En la mayoría de los casos, una separación, ruptura o divorcio supone una de las causas de estrés más importantes a las que solemos enfrentarnos en la vida. Indistintamente que los últimos meses hayan sido muy malos, nuestro cerebro nos devuelve a nuestros primeros meses y parece que sólo pensamos en nuestro/a ex.
Al principio, es normal experimentar rabia, frustración, ira, desconcierto, tristeza e incluso un enorme vacío. Puede parecer el fin del mundo, pero tal vez, con el tiempo, lo veas como una oportunidad y no como una tragedia. Piensa que no todas las relaciones funcionan y a veces, terminar una mala relación es mejor que continuar en una relación que en realidad no te satisface.
De la misma manera que ante la pérdida de un ser querido, cuando finaliza una relación de pareja vivimos un proceso de duelo similar ya que, aparentemente, nuestra seguridad se desmorona. Este proceso suele atravesar por diferentes etapas; negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Solo cuando asumimos y aceptamos la ruptura, podremos estar preparados para asumir un nuevo comienzo. A medida que va pasando el tiempo, las heridas comienzan a sanar y muchas personas desean nuevamente embarcarse en segundas relaciones. Estas segundas oportunidades en el amor después de un divorcio pueden ser transformadoras y gratificantes, pero también requieren un enfoque consciente.
Por amor puedes volverte loco, pero con amor, puedes sanarte (Antoni Bolinches).
Intentar rellenar un vacío con una nueva pareja no suele ser una buena idea. Primero piensa en ti, recupérate, encuéntrate y no fuerces ninguna situación solo para rellenar ese vacío. Antes de avanzar hay que sanar. Antes de iniciar una segunda relación, es necesario dedicar tiempo a la sanación personal después del divorcio o ruptura. Las heridas emocionales pueden ser profundas, y es fundamental abordar los sentimientos de pérdida, ira y tristeza que puedan persistir.
Al sanar, se crea espacio para nuevas conexiones basadas en la madurez emocional y la autoconciencia. Permítete sentir y procesar tus emociones sin juzgarte. La tristeza, la rabia y la confusión son reacciones normales después de una ruptura. Acéptalas como parte del proceso de sanación.
A veces, un peligro añadido es la dependencia emocional entendida como un “patrón crónico de demandas afectivas frustradas sobre una persona que intentan satisfacerse mediante relaciones interpersonales de apego patológico” (Valle y Moral, 2018, p. 28). Las personas con predisposición a ser dependientes emocionales suelen tener mayores probabilidades de empezar una nueva relación de forma precipitada con el consiguiente riesgo asociado. No te precipites.
Empezar de cero implica aprender a decir adiós a la etapa anterior y empezar a escribir un nuevo capítulo en nuestra vida. Se trata de cerrar una etapa de manera consciente estableciendo nuevos objetivos y prioridades abriendo nuestra mente a nuevas oportunidades. También es importante que reflexiones sobre los errores del pasado para evitar que vuelvan a producirse.
Antes de iniciar una nueva relación, reflexiona sobre lo que realmente deseas o no en una pareja. Considera tus valores, necesidades y metas personales en función de la etapa del ciclo de vida en el que te encuentras. Esta autoevaluación te ayudará a tomar decisiones más informadas y a evitar repetir patrones dañinos. Reflexionar sobre lo que funcionó y lo que no funcionó en la relación anterior puede ayudar a iniciar una nueva relación de una manera más sana y constructiva.
Las segundas relaciones después de un divorcio o ruptura pueden ser una oportunidad para redescubrir el amor y la felicidad si se abordan con respeto, honestidad y empatía, pueden también ser renovadoras y enriquecedoras.
La sanación personal, la reflexión sobre lecciones pasadas y la comunicación efectiva son pilares fundamentales para construir un futuro motivador e ilusionante en pareja. Recordemos que cada nueva relación es única y merece ser nutrida con cuidado y atención. Empezar de nuevo no es fácil, pero como dice el dicho “un viaje de mil leguas comienza con un primer paso”. Consulta con un psicólogo para resolver cualquier duda. O si lo prefieres pues consultar nuestra guía sobre cómo encontrar tu camino tras un divorcio.
La felicidad de la pareja tiene tres grandes secretos: aprender a elegir, aprender a construir y aprender a corregir (Bolinches, 2019).
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