Buenas tardes, Al dejar de tomar pranzo, disminuirá mi apetito o se quedará igual? Gracias.

Probablemente disminuya al no seguir dependiendo de un estimulante del apetito. Para que una vez retirado el Pranzo no notes mucho su ausencia, durante el tratamiento es recomendable trabajar sobre el hambre para que tu cuerpo no dependa de un parche.

Es muy importante que durante todo el tratamiento con Pranzo, también hagas un trabajo de educación nutricional con nutricionista y de psicoterapia con psicologo: entre todos te ayudarán a modificar tu relación con la comida y te harán sentir más consciente de lo que es más saludable para ti en concreto. Sin ese trabajo, los fármacos no son eficaces en ningún escenario, solo serían un paliativo temporal. Si ese trabajo de equipo está bien hecho, no volverás a necesitar Pranzo ni otro medicamento.

Hola!, cuando dejes de tomar Pranzo, si que es posible que experimentes algunos cambios. Piensa que es un medicamento estimulante del apetito y tu cuerpo se acostumbra. Aun así cada persona puede reaccionar de manera diferente por eso la mejor opción es trabajar de la mano con un psicologo & nutricionista especialidado.

El Pranzo es un medicamento cuyo principio activo suele ser el olanzapina, un antipsicótico que, entre sus efectos secundarios, puede aumentar el apetito y, como consecuencia, provocar ganancia de peso en algunos pacientes.

Por tanto, al dejar de tomar Pranzo, es probable que su apetito disminuya progresivamente, ya que el medicamento dejará de influir sobre los mecanismos que estimulan el hambre. No obstante, esta respuesta puede variar en función de cada persona, del tiempo que se haya tomado el medicamento y de otros factores individuales.

Es importante que no suspenda el tratamiento por su cuenta, sino que lo haga siempre bajo supervisión médica, ya que la interrupción repentina puede tener efectos adversos.

Buenas tardes, gracias por tu consulta.

Al dejar de tomar Pranzo, es probable que notes una disminución del apetito, ya que este medicamento actúa como estimulante del hambre. Es normal que el cuerpo, al dejar de recibir ese estímulo externo, regrese progresivamente a su estado previo. Sin embargo, la respuesta puede variar en cada persona, dependiendo del tiempo que se haya tomado el medicamento, la dosis y si durante ese tiempo se han trabajado los hábitos alimentarios y la relación con la comida.

Por eso es importante que, mientras se utiliza este tipo de tratamiento, también se cuente con el apoyo de un nutricionista y, si hace falta, de un psicólogo. Esto permite que, al dejar el medicamento, no se dependa de él para mantener una alimentación adecuada y que el apetito pueda autorregularse con mayor naturalidad.

Además, no se debe suspender el tratamiento por cuenta propia. Siempre es necesario hacerlo bajo supervisión médica para evitar efectos adversos.

Un saludo.