Me siento muy insegura con mi cuerpo y eso me bloquea en lo sexual. A veces me cuesta incluso dejar
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Me siento muy insegura con mi cuerpo y eso me bloquea en lo sexual. A veces me cuesta incluso dejar que mi pareja me vea, y otras no logro concentrarme en el placer porque estoy pendiente de mis defectos. Cómo podría trabajar esto para vivir la intimidad de otra manera?
Gracias por compartir algo tan íntimo y tan común: muchas personas sienten inseguridad con su cuerpo y eso puede influir en la vivencia sexual. Lo primero es entender que no estás sola y que lo que te ocurre no significa que tengas “un problema”, sino que tu mente está más pendiente de la autoimagen que de la experiencia de placer.
Algunas ideas que pueden ayudarte:
Conectar con tu cuerpo fuera de lo sexual: dedicar momentos a mirarte, acariciarte, bailar o practicar mindfulness corporal puede favorecer una relación más amable con tu imagen y sensaciones.
Enfocarte en el placer, no en la estética: durante la intimidad, dirigir tu atención a lo que sientes (respiración, caricias, temperatura, ritmo) en lugar de a cómo te ves, ayuda a desplazar la autocrítica.
Pequeños pasos con tu pareja: compartir lo que te pasa, elegir luces tenues, o empezar con situaciones donde te sientas más cómoda, puede darte seguridad progresivamente.
Por supuesto, cada persona es única. Hablar de estas inseguridades y trabajarlas con una sexóloga puede darte herramientas concretas para que la intimidad sea un espacio de disfrute, confianza y libertad. Ese acompañamiento personalizado permite avanzar más rápido y con menos culpa.
Algunas ideas que pueden ayudarte:
Conectar con tu cuerpo fuera de lo sexual: dedicar momentos a mirarte, acariciarte, bailar o practicar mindfulness corporal puede favorecer una relación más amable con tu imagen y sensaciones.
Enfocarte en el placer, no en la estética: durante la intimidad, dirigir tu atención a lo que sientes (respiración, caricias, temperatura, ritmo) en lugar de a cómo te ves, ayuda a desplazar la autocrítica.
Pequeños pasos con tu pareja: compartir lo que te pasa, elegir luces tenues, o empezar con situaciones donde te sientas más cómoda, puede darte seguridad progresivamente.
Por supuesto, cada persona es única. Hablar de estas inseguridades y trabajarlas con una sexóloga puede darte herramientas concretas para que la intimidad sea un espacio de disfrute, confianza y libertad. Ese acompañamiento personalizado permite avanzar más rápido y con menos culpa.
Sin exigirte demasiado, poco a poco ve exponiendo tu desnudo por casa. Cepíllate los dientes desnuda frente al espejo, quizá al principio sea mejor que solo de cintura para arriba. Que eso te lleve a no castigarte, a no mirarte con ojos críticos, sino no aceptando lo que hay. Más allá de paseándote por casa desnuda, primero sola y después con tus hijos o tu pareja. Si además estás en un vestuario de un gimnasio, delante de otras mujeres empieza a desnudarte y a exponer ese cuerpo. Deja de esconderte. Eso es lo peor que puedes hacer.
Es importante trabajar desde una perspectiva de una forma cognitivo conductual, para modificar la conducta, y si hay un bloqueo combinarla con otras técnicas que suele ir bien ante esta problematica tan comíun, no obstante te recomiendo que pidas cita por doctoralia, yo estaré encantado de poderte entender.
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