Álvaro de la Fuente Collantes

Cuando era pequeño el deporte me rodeaba por todos los lados. En los 90´s competía a nivel nacional en atletismo, buceaba con botella, estaba apuntado en un grupo de montaña con mis padres, hacía esquí alpino, de fondo, snowboard, más tarde en fútbol, no en otras asignaturas pero la Educación Física se me daba bien ...

Las olimpiadas me apasionaban y por ello estudié Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Todo lo que había aprendido era cómo funciona el cuerpo humano y cómo mejorarlo; hacer que tu cuerpo supere metas como decía el lema olímpico y llegue: más rápido, más alto, más fuerte (citius, altius, fortius). Durante la carrera me apasionó el tema relacionado con actividad física y salud; antes te preparabas para ser Profesor de EF, ahora ya se otras vertientes pero por aquel entonces, no. Salí de la carrera y estuve trabajando a mediados de los 00´s como Entrenador Personal de Cardiópatas, Hipertensos, Embarazadas, personas con problemas de Obesidad... gente que su médico les recomendaba "hacer ejercicio" pero no sabía qué, ni cuál ni cómo hacerlo. A estas personas las llamabamos pobleaciones especiales.Por aquel entonces los entrenadores personales solían tener dos perfiles mas o menos definidos: los que querían ponerse cachas y los que querían perder peso (insisto que ahora afortunadamente esto ya no es nada así). Así que estas poblaciones especiales se salían un poco de la zona de confort de la mayoría de entrenadores. a mi gustaba ese reto y empecé a coger ese tipo de personas, personas que si no seguías ciertos parámetros fisiológicos se te podían "quedar en el sitio" porque entrañaba cierto riesgo.

Es entonces cuando el fisio del gimnasio empezó a mandarme a sus lesionados para entrenarles y potenciar su trabajo. Nos pasábamos horas debatiendo sobre qué hacer y qué no hacer, hasta que decidí hacer estudiar fisioterapia por mi cuenta. Y ahí tuve otro flechazo. Me enamoré de esta profesión. Echando la vista atrás, no me extraña: no siempre tratas con deportistas de alto rendimiento tratas con personas que han perdido alguna facultad que les impide realizar bien una actividad y tú tratas de optimizar su proceso para su recuperación. De alguna manera trato a Personas de Alto Rendimiento, así me lo tomo. Una persona que trabaja en una oficina con dolor cervical le impide rendir al 100% en su trabajo, una mamá que acaba de dar a luz y le duele el brazo de sostener a su bebé para darle el pecho le dificulta la tarea, una persona repartidora o reponedora en un supermercado con dolor lumbar podrá hacerle perder rendimiento en su trabajo y le dificultará poder realizar sus tareas de ocio: correr, ir a la montaña o tumbarse en el sofá.... por eso me enamoré de esta profesión, porque no deja de ser una manera más de hacerte rendir en todos los aspectos de tu vida en tu tiempo de ocio y de negocio (como decían los romanos).

Como esta profesión te atrapa luego no puedes dejar de estudiar, de actualizarte y he dedicado parte de mi tiempo de ocio a prepararme para ofrecerte lo mejor que puedo darte: estudié entre otras formaciones 6 años de osteopatía en la Univ. de Alcalá de Henares y la EOM, 3 años de Inducción Miofascial en TUPIMEK y 1 año de MTS que trata sobre el Entrenamiento sobre Mapeado Cerebral (neurociencias).

• Latigazo cervical

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• Puntos gatillo

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• Tendinitis

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• Mareo o vértigo de origen cervical

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• Contractura muscular

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• Esguinces

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• Síndrome del dolor miofascial

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• Dolor de espalda inespecífico

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• Lumbalgia

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• Alteración de la marcha

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• Cefalea (dolor de cabeza)

• Dolor Crónico

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• Fisioterapia a domicilio

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• Readapatación Deportiva

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• Traumatológica

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• Preparación Física