Beneficios para padres e hijos de la custodia compartida

Basándonos en la actual estadística del INE, la opción de custodia compartida se ha doblado a lo largo de la última década en España. Se ha pasado de 9.032 casos en 2013, a 19.670 casos en 2021. Podemos decir que este modelo de custodia se ha disparado, ya que ha pasado del 18% en 2013, hasta el 43% en 2022.

Anteriormente, según datos del INE, se establecía la custodia exclusivamente materna en el 83% de los casos, porcentaje que ha caído hasta el 53% en 2021.

Qué es la custodia compartida

La custodia compartida es un tipo de régimen, adoptado tras una separación o divorcio, por la que se establece que los hijos menores de edad o discapacitados residirán con cada uno de los progenitores la misma cantidad de tiempo. Es decir, la convivencia se atribuye a ambos progenitores en idénticas condiciones y derechos, por lo que existe corresponsabilidad a la hora de la educación de los hijos. Generalmente, en el acuerdo de separación o divorcio, se establecen las condiciones que regulan este tipo de custodia. Lo normal es que los hijos pasen con sus progenitores exactamente la misma cantidad de tiempo. De hecho, lo habitual es que el tiempo se divida por quincenas o meses, aunque hay bastante libertad en este sentido siempre que los dos convivan con los niños por igual.

Tipos de custodia

Guarda y custodia monoparental, individual o exclusiva

El cuidado, bienestar, educación, y en general, la convivencia habitual de los hijos menores de edad o discapacitados se asigna en exclusiva, a uno solo de los progenitores.

Guarda y custodia compartida

Se establece que los hijos menores de edad o discapacitados residirán con cada uno de los progenitores la misma cantidad de tiempo. Es decir, la convivencia cuidado, bienestar y educación se atribuye a ambos en idénticas condiciones y derechos.

Guarda y custodia partida o distributiva

Para que esto se dé, debe de haber un mínimo de dos hijos menores o discapacitados. Uno de los hijos se queda bajo la custodia de uno de los progenitores, mientras que el otro o los otros se quedan con el otro progenitor.

Guarda y custodia ejercida por un tercero

La custodia se otorga a una persona diferente al padre o a la madre. Un tercero, bien sean los abuelos o los tíos, tienen el deber legal de velar por la integridad de ese menor. Esta es una situación extraordinaria y nada común.

Ejemplos de custodia compartida

A partir de este concepto existen varios tipos de custodia compartida:

1. Según el tiempo de estancia

• La custodia compartida “clásica” está basada en una distribución igualitaria de los tiempos de estancia de los menores con cada uno de sus progenitores. Es decir, que, el hijo/a, pasará la mitad de cada mes con su madre y, la otra mitad, con su madre.
• Custodia compartida “asimétrica”. Cuando uno de los progenitores no dispone (por cuestiones laborales y/o personales) de semanas alternas completas es posible solicitar una que se adapte, prioritariamente, a sus semanas de libranza o a aquellas que trabaja en un turno en específico. Y esta organización puede no sumar, exactamente, la mitad de los días de un mes. Esto es habitual en progenitores con profesiones con un calendario de trabajo a turnos fijos (policías, bomberos, sanitarios…), que, a lo largo de un mes, por ejemplo, libran una semana, otra semana están de tarde, la siguiente trabajan de mañana y, la última, hacen noches.

2. Según el domicilio en que se realice

• Domicilio fijo de los hijos. En este caso, los padres son los que van cambiando de vivienda.
• Domicilio rotatorio de los hijos. Cada progenitor vivirá de forma independiente y los hijos se trasladan a una y otra vivienda. Es la más habitual.
• Coexistente. Ambos progenitores viven en el mismo domicilio.

Beneficios de la custodia compartida para los hijos

Los beneficios de la custodia compartida para los hijos, según diferentes estudios, son los siguientes:

• Menos problemas emocionales y psicológicos.
• Mayor rendimiento académico.
• Menos problemas psicosomáticos y médicos.
• Menor riesgo de desarrollar trastornos de conducta y comportamiento antisociales.
• Mejor relación con sus progenitores, evitando fenómenos de alianza, manipulación, obstrucción parental o conflicto de lealtades.
• Menor riesgo de consumo de sustancias tóxicas.
• Mayores índices de bienestar y satisfacción.
• Mayor grado de adaptación.
• Menor riesgo de pobreza.
• Menor riesgo de maltrato.

Beneficios de la custodia compartida para los progenitores

• Ambos progenitores cuentan con los mismos derechos y responsabilidades, lo que hace que todos puedan mantener una relación de apego sólida.
• Puede favorecer una relación entre los padres más equilibrada, ya que ambos cuentan con las mismas responsabilidades y se obvian fuentes de conflicto como “no me dejas ver a mis hijos” o “yo me hago cargo de todo y contigo solo disfrutan de los fines de semana”. Igual tiempo, iguales buenos momentos y situaciones problemáticas.
• Evita problemas económicos entre la expareja al hacerse cada uno cargo de la mitad del tiempo y, por lo tanto, de las obligaciones económicas.

Consejos para gestionar una custodia compartida

• Llegar a acuerdos donde se valoren y respeten las opiniones mutuas.
• Resolver conflictos, preferiblemente en privado, no hacerlo frente a los menores, para evitarles sufrimiento.
• Procurar en la medida de lo posible tener el mismo punto de vista ante un objetivo. No se aconseja desautorizar a la otra parte, ni restarle méritos.
• Respetar las decisiones del otro progenitor, incluso cuando hay un castigo por algo sucedido durante la custodia de este.
• Evitemos regalos, viajes o permisiones, solo para ganarnos la simpatía de los menores en detrimento del otro.
• Nunca desacreditar al otro progenitor frente a los niños.
• Olvidar el pasado, para gestionar la educación de los niños lo mejor posible.

Debido a los beneficios que trae la custodia compartida tanto para los progenitores como para los hijos, en caso de que se reúnan las condiciones necesarias para ello, es la opción que más se está dando en la actualidad. Esto no implica, que lo más importante sería analizar cada caso de forma personalizada, para dar con el régimen de custodia más adecuado para el menor. Es recomendable, que, si no se cuentan con herramientas suficientes se pida ayuda de un psicólogo. Además si quieres saber cómo afrontar tu nueva vida tras el divorcio consulta nuestra completa guía.

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