Se considera alcoholismo a la ingesta de alcohol a un nivel que interfiere con la salud física o mental, al igual que con las responsabilidades sociales, familiares o laborales.En el cese del consumo se presenta un síndrome de abstinencia, en que se padece ansiedad, alucinaciones, náuseas, temblores... El alcoholismo es una drogadicción, en la que se presenta una dependencia física y mental y que requiere de un tratamiento multidisciplinar, que pasa por distintas fases, requiriendo al final, en muchas ocasiones, de un tratamiento de mantenimiento para evitar recaidas. El consumo de alcohol puede incrementar el riesgo de padecer ciertas enfermedades como cancer, cirrosis, pancreatitis, hipertensión...