vínculo emocional después de tantos años juntos, pero también es importante mirar con claridad lo que esa relación ha traído a cada uno.
Cuando ambos miembros de la pareja se han hecho daño, han perdido la confianza y arrastran resentimientos, volver a intentarlo sin trabajar primero esas heridas puede llevar a repetir el mismo ciclo. El amor es importante, pero no siempre es suficiente si no se acompaña de responsabilidad emocional, perdón auténtico y compromiso por construir algo nuevo desde lo aprendido.
Si el sentimiento sigue siendo mutuo, puede valer la pena intentarlo, pero no de la misma manera en que funcionaba antes. En estos casos, un acompañamiento terapéutico puede ser muy útil para aprender a comunicarse desde el respeto, sanar lo ocurrido y decidir si realmente pueden reconstruir una relación sana.
Si lo deseas, puedo ayudarte a explorar esa decisión y darte pautas personalizadas para que, sea cual sea el camino que elijas, lo hagas desde la claridad, no desde la culpa o el miedo a soltar.
Cuando ambos miembros de la pareja se han hecho daño, han perdido la confianza y arrastran resentimientos, volver a intentarlo sin trabajar primero esas heridas puede llevar a repetir el mismo ciclo. El amor es importante, pero no siempre es suficiente si no se acompaña de responsabilidad emocional, perdón auténtico y compromiso por construir algo nuevo desde lo aprendido.
Si el sentimiento sigue siendo mutuo, puede valer la pena intentarlo, pero no de la misma manera en que funcionaba antes. En estos casos, un acompañamiento terapéutico puede ser muy útil para aprender a comunicarse desde el respeto, sanar lo ocurrido y decidir si realmente pueden reconstruir una relación sana.
Si lo deseas, puedo ayudarte a explorar esa decisión y darte pautas personalizadas para que, sea cual sea el camino que elijas, lo hagas desde la claridad, no desde la culpa o el miedo a soltar.
Parece que hay un lazo fuerte entre ustedes, pero también heridas que aún no han sanado por completo. Retomar la relación podría ser una posibilidad, pero más allá del amor que se tienen, sería esencial que ambos estén dispuestos a trabajar en sí mismos y en la relación para construir algo diferente.
Si hay un compromiso real de sanar y crear una nueva dinámica basada en el respeto y la confianza, podría valer la pena intentarlo. Sin embargo, si el resentimiento sigue presente y hay expectativas de que el otro compense el daño pasado, es probable que el ciclo de dolor continúe.
Un buen punto de partida podría ser que cada uno se enfoque en su propio crecimiento personal, tal vez con apoyo terapéutico, antes de decidir si desean darse una nueva oportunidad desde una perspectiva renovada.
Te mando un abrazo
Si hay un compromiso real de sanar y crear una nueva dinámica basada en el respeto y la confianza, podría valer la pena intentarlo. Sin embargo, si el resentimiento sigue presente y hay expectativas de que el otro compense el daño pasado, es probable que el ciclo de dolor continúe.
Un buen punto de partida podría ser que cada uno se enfoque en su propio crecimiento personal, tal vez con apoyo terapéutico, antes de decidir si desean darse una nueva oportunidad desde una perspectiva renovada.
Te mando un abrazo
Si los dos queréis y se puede reconstruir esa confianza yo os animo a acudir a terapia de pareja.
Entiendo lo difícil que debe ser estar en esta encrucijada. El amor sigue ahí, pero también el dolor de lo que habéis vivido. Más que preguntarte si vale la pena intentarlo, quizá estaría bien que te preguntaras: ¿podemos construir una relación nueva sin quedar atrapados en el pasado? Si ambos estáis dispuestos a sanar, soltar el resentimiento y aprender a gestionar los conflictos de otra manera, puede haber una oportunidad. Si no, tal vez sea más saludable seguir caminos separados. En estos casos, un proceso terapéutico puede ayudar a encontrar claridad y tomar la mejor decisión
Gracias por atreverte a poner en palabras una historia tan íntima. Se nota que has reflexionado mucho sobre lo que viviste y que estás en un punto de honestidad profunda contigo misma. Eso, ya de por sí, es valioso y no siempre fácil de alcanzar.
