Amaia Zalbide Urra

Mi nombre es Amaia y soy Licenciada en Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca, habilitada como Psicóloga General Sanitaria por el Ministerio de Salud.

Estudié un posgrado de psicología de Terapia Gestalt (humanista) (FEAP) y actualmente estoy finalizando mi formación de especialización como Psicoterapeuta Gestalt y Psicodinámico en Infancia y Adolescencia (FEAP).

Desde mi infancia, he estado muy sensibilizada en compartir tiempo y acompañar a las personas que mas lo necesitan. Por ello, hace casi 20 años decidí estudiar psicología para poder entender la psique del ser humano y sus relaciones con los otros y con el mundo.

Mientras estudiaba, comencé mi andadura laboral en el ámbito de la protección de la infancia y también a acompañar a infantes con TDAH y sus familias como Entrenadora Cognitiva.

Cuando finalicé mi carrera y volví a mi ciudad natal, seguí adentrándome en el sector de la protección a la infancia y la adolescencia, así como en el de la justicia juvenil.

Esto me ha ayudado a entender más si cabe la importancia e implicación de la infancia y la adolescencia y la familia en el desarrollo y construcción de la psique del adulto, determinando nuestros valores, creencias, gestión emocional y expectativas vitales.

Tras mi andadura por la intervención social, con ilusión y miedo, me decidí a retomar la atención psicológica en la consulta privada.

Mi formación es humanista, entendiendo el acompañamiento psicológico como un lugar seguro en donde poder, respetando el ritmo de cada persona, facilitar un espacio de confianza y sin juicio donde poder mirarnos, sentirnos, cuestionarnos, permitirnos y querernos, con el fin de conseguir una vida sana y plena.

Para ello, el vínculo que se genera entre la persona paciente y la persona profesional es clave para favorecer que puedas sentirte vulnerable para hacerlo.

Entiendo la terapia como un camino que cruzas conmigo donde creamos un espacio tuyo y mío en el que trazamos una plan de intervención para conseguir tu salud mental, con el objetivo final de que adquieras la autonomía suficiente para poder seguir tu camino sin mí.