Llevo 4 años con ansiedad. Es hipocondria, creo. Cuando no me encuentro bien o mi cuerpo me duele al

Lo que estás viviendo, aunque muy angustiante, es más común de lo que piensas. Muchas personas que sufren ansiedad con componentes hipocondríacos experimentan exactamente eso que describes: una señal corporal activa la alarma, y el cuerpo entra en un estado de alerta extrema, como si algo muy grave fuera a ocurrir. El corazón se acelera, cuesta respirar, aparecen mareos, sudoración, y sobre todo, un pensamiento dominante: "me va a pasar algo malo" o incluso "me voy a morir". Eso es un ataque de pánico, y sí, es un fenómeno conocido dentro de los trastornos de ansiedad. Pero lo más importante: tiene tratamiento y mejora mucho con ayuda profesional.

Lo que te pasa no es que estés "loca" ni exagerando, es que tu sistema nervioso se ha habituado a interpretar ciertas sensaciones físicas como una amenaza real. Pero eso se puede reeducar. En terapia podemos trabajar juntos para que entiendas el ciclo de la ansiedad, aprendas a interpretar de forma más realista lo que sientes, y sobre todo, desarrolles estrategias para recuperar la calma y confiar en tu cuerpo.

Imagino lo duro que debe ser vivir con ese miedo constante. Por eso, venir a terapia no es una debilidad, es un acto de valentía. Es elegir dejar de vivir con miedo, entender lo que te pasa, y recuperar el control. Yo estaré encantado de acompañarte en ese proceso. ¿Te animas?

Hola, gracias por compartir tu experiencia. Lo que describes es muy común en personas que conviven con ansiedad o con síntomas de hipocondría. La forma en la que comienzan tus ataques de pánico —una sensación física que se interpreta como peligrosa, seguida de pensamientos catastróficos— es una reacción habitual en estos casos.

Ante el miedo, tu cuerpo reacciona con una activación muy intensa del sistema nervioso, lo que explica la aceleración del corazón, la sensación de pérdida de control o de que algo grave va a pasar. Aunque es una experiencia muy angustiante, estos síntomas no implican un peligro real para tu salud física.

Lo importante es saber que tiene tratamiento y que con la ayuda adecuada puedes aprender a manejar estos pensamientos y sensaciones. La terapia psicológica, ha demostrado ser muy eficaz en estos casos. Te animo a que busques apoyo profesional, no estás sola/o en esto, y es posible recuperar el bienestar.

Un saludo!

Hola, lo que describes (ansiedad intensa ante sensaciones físicas, temor a una enfermedad grave y la sintomatología de palpitaciones, sensación de que te puedes morir etc.) son experiencias comunes en los ataques de pánico y en la ansiedad relacionada con la hipocondría. Es decir, aunque no estés en peligro, es un estado muy desagradable que genera un gran malestar en quienes lo sufrís. Es importante buscar apoyo profesional para que podáis evaluar lo que te ocurre y busquéis herramientas para alivar o eliminar las sensaciones que describres. Mucho ánimo.

Si sin lugar a duda es un trastorno de ansiedad. Habría que hacer una buena evaluación de las causas cercanas y lejanas que retroalimentan esos episodios de ansiedad asociados a la enfermedad y la posibilidad de la muerte, que en gran medida tiene muchos componentes irracionales.
Una vez detectadas las causas, cuando lo comprendas te sentirás un poco mejor.
Después en el tratamiento habría que enseñarte diversas técnicas y habilidades tales como reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, Mindfulness y defusión del pensamiento, etc.
Y algo muy simple y muy fácil no consultar Google cada vez que sientes una molestia física, eso suele ser un disparador de miedos....