Cuando en una relación hay amor, pero también se han cruzado ciertos límites —la infidelidad, el resentimiento, el dolor no gestionado— es muy normal quedar en este estado de ambivalencia: por un lado, el deseo de volver a conectar con lo que un día fue bonito; por otro, la sensación de que hay algo roto que no termina de curar. Y en ese punto, lo importante no es tanto decidir ya si hay que volver o no, sino mirar qué ha pasado con lo vivido. Qué queda, qué no se ha elaborado, qué haría falta reparar.
Porque no se trata solo de querer estar juntos. Querer no siempre basta. La pregunta clave es: ¿desde dónde queremos volver? Porque si es desde la nostalgia, desde el miedo a soltarnos, desde la necesidad de que el otro llene un vacío, es probable que lo que se reconstruya tenga bases frágiles. En cambio, si ambos sentís que ha habido un aprendizaje real, que ha habido transformación, que las heridas están en proceso de cicatrizar y hay disposición genuina a construir algo nuevo, entonces puede haber un terreno distinto para intentarlo.
También es importante reconocer si el perdón que decís haber dado ha sido real, o si solo fue una forma de seguir adelante sin mirar el dolor de frente. Cuando en cada discusión vuelve lo que pasó, eso es señal de que todavía hay algo sin resolver. Y para que algo nuevo pueda nacer, ese pasado necesita ser digerido, comprendido, no negado ni usado como arma.
Hay algo muy valioso en que ambos queráis estar en la vida del otro. Pero a veces, el amor no es volver a lo que había, sino tener el valor de cerrar bien una etapa para que no duela más. Otras veces, el amor implica reaprender a estar juntos desde otro lugar, con otras reglas, con más conciencia.
No hay una respuesta cerrada. Pero si decidís volver, que no sea para revivir lo anterior, sino para crear algo distinto, más honesto, más cuidado, más libre. Y si decidís soltar, que tampoco sea por miedo, sino porque habéis entendido que el amor no siempre significa quedarse.
La verdadera respuesta, probablemente, no está en si vale la pena volver, sino en si os sentís capaces de hacer algo diferente con lo que ya aprendisteis.
Cuando en una relación hay amor, pero también se han cruzado ciertos límites —la infidelidad, el resentimiento, el dolor no gestionado— es muy normal quedar en este estado de ambivalencia: por un lado, el deseo de volver a conectar con lo que un día fue bonito; por otro, la sensación de que hay algo roto que no termina de curar. Y en ese punto, lo importante no es tanto decidir ya si hay que volver o no, sino mirar qué ha pasado con lo vivido. Qué queda, qué no se ha elaborado, qué haría falta reparar.
Porque no se trata solo de querer estar juntos. Querer no siempre basta. La pregunta clave es: ¿desde dónde queremos volver? Porque si es desde la nostalgia, desde el miedo a soltarnos, desde la necesidad de que el otro llene un vacío, es probable que lo que se reconstruya tenga bases frágiles. En cambio, si ambos sentís que ha habido un aprendizaje real, que ha habido transformación, que las heridas están en proceso de cicatrizar y hay disposición genuina a construir algo nuevo, entonces puede haber un terreno distinto para intentarlo.
También es importante reconocer si el perdón que decís haber dado ha sido real, o si solo fue una forma de seguir adelante sin mirar el dolor de frente. Cuando en cada discusión vuelve lo que pasó, eso es señal de que todavía hay algo sin resolver. Y para que algo nuevo pueda nacer, ese pasado necesita ser digerido, comprendido, no negado ni usado como arma.
Hay algo muy valioso en que ambos queráis estar en la vida del otro. Pero a veces, el amor no es volver a lo que había, sino tener el valor de cerrar bien una etapa para que no duela más. Otras veces, el amor implica reaprender a estar juntos desde otro lugar, con otras reglas, con más conciencia.
