Dicen que sólo un porcentaje pequeño de personas con helicobacter pylori tienen síntomas, pero las

Si, efectivamente. Por ello, lo mejor es tratar de erradicarlo siempre y de forma eficaz y segura

Efectivamente. Hay que distinguir entre molestias y daño. El daño es la alteración estructural de la mucosa, que puede estar más o menos inflamada (con gastritis más o menos intensa) o con úlceras o incluso con cáncer. Y las molestias es lo que el paciente percibe como doloroso y que lo atribuye a algo que sucede en su estómago. Sin embargo, no siempre hay correlación entre daño y molestias: hay pacientes con muchas molestias gástricas en las que no vemos que exista daño, inflamación llamativa, cuando hacemos una gastroscopia y tomamos biopsias. Otros, por el contrario, se sorprenden cuando les decimos que tienen gastritis severa o úlceras porque apenas tienen molestias. A menudo vemos Helicobacter en estómagos con escasa o nula inflamación y en estos casos es controvertida la necesidad de erradicación. Pero cuando Helicobacter está dañando la mucosa de forma severa, tenga o no tenga molestias el paciente, conviene erradicar la bacteria.