
Claudia Castilla
Especialista en Contenido Médico
Especialista en Contenido Médico
Si tu médico te ha recomendado un TAC en la mandíbula, dientes o maxilar, es natural que tengas dudas sobre el procedimiento. Este examen por Tomografía Axial Computarizada (TAC) es una herramienta avanzada de diagnóstico por imagen que permite obtener cortes detallados en tres dimensiones de las estructuras óseas y tejidos circundantes de la región maxilofacial.
Se utiliza en una variedad de situaciones, desde la planificación de cirugías dentales hasta la detección de patologías más complejas. En este artículo, te explicaremos en detalle qué esperar del examen, cómo prepararte y cuáles son sus aplicaciones principales.
El TAC de mandíbula, dientes o maxilar es una prueba de imagen que utiliza rayos X para crear reconstrucciones tridimensionales de estas estructuras. A diferencia de una radiografía convencional, que ofrece imágenes bidimensionales, el TAC proporciona una visualización mucho más detallada, lo que resulta fundamental para diagnósticos precisos.
Esta prueba se utiliza en odontología, cirugía maxilofacial y otorrinolaringología, ayudando a los especialistas a evaluar el estado de los huesos, dientes, articulaciones temporomandibulares y otras estructuras anatómicas de la cara.
Este estudio es ampliamente recomendado en diversas situaciones, entre las que destacan:
A diferencia de otros exámenes médicos, el TAC maxilofacial no requiere una preparación compleja. Sin embargo, hay algunos aspectos a considerar:
El procedimiento es rápido y sencillo. Así es como se lleva a cabo:
Este examen tiene varias ventajas respecto a otras pruebas de imagen:
Aunque el TAC es una técnica segura, implica una exposición a radiación ionizante. Por ello, se recomienda solo cuando es estrictamente necesario. Si bien la dosis de radiación es baja, es importante evitar la exposición innecesaria, especialmente en niños y mujeres embarazadas.
En caso de requerir contraste, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas leves o molestias temporales, como sensación de calor o náuseas.
El TAC de mandíbula, dientes o maxilar es una herramienta fundamental en el diagnóstico y planificación de diversos tratamientos odontológicos y maxilofaciales. Su capacidad para generar imágenes tridimensionales detalladas facilita la detección de patologías, la evaluación de la articulación temporomandibular y la colocación de implantes con precisión milimétrica.
Si necesitas someterte a este examen, puedes estar tranquilo: es un procedimiento rápido, indoloro y con mínimos riesgos. No dudes en consultar con tu especialista para resolver cualquier duda y conocer cómo este estudio puede contribuir a tu diagnóstico y tratamiento.
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