Hola! Tengo un niño de 5 años. Cuando esta en casa con algún amigo/a le gusta jugar a papás y mamás

Gracias por compartirlo; entiendo tu preocupación, y haces muy bien en abordarlo con calma y atención.
A esta edad, los niños pueden tener curiosidad por el cuerpo, pero cuando el juego implica conductas sexuales explícitas (como tocar o chupar genitales o el ano), ya no se considera un simple juego exploratorio. Es importante actuar, pero sin asustarlo ni hacerlo sentir culpable.
Te recomendaría hablar con él con calma y curiosidad, sin enfado ni juicio, preguntándole dónde aprendió ese comportamiento o si alguien se lo mostró, para entender mejor lo que hay detrás. Refuérzale con claridad los límites del cuerpo, explicándole que nadie debe tocar sus partes íntimas ni él las de los demás, y que siempre puede contarte cualquier cosa que le haga sentir incómodo. Durante un tiempo, procura supervisar sus juegos con otros niños para evitar que repita esas conductas mientras aprende a respetar esos límites. Además, sería conveniente consultar con un psicólogo infantil o un pediatra, que puedan valorar si se trata de una exploración fuera de lo habitual o si podría haber estado expuesto a algo inapropiado, y orientarte sobre cómo acompañarlo del mejor modo.
Espero haberte podido orientar un poco.

Buenas noches, efectivamente lo que comentas son conductas en esa edad que aunque podrían entrar dentro de una exploración de juego el hecho de hacerlo a escondidas y tal y como lo relatas creo que sería necesario que alguien especialista en prevención y abuso infantil lo valorase para así poder descartar. Tienes varios libros y juegos para apoyarte y explorar más sobre el tema con él, pero creo que por lo que dices ya has hablado con él sobre estos temas creo.

Lo que describes va más allá de la curiosidad sexual típica de los 5 años, ya que incluye manipulación genital de otros niños y actos orales, que no son normales para su edad. Es importante mantener la calma, reforzar límites claros sobre el cuerpo y la privacidad, y supervisar sus juegos. Evita culpabilizarlo, pero establece normas firmes sobre lo que es aceptable. Dada la persistencia y el tipo de conductas, sería recomendable consultar a un psicólogo infantil para orientar al niño de forma segura y prevenir riesgos. Esto ayuda a proteger su desarrollo y el de otros niños.

Gracias por tu confianza al compartir una situación tan delicada. Como psicólogo cognitivo-conductual, quiero ofrecerte una orientación clara, respetuosa y profesional. Este tipo de comportamientos pueden generar alarma, pero es importante abordarlos con calma y sin juicios. En la infancia temprana (entre 3 y 6 años), es común que los niños exploren el cuerpo como parte de su desarrollo sexual infantil. Sin embargo, cuando estas conductas son repetitivas, explícitas, forzadas o con componentes sexuales no típicos de la edad, es necesario intervenir y evaluar más a fondo.
Qué hacer desde ahora: Establecé límites claros pero sin castigo. Podés decirle algo como: “No está bien jugar a eso. Nadie debe tocar ni mirar tus partes privadas, y vos tampoco tenés que tocar las de otros”. Hablá con lenguaje simple, directo y sin generar vergüenza.
Observá si hay otras señales: Cambios en el sueño, conductas sexuales más avanzadas de lo esperable, miedo a ciertos adultos o lugares. Si sospechás exposición a contenido inapropiado o experiencias que no puede haber inventado por sí solo, consultá de inmediato con un psicólogo infantil o un equipo especializado en abuso infantil.
Aunque hayas hablado con él sobre los límites del cuerpo (lo cual es excelente), si la conducta persiste o se intensifica, lo más adecuado es una evaluación clínica para protegerlo y acompañarlo con el cuidado que necesita. Espero poder ayudar, Atentamente, Christian.

Hola, gracias por compartir tu inquietud. Este tipo de "juego", puede interpreptarse como una conducta exploratoria o una conducta sexualidad. La exploratoria sería algo sano porque los niños tiene curiosidad por explorar el cuerpo, pero si es una conducta sexualizada, hay que explorar con mayor profundidad.
Haces muy bien educando en los límites del cuerpo. Lo que te recomiendo es que hables con el niño sin que caigas en el regaño, reproche y/o enfado. Sino, desde la confianza y cariño explicarle que su juego te parece bastante curioso y que quieres que te hable de ese juego. Por qué le gusta, si lo ha jugado con otras personas, si alguien se lo ha enseñado, etc. Cuida tus reacciones a medida que te vaya respondiendo, porque si ve que tu te alarmas mucho, te enfadas o no lo entiendes, puede bloquearse y no contarte las cosas.