Gracias por compartir tu experiencia. Quiero trasmitirte que esto que describes es una vivencia común en muchas personas que sufren ansiedad, especialmente cuando hay un componente hipocondríaco o de ansiedad por la salud. Lo que estás sintiendo es válido, real y tiene explicación clínica.
¿Es normal lo que me pasa?
Sí, es frecuente en personas con ansiedad por la salud experimentar lo que tú describes:

Una sensación corporal desagradable o un dolor activa una alarma interna.
Esa alarma se interpreta como algo grave o peligroso, como que te está por dar un infarto, tener un cáncer, un derrame cerebral, etc.
Esa interpretación catastrofista dispara el sistema de lucha o huida: tu cuerpo se prepara como si hubiera un peligro real, aunque no lo haya.
En consecuencia, aparecen los síntomas del ataque de pánico: palpitaciones, temblores, dificultad para respirar, sensación de muerte inminente, sudoración, etc.
Este ciclo se llama "ansiedad anticipatoria + interpretación catastrófica + pánico", y es muy típico en personas con hipocondría o ansiedad centrada en la salud. Lo más importante es saber que no estás sola y que hay tratamiento eficaz, y los psicólogos podemos ayudarte en este camino.

Hola, lo que cuentas es más habitual de lo que parece y entiendo lo angustiante que puede resultar. Cuando sentimos molestias físicas, es fácil que nuestra mente imagine lo peor, y eso puede activar una reacción intensa en el cuerpo. Aunque los síntomas asusten, no significan que estés en peligro.

Con ayuda adecuada, es posible aprender a relacionarte de otra manera con lo que sientes y recuperar tranquilidad en tu día a día. Hay formas de atravesar esto sin quedarte atrapada en el miedo.

Hola, gracias por compartir lo que estás viviendo.

Lo que describes es una experiencia muy común en personas que sufren ansiedad, especialmente cuando esta se manifiesta a través de la hipocondría o ansiedad por la salud. Los síntomas que mencionas (preocupación intensa por tu estado físico, miedo a que te pase algo grave, palpitaciones, sensación de pérdida de control o de que algo terrible va a suceder) son característicos de los ataques de pánico.

Aunque son muy angustiantes, los ataques de pánico no representan un peligro real para la salud física. Sin embargo, sí pueden afectar mucho tu calidad de vida si no se abordan adecuadamente. La buena noticia es que tienen tratamiento, y con la ayuda adecuada se puede aprender a gestionarlos y reducirlos significativamente.

Te animo a que busques apoyo psicológico especializado en trastornos de ansiedad. Trabajar con un profesional puede ayudarte a entender el origen de estos miedos, aprender herramientas para manejarlos y recuperar la tranquilidad que necesitas.

Estás dando un paso importante al preguntar, y eso ya es parte del camino hacia el bienestar.
Un saludo

Gracias por compartirlo
Lo que describes —dolor físico, miedo intenso, pensamientos de que algo grave va a pasar y ataques de pánico— es una experiencia mucho más común de lo que parece, aunque sabemos que puede sentirse muy solitario y desconcertante cuando te pasa. .

Aunque se siente muy real y angustiante, lo que te pasa tiene explicación y se puede trabajar en terapia: Aprender a identificar y regular las sensaciones del cuerpo,
Entender y desactivar los pensamientos de peligro,
Ganar herramientas para salir del círculo de miedo → síntomas → más miedo.

No estás sola, ni estás exagerando.

Con acompañamiento psicológico puedes aprender a manejar esas sensaciones, calmar tu mente y recuperar bienestar.

Cuando estés lista, estoy para ayudarte

Hola. Lo que explicas es algo frecuente. Ante una sensación que interpretas como malestar, te asustas por si es algo grave. Luego te concentras más en este síntoma -para ver si sigue allí-, lo cual hace que lo sientas como más intenso de lo que realmente es, y piensas que está empeorando y te asustas todavía más. Como un círculo vicioso. En estas situaciones es normal hacer algo para intentar recuperar la calma, pero a veces sólo lo empeora a largo plazo. Existen tratamientos eficaces para ello: se trata de cambiar la forma como reaccionas ante estas sensaciones. Si necesotas ayuda especializada puedes contactar conmigo.

Gracias por compartir lo que estás viviendo. Lo que describes encaja con lo que muchas personas experimentan cuando sufren ansiedad con componente hipocondríaco, también conocida como ansiedad por la salud. No estás sola en esto, y lo que sientes tiene explicación.

