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¿Cuándo debo acudir a un psicólogo?
Acudir a la consulta de un profesional de la psicología es un paso importante, y se da cuando tomas consciencia de que la situación emocional y vivencial que se está experimentando supera los recursos psicológicos de los que se dispone para enfrentarla. Ese paso es importante, porque supone encontrar la fortaleza necesaria para asumir que se tiene un problema, y el valor necesario para encararlo con la ayuda que brinda un espacio terapéutico.
A pesar de que hemos avanzado en cuanto al prejuicio de quienes acuden a profesionales de la salud mental, todavía existen creencias erróneas que asocian el uso de estos servicios con personas que están “locas” o “desequilibradas”. Vivir en el marco del mundo moderno es complicado, el individualismo feroz y las dificultades que genera la incertidumbre (que es el nuevo estandarte de esta época) hace que sea necesario buscar orientación para salir de determinadas situaciones de estancamiento y potenciar, a través del encuentro terapéutico, la resolución del problema y lograr el crecimiento que de toda crisis germina.
Aunque creo que todos los seres humanos contamos con una intuición lo suficientemente potente como para saber cuándo necesitamos atrevernos a pedir ayuda, te voy a dar algunas pistas de situaciones que evidenciarían que necesitas ayuda profesional.
Te supera la situación
Si te sientes superado por lo que estás viviendo, que no cuentas con los recursos o herramientas psicológicas necesarias para abordarlo de una manera equilibrada y resolutiva, deberías buscar ayuda. Esa sensación de fagocitación va calando en tu mente y en tu cuerpo, hasta llevarlo a puntos de agotamiento que derivan en un desgaste físico elevado y una sensación de fatiga emocional continua.
Problemas físicos
El agotamiento emocional y la ansiedad generan cuadros de expresión somática muy similares a enfermedades comunes. Las manifestaciones físicas de las tensiones psíquicas van desde síntomas digestivos hasta cefaleas, algias, palpitaciones, sensación de cansancio profundo y vulnerabilidad del sistema inmune.
Muchas personas descubren la conexión entre la mente y sus síntomas después de realizarse muchas pruebas y visitar diversos consultorios médicos para buscar una explicación patológica, pero en estos casos no encuentran diagnóstico.
Problemas sociales
Si sientes que te estás aislando, que estás preso de la apatía, nada te motiva y esta sensación no fluctúa a mejor, sino que ese abismo te va absorbiendo cada vez más, y van cayendo también aquellas partes de tu vida que funcionaban (pareja, hobbies, trabajo…) necesitas poner el foco sobre ti mismo y dejarte ayudar. La vida está llena de cambios, conflictos y de tránsitos por diversas circunstancias, y eso hace difícil que sepamos cuándo debemos buscar ayuda, pero la mejor herramienta para detectarlo es nuestra propia intuición, esa voz interior que a pesar de la tormenta siempre encontrará la manera de manifestarse para rescatarnos de todo abismo.
David Fajardo Rodríguez,
29/06/2021