Estoy muy angustiada. Sufro día a día pensando que a mí hija algo le pasará. Dudo si es instinto de

Saludos. Entiendo por lo que dices que estás muy preocupada por tu hija, tal vez el miedo a que le ocurra algo te esté haciendo no disfrutar de la experiencia de ser madre y verla crecer. Entiendo, por lo que has comentado, que este miedo se ha construido a consecuencia de múltiples "sustos". Mi recomendación es que busques la ayuda de un profesional para darle al miedo un espacio razonable, sin que arruine todo lo demás.

¡Hola! Gracias por compartir lo que te ocurre, en primer lugar, decir que como madres es normal que queramos proteger a nuestros hijos/as de cualquier daño o enfermedad, es cierto que, a raíz de todo lo que tu hija ha tenido durante sus primeros cuatro años de vida, sientas que puede recaer o volver a pasar por algún periodo duro. Te recomendaría que pidieses ayuda psicológica para valorar en qué punto te encuentras y tratar de trabajar esa ansiedad, imagino que tiene que ser muy difícil afrontar así toda la infancia de tu peque y seguro que os vendría bien a ambas, pues los peques al final aprenden a comportarse observando nuestro comportamiento. Un saludo.

Buenas tardes, en ocasiones, cuando se nos agolpan eventos o dificultades, puede ser normal que, el anticipar otros nuevos que puedan venir, nos genere ansiedad. Lo importante es que habéis superado todas esas dificultades y centrarse en eso puede ayudarte a bajar la ansiedad y a generar una mejor energía. Disponer de un entorno donde te ayuden y te apoyen también es un factor positivo para reducir la ansiedad que supone la responsabilidad, al igual que expresar y compartir tus inquietudes y tu angustia. Espero haberte ayudado :)

Es complicado convivir con la incertidumbre si la experiencia vital es tan dura como dices. Por lo que cuentas puede que tu cerebro utilice esas preocupaciones para evitar un posible peligro futuro, sin embargo en este caso ese sistema no es útil, el miedo a la pérdida es algo con lo que convivimos inevitablemente y aún sabiéndolo cuesta mostrarselo a nuestro cerebro.

El dolor de lo vivido es inevitable, el sufrimiento opcional.

Hola.

En tu situación, se junta tu amor de madre y la preocupación por la salud de tu hija. Como dices, es una situación complicada, porque puedes transmitirle tus preocupaciones y generarle más angustia de la que ella pueda pasar por sus problemas médicos.

Es importante que trabajes sobre ti, sobre cómo gestionas tus emociones y que hables con gente de confianza para aliviar todo lo posible tu preocupación, y evitar en la medida de lo posible la transferencia de sentimientos.

Un saludo.

Hola, en primer lugar me encantaría trasladarte calma. Estoy convencida de que no le traspasas malas energías a tu niña porque seguro que solo quieres lo mejor para ella.
Por otro lado, tras tantos problemas médicos, es normal que estés más pendiente y preocupada de que a tu hija le suceda alguna cosa.
No se trata de etiquetar si tienes una hipocondría o es instinto de madre, sino de poder aliviar la angustia que todo esto te pueda estar ocasionando.
Mi recomendación es que inicies un proceso terapéutico para disminuir esa carga emocional y abordar el sufrimiento que ha podido suponer para ti todas las experiencias dolorosas del malestar de tu pequeña.
Mucho ánimo y adelante!
Estamos aquí para ayudarte.

Has atravesado situaciones muy complejas donde se ha requerido que estés alerta a signos que indicasen alteraciones de salud en tu hija. En cierto modo, esto puede ser normal. No obstante, si está interfiriendo en tu vida diaria lo aconsejable es que acudas a un especialista.

Saludos.

Hola. Yo te diría que hay un instinto maternal de proteger a los cachorros. Después hay una realidad... Y es que parece que te ha tocado estar muy alerta por las afecciones de tu hija. Valorar que ese estado de alerta se pueda rebajar y que puedas ir viendo que la salud de tu hija progresa. Sería entonces poder ver cómo te sientes tu. Que necesitas...y también trabajar esa culpa que sientes... No creo que le transmitas nada negativo a tu hija, al contrario. Pero si te iría bien trabajar algunas dificultades que os ayudarían a las dos.
Un saludo.

Hola. Agradecerte tu pregunta y el compartir tus vivencias.
Al igual que han comentado mis compañeros, es normal que ante las vivencias que has tenido con tu hija, que han sido preocupantes, tu mente está tratando de tenerte alerta constantemente ante un nueva situación. El problema es que esta preocupación constante se está convirtiendo en un miedo que no te deja disfrutar de tu hija, dirigiendo tu atención hacia lo malo que pueda ocurrirle y desviandola de lo bonito y bueno del dia a dia; causandote mucho sufrimiento.
Mi recomendación es que busques ayuda en un profesional.
La terapia de Aceptación y Compromiso es una buena opción para poder ayudarte, por lo que, un terapeuta que trabaje desde este enfoque es una buena opción que ha ayudado a muchas personas con problemas como el que nos relatas.
Espero haberte ayudado. Un cordial saludo.