Es bastante común que, cuando hay una preocupación constante por la salud, cualquier molestia física —por leve que sea— active pensamientos catastróficos, como la idea de estar gravemente enferma o de que algo terrible va a suceder. Esa cadena de pensamientos genera una respuesta de alarma en el cuerpo: se acelera el corazón, cuesta respirar, hay sudoración, temblores o sensación de mareo. Es decir, se desencadena un ataque de pánico.

Aunque todo esto sea “común”, no significa que tengas que vivir así. La ansiedad por la salud se puede tratar y mejorar notablemente con acompañamiento psicológico. Es muy útil trabajar la identificación de los pensamientos automáticos, aprender a regular la respuesta corporal y desarrollar una relación más tranquila con las sensaciones del cuerpo.

Te animo a pedir ayuda profesional. Con apoyo adecuado, puedes recuperar la calma y vivir con menos miedo. Si lo deseas, puedes reservar una cita online conmigo y comenzar a trabajarlo. Estoy aquí para ayudarte.

Buenas tardes, describes muy bien el ataque de pánico, es como una espiral de pensamientos negativos y cada vez crece más el miedo.
Soy psicóloga, la hipocondria es un trastorno que con tratamiento psicológico lo puedes superar, se averigua la causa del trastorno y aprendes a eliminar el miedo a morirte y en su lugar aprendes a adquirir amor por la vida y disfrutar de la vida. Es necesario poner fin a tu trastorno hipocondríaco para dar lugar a pensamientos positivos de la vida
Anímate a hacer terapia y afrontar la vida sin miedo. La psicología tiene las herramientas para combatir la hipocondría.
Saludos

Es completamente comprensible que, tras cuatro años de vivir con esa preocupación constante por tu salud, tu cuerpo reaccione con esa sensación abrumadora.
Sí, lo que describes son síntomas típicos de un ataque de pánico: palpitaciones, sensación de ahogo, miedo a morir… ocurre cuando el sistema de alerta de tu cuerpo se dispara y percibe una amenaza que en realidad no existe o no presenta una gravedad objetivamente real.
Cuanto más temes esos síntomas, más automático se vuelve el ciclo: te pones nerviosa, tu corazón se acelera, eso confirma tu miedo, y así sucesivamente.
Si estos ataques se repiten constantemente o te limitan, la terapia es tu mejor opción.

Hola y gracias por compartir tu experiencia aquí.
Lo que describes es bastante común. Muchas personas sienten ansiedad cuando notan cambios o molestias en su cuerpo, y es natural preocuparse por la salud. A veces esta preocupación es muy intensa y surgen problemas cuando provoca malestar y deterioro (problemas en relaciones, trabajo, etc).
Los síntomas que mencionas durante esos momentos de pánico (sentirte mal, aceleración del corazón, nerviosismo, pensamientos de miedo) son reacciones de tu cuerpo ante la ansiedad intensa. Aunque son muy desagradables, estas sensaciones suelen ser inofensivas en sí mismas.
En definitiva, es normal porque le pasa a muchas personas, pero supone un problema cuando interfiere en tu día a día durante tanto tiempo como mencionas.
La buena noticia es que existen formas de manejar estas situaciones. Hablar con un profesional puede ayudarte a entender mejor lo que te ocurre, aprender técnicas para calmarte cuando empieza la ansiedad y reducir el miedo con el tiempo.

No estás solo/a en esto, y con apoyo adecuado, muchas personas logran sentirse mejor.
Un saludo,
Nuria.

Es completamente normal que, durante un ataque de ansiedad, sientas que te falta el aire, que el corazón se acelera como si fuera a explotar, o incluso que estás a punto de morir. Esa sensación es real para quien la vive, aunque no represente un peligro físico inminente.

Por eso es tan importante conocer las fases de un ataque de pánico: comprender lo que te está ocurriendo te permite afrontarlo con mayor calma y claridad.

Lo primero que necesitas saber es esto: no vas a morir por un ataque de pánico, aunque tu cuerpo y tu mente griten lo contrario. Lo que sí está ocurriendo es que tu sistema de alarma, el mismo que se activa ante un peligro real, está respondiendo a una amenaza que puede ser externa o interna, consciente o no.