No hay una respuesta cerrada. Pero si decidís volver, que no sea para revivir lo anterior, sino para crear algo distinto, más honesto, más cuidado, más libre. Y si decidís soltar, que tampoco sea por miedo, sino porque habéis entendido que el amor no siempre significa quedarse.
La verdadera respuesta, probablemente, no está en si vale la pena volver, sino en si os sentís capaces de hacer algo diferente con lo que ya aprendisteis.
Hola, por lo que explica, parece que durante tantos años de relación se han generado muchos conflictos sin resolver. Para no repetir la misma historia en bucle os recomiendo buscar ayuda, entender qué motivaron las infidelidades, cómo os hicieron sentir y qué nuevos miedos o sentimientos surgieron desde entonces o qué formas de comunicaros en la relación tenéis. Saber lo que ocurre ayuda a que podamos tomar decisiones desde una parte más consciente, donde veamos de forma realista la relación y las debilidades y fortalezas de la misma. El amor no puede con todo, pero es una buena motivación para buscar soluciones y ver si existe posibilidad de reparación.
Lo que han vivido ha sido intenso y doloroso para ambos. En una relación donde hubo fallos mutuos, heridas profundas y dificultad para procesar el perdón, la clave no es solo el amor, sino la capacidad de sanar y construir algo diferente.
Si el sentimiento sigue ahí y ambos quieren intentarlo, la pregunta no es solo si vale la pena, sino si pueden realmente transformar la relación para que no se repitan los mismos patrones. Para eso, sería fundamental que trabajaran juntos en la confianza, la comunicación y la gestión del resentimiento. Si vuelven sin haber sanado, es probable que el pasado siga pesando y resurjan los mismos conflictos.
Antes de decidir, podrían hacerse preguntas como: ¿estamos dispuestos a hacer un cambio profundo en la relación y en nosotros mismos?, ¿podemos construir una relación basada en el respeto y la confianza, sin vivir atados al pasado? o ¿nos sentimos capaces de perdonarnos de verdad y no usar lo ocurrido como arma en futuras discusiones?
Si la respuesta es sí, puede valer la pena intentarlo con un enfoque diferente. Si no, quizás lo más sano sea soltar con amor, aunque duela. A veces, querer a alguien no significa que sea la mejor opción para nuestro bienestar. Un espacio terapéutico individual o de pareja podría ayudarles a tomar esta decisión desde la claridad, no desde el apego o el miedo a estar sin el otro.
Si el sentimiento sigue ahí y ambos quieren intentarlo, la pregunta no es solo si vale la pena, sino si pueden realmente transformar la relación para que no se repitan los mismos patrones. Para eso, sería fundamental que trabajaran juntos en la confianza, la comunicación y la gestión del resentimiento. Si vuelven sin haber sanado, es probable que el pasado siga pesando y resurjan los mismos conflictos.
Antes de decidir, podrían hacerse preguntas como: ¿estamos dispuestos a hacer un cambio profundo en la relación y en nosotros mismos?, ¿podemos construir una relación basada en el respeto y la confianza, sin vivir atados al pasado? o ¿nos sentimos capaces de perdonarnos de verdad y no usar lo ocurrido como arma en futuras discusiones?
Si la respuesta es sí, puede valer la pena intentarlo con un enfoque diferente. Si no, quizás lo más sano sea soltar con amor, aunque duela. A veces, querer a alguien no significa que sea la mejor opción para nuestro bienestar. Un espacio terapéutico individual o de pareja podría ayudarles a tomar esta decisión desde la claridad, no desde el apego o el miedo a estar sin el otro.
¿Vale la pena intentarlo? Sí, pero solo si los dos están dispuestos a trabajar en terapia, asumir responsabilidades y reconstruir desde cero.
Si no hay compromiso real de cambio, lo más sano es soltar, aunque duela.
A veces, el amor verdadero también sabe irse a tiempo.
— Dolo Boix – Psicóloga CV-18993
Si no hay compromiso real de cambio, lo más sano es soltar, aunque duela.
A veces, el amor verdadero también sabe irse a tiempo.
— Dolo Boix – Psicóloga CV-18993
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.