Lo que relatas parece un problema de ansiedad, es decir excesiva preocupación por la seguridad y salud de tu hija.
Es cierto que ha tenido y tiene varios problemas de salud, pero tu preocupación no los va a solucionar y en cambio si vives con angustia y puede que transmitas esta, además de posible sobreprotección que la hará más indefensa.
Puedes solucionar este problema con ayuda psicológica.
Un saludo.

Hola! Primero de todo decirte que tu sufrimiento es normal, dado lo que has vivido estos 4 años. En muchos casos con antecedentes médicos importantes, recurrentes ingresos, recurrentes situaciones de alerta y de angustia en nuestros hijos, etc, conllevan a relacionarse con ellos desde la sobreprotección, estableciendo patrones de apego inseguros y ansiosos. Como han comentado otros compañeros, creo que en estos momentos necesitas acudir a un profesional clínico para reducir los síntomas de tu angustia y aliviar tu sufrimiento psicológico, ayudarte a favorecer un vínculo afectivo seguro con tu hija. Espero haber aportado un poco más de comprensión!

Hola, quiero agradecerte que compartas con nosotros tu malestar.
Quiero que sepas que entiendo tu preocupación por tu hija, has pasado por mucho en muy poco tiempo. Pero el miedo que sientes en que pueda pasarle algo, te puede estar afectando en que no disfrutes de la experiencia de ser madre y poderla ver crecer por todos los sustos que has tenido.
Mi sincera recomendación es que busques ayuda de un profesional y así pueda ayudarte a gestionar esa emoción que sientes, y puedas disfrutar al mismo tiempo de tu hija.
Un abrazo.
Maite

Entiendo que todo lo que has vivido con tu hija te haya generado tanta preocupación. Como madre, es natural sentir un instinto protector, pero también es cierto que la ansiedad por su bienestar puede aumentar con el tiempo, especialmente si has pasado por varias situaciones difíciles. No es raro que estas preocupaciones se conviertan en algo agobiante, y es posible que estés experimentando una mezcla de instinto materno y ansiedad. Es importante recordar que no estás sola en esto y que buscar apoyo puede ayudarte a encontrar un equilibrio. Hablar con un profesional de la salud mental podría ser útil para gestionar esas preocupaciones y encontrar formas de manejar la ansiedad de manera que no te afecte a ti ni a tu hija.

Gracias por abrirte con tanta honestidad. Lo que estás viviendo no es fácil, y tu angustia tiene raíces comprensibles. Has atravesado múltiples situaciones médicas con tu hija en muy poco tiempo, y eso puede dejar una huella emocional profunda. No es raro que, después de tantas experiencias difíciles, el miedo se instale como una forma de proteger lo que más amas.

La línea entre el instinto de madre y la ansiedad por la salud puede volverse difusa. El instinto te alerta, te moviliza, te conecta con tu hija. Pero cuando ese instinto se convierte en una preocupación constante, que te impide descansar, disfrutar o confiar, entonces es posible que estemos hablando de una ansiedad más intensa, incluso con rasgos hipocondríacos.

No estás “pasando malas energías”. Estás intentando cuidar, desde el amor, pero también desde el miedo. Y ese miedo, si no se atiende, puede volverse contagioso emocionalmente. Los niños perciben mucho más de lo que decimos. Por eso, cuidar tu bienestar emocional es también una forma de cuidar a tu hija.

Aquí hay algunas ideas que podrían ayudarte:

- **Valida tu experiencia**: Has pasado por mucho. No minimices lo vivido. Reconocerlo es el primer paso para sanar.
- **Busca espacios para ti**: Terapia, grupos de apoyo, momentos de autocuidado. No es egoísmo, es salud.
- **Observa tus pensamientos**: ¿Qué te dices cuando aparece el miedo? ¿Qué escenarios imaginas? A veces, ponerlos en palabras ayuda a desmontar su poder.
- **Confía en los tiempos de la salud**: Tu hija ha tenido dificultades, sí, pero también ha salido adelante. Su cuerpo está creciendo, y tú estás aprendiendo a acompañarla.

No estás sola. Y no estás fallando. Estás buscando ayuda, y eso ya es un acto de amor inmenso.

Si te parece bien te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos con más detenimiento de lo que te ocurre.

¡Hola! Como madre y psicóloga te entiendo muchísimo, seguramente es una combinación de ambas, un instinto de protección que se ha hecho una bola de nieve y termina convirtiendose en obsesiones que te hacen mucho daño a ti y que te alejan de disfrutar el presente con tu hija. La Terapia Cognitiva Conductual es muy eficaz porque te puede ayudar a:

1. Mejorar tu relación con la enfermedad y la muerte. Transformar creencias.
2. Modificar hábitos de respuesta cuando surgen esas situaciones.
3. Validar y comprender tus preocupaciones, pero ayudándote a llevarlo de una manera realmente saludable y efectiva, que puedas saber diferenciar entre PREVENCIÓN y obsesión.

Cualquier duda contáctame.