La ansiedad es un mensaje. Una señal que el cuerpo utiliza para expresar algo que tal vez no estás pudiendo poner en palabras. Muchas veces, viene a dar forma a lo que hemos intentado reprimir o ignorar.

Escucharla no es rendirse al miedo, sino empezar a entender lo que necesita ser atendido.

Te recomiendo que busques ayuda profesional para explorar ese mensaje que te está enviando el cuerpo desde la somatización. Te mando un fuerte abrazo

Hola, bien por compartir lo que estás viviendo. Lo que describes es más común de lo que parece, y sí, puede estar relacionado con lo que llamamos trastorno de pánico o con ansiedad somática, donde el cuerpo se convierte en el centro del miedo.

Tu cuerpo entra en estado de alarma porque algo dentro de ti siente que hay un peligro, aunque racionalmente sepas que no lo hay. Esta confusión entre cuerpo y mente es algo que trabajamos mucho en terapia, sobre todo desde enfoques que escuchan al cuerpo como el EMDR, la Gestalt o el trabajo terapéutico con el trauma.

Cuando sentimos que podríamos morir o perder el control, no es porque estemos “locas” o exagerando, sino porque hay una parte interna que necesita sentirse segura, acompañada y vista. Detrás de toda angustia hay una historia de desconexión, no de debilidad.

En terapia, trabajamos para que puedas reconocer las señales de tu cuerpo sin que te asusten, entender de dónde viene esa respuesta automática y devolverle al sistema nervioso la capacidad de regularse. Poco a poco se puede aprender a escuchar lo que tu cuerpo te quiere decir, sin entrar en pánico, y desde un lugar más compasivo y enraizado.

No estás sola ni eres la única que lo vive así. Y sí, tiene solución.

Si sientes que es momento de acompañarte en esto, estoy aquí para ayudarte a comprender tu ansiedad, reconectar contigo y recuperar la calma.

Lamento tu situación. Todo problema tiene solución y hay formas de manejar el malestar emocional. Pedir ayuda es valiente y mereces sentirte mejor. Busca apoyo en personas de confianza o profesionales; no estás solo. Aquí tienes información útil.
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o estresantes. Es común sentir ansiedad en momentos importantes, pero cuando este sentimiento se vuelve intenso, persistente o interfiere con la vida diaria, puede considerarse un trastorno de ansiedad. Los síntomas pueden incluir preocupación excesiva, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, palpitaciones, sudoración o sensación de agobio.
Para tratar la ansiedad existen varios enfoques. Entre ellos, la terapia psicológica —especialmente la terapia cognitivo-conductual— es una de las más efectivas, ya que ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos. En algunos casos, las y los profesionales de la salud pueden recomendar medicamentos para regular los síntomas. Además, adoptar hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio regularmente, mantener una alimentación equilibrada, practicar técnicas de relajación y establecer rutinas de sueño, puede contribuir significativamente al bienestar emocional. Recuerda que cada persona es diferente y el tratamiento más adecuado depende de la situación individual; por ello, es importante acudir con especialistas para recibir orientación personalizada.
Podemos analizar juntos tus síntomas de ansiedad y su origen para tratarlos adecuadamente. Te ofrezco una consulta psicológica online gratuita.

Gracias por compartir tu experiencia. Lo que describes encaja con lo que muchas personas sienten cuando padecen ansiedad y ataques de pánico: una interpretación catastrófica de las sensaciones físicas (“me va a pasar algo grave”) que activa más la ansiedad y provoca síntomas como palpitaciones, sudoración, mareo o sensación de pérdida de control.
Es importante que sepas que estos síntomas, aunque son muy intensos y desagradables, no ponen en riesgo tu vida. Sí es recomendable abordarlos con ayuda profesional, porque la ansiedad mantenida en el tiempo puede limitar tu día a día.
En la terapia psicológica trabajamos en identificar y cambiar esos pensamientos que disparan el miedo, aprender técnicas de regulación fisiológica y desarrollar estrategias para manejar la ansiedad de manera más saludable.
Con el acompañamiento adecuado, es posible recuperar la tranquilidad y volver a sentir control sobre tu vida.