Ana Belén Somolinos Vázquez

Desde muy joven supe que quería dedicarme a la Psicología, y particularmente sabía que quería enfocar mi carrera en los más jóvenes, ya que siempre he sentido que son momentos de mucho cambio dónde el impacto de la terapia puede ser muy beneficioso. Por eso, después de conseguir el Máster General Sanitario me especialicé en Psicología Infanto Juvenil, desde ese momento no he parado mi formación, ya que considero que para dar un servicio de calidad debemos estar siempre al día de las nuevas corrientes psicológicas, de ahí que últimamente me haya formado en Terapias de Tercera Generación y en Psicología Perinatal.

He trabajado en intervención en crisis, así como en gabinetes privados y con población adulta, dónde he podido ocuparme de diferentes problemáticas, estrés, fobias, gestión emocional y mejora de la autoestima entre otras.
A lo largo de mi experiencia, he tenido la oportunidad de trabajar con personas muy diversas, en puntos muy diferentes de su vida. Esto me ha permitido, enfocarme en la importancia de ajustar el tratamiento y la terapia a cada persona, ya que, aunque la sintomatología sea la misma, ansiedad, depresión o duelo cada persona tiene sus propias características y tiempos para transitar por ellos.

En mi opinión, una de las cosas más importantes en terapia es la relación del psicólogo con los pacientes. Esta relación se basa en la confianza y el aprendizaje, dónde ambas partes se centran en la consecución del bienestar psicológico y emocional, a través de un diálogo honesto y sin juicios.