En el aborto incompleto, partes del feto o del material placentario permanecen dentro del útero. Los síntomas son, entre otros, sangrado vaginal y cólicos en la parte baja del abdomen. Para extraer los restos que pueden quedar en el útero, se lleva a cabo un procedimiento quirúrgico denominado legrado. El objetivo de este tratamiento es prevenir el sangrado prolongado o la infección.









