Hola! Comienzo contando, mi hija tiene 5 años y esta mintiendo muy seguido. Por ejemplos a contado q

Hola. La mentira en la infancia es algo que se da con mucha frecuencia. Es importante saber el porqué. Hay veces que simplemente un niño puede mentir como llamada atención o por celos por ejemplo pero otras veces puede ser por factores de mayor importancia. Una mentira podria esconder algún problema emocional. En cualquier caso es interesante que observes la conducta de la peque y no prestes demasiada atención a esas mentiras si estas son mentiras simples. Si se trata de mentiras más graves en las que implica a terceras personas indicando culpabilidad o intentando hacer daño es importante que le expliquéis las consecuencias que tiene el hecho de mentir y el daño que puede hacer a los demás y que esa mentira tenga algún tipo de repercusión. Yo te recomiendo que si continúa mintiendo con demasiada frecuencia acudas a un profesional de psicología infantil para que aborde el tema desde una perspectiva más personalizada analizando a fondo la situación. Un saludo.

Mi compañera Pepa lo ha explicado perfectamente, dale la importancia que merece, hablale y explicale las consecuencias de sus actos y si persiste en la mentira acude a un profesional.
Un saludo.

Hola. Por lo que comentas, es muy significativo que todas las mentiras vayan dirigidas a figuras masculinas y en concreto a un órgano determinado. Sería importante conocer la relación paterno-filial para poder ahondar en la base del problema.
Sin duda, acudir a la ayuda de un profesional sería imprescindible si esto sigue así.

Estos de acuerdo con las respuestas de mis compañeros/as.
Además me gustaría aclarar que es importante pensar primero en la función de la mentira. ¿Qué tipo de mentiras? ¿En qué circunstancias se dicen?
Los tratamientos conductuales dependen de la función de la mentira y de la severidad del problema. “No existen reglas rígidas y rápidas”, “niveles diferentes necesitan repercusiones distintas”.
Un saludo y gracias por la pregunta

Si la niña por ejemplo ha dibujado al papa de una forma que vea le puedas recriminar como por ejemplo con el tono de voz, ella va a decir que no lo ha pintado y eso no es porque quiera mentir, lo que no quiere es que se lo recriminen.
Hay que tener en cuenta que los niños valoran las mentiras por los resultados, no por la intencionalidad y así las mentiras para ellos no son como para nosotros.
Por poner un ejemplo para un niño es mas mentira decir que han visto un perro tan grande como una vaca que el decir que han sacado buenas notas sin ser cierto; debido a que lo segundo puede ocurrir y no así lo primero.

Buenos días! Estamos de acuerdo a lo que comentan los compañeros en relación a las mentiras y tu preocupación sobre estas, y queríamos añadir algunos aspectos a tener en cuenta sobre tu consulta. Los niños/as muchas veces expresan mediante el juego o dibujos preocupaciones o su malestar emocional, ya que a veces no tienen un manejo del lenguaje tan desarrollado para expresar situaciones complejas. Por ello, cuando observamos dibujos en los que aparecen figuras con "penes" o aspectos sexualizados, es importante evaluarlo con un profesional para poder entender el por qué están apareciendo y delimitar cuál es el origen de esto (abuso sexual, acceso a vídeos sexuales, exploraciones con otros niños...). Esperamos haberte ayudado y quedamos a tu disposición. Un abrazo!

Hola, es adecuado conocer como evolucionan las mentiras, se desarrollan a medida que los niños crecen y adquieren habilidades cognitivas y sociales más complejas. Te explico algunos ejemplos, según las edades y etapas:Etapa preescolar (2-4 años): los niños pueden inventarse historias imaginarias y afirmar que son reales, estas son las mentiras de fantasía. También pueden mentir por evasión, es decir que pueden ocultar la verdad o negar haber hecho algo para evitar que los castiguen.
Edad escolar temprana (5-7 años): a estas edades los niños suelen tener mentiras exageradas, pueden aumentar o disminuir los detalles de una historia para impresionar a otros o llamar la atención. También pueden omitir información relevante o guardar secretos para protegerse o evitar consecuencias.Edad escolar intermedia (8-10 años): a esta edad es común que los niños mientan para evitar castigos o regaños de adultos. Y también, comienzan a decir mentiras sociales pequeñas para encajar mejor con sus iguales o evitar conflictos con ellos.Preadolescencia (11-12 años): en esta etapa del desarrollo prima lo social, por lo que los niños suelen mentir para impresionar a sus iguales. Pueden exagerar sus logros o experiencias para ganar aceptación o admiración de sus compañeros.
Cuando los padres empiezan a detectar que sus hijos mienten, las dudas ante cómo actuar y gestionar las mentiras son muy frecuentes.
¿Debo preocuparme? Esa es una de las más frecuentes. Aclaramos algunas ideas sobre cómo actuar ante las mentiras de los niños. Muchas veces los niños mienten y los padres no saben cómo actuar frente a esas mentiras y hay una duda que se hace muy frecuente: ¿es normal que mienta o debo preocuparme? Lo cierto es que los niños pueden mentir por motivos diferentes, pero detrás de esas mentiras puede esconderse falta de seguridad y miedo, otras veces las mentiras pueden estar ocasionadas por el propio comportamiento de los padres con los hijos y, a veces, las mentiras pueden ser simple fruto de su mundo de fantasía, por eso, es conveniente tratar de analizar el comportamiento del niño y ante qué recurre a las mentiras, además de tener en cuenta su edad.
¿A qué edad aprenden a mentir?
Es difícil determinar una edad o momento concreto en el que los niños aprenden a mentir como tal, pero las mentiras sí están ligadas a un momento clave del desarrollo de los niños: las mentiras están relacionadas con el desarrollo del área lingüística y cognitiva, en concreto, sus funciones ejecutivas. Por tanto, es lógico pensar que a partir de los 2 años podrían aparecer las primeras mentiras, aunque es a los 4 años cuando más del 80%-90% de los niños lo automatiza y forma parte de su repertorio de respuestas. Como decíamos, las mentiras de los niños pueden ser de diferentes tipos o, dicho de otro modo, evolucionan según la edad. Las mentiras se desarrollan a medida que los niños crecen y adquieren habilidades cognitivas y sociales más complejas. Te explico algunos ejemplos, según las edades y etapas:
Etapa preescolar (2-4 años): los niños pueden inventarse historias imaginarias y afirmar que son reales, estas son las mentiras de fantasía. También pueden mentir por evasión, es decir que pueden ocultar la verdad o negar haber hecho algo para evitar que los castiguen.
Edad escolar temprana (5-7 años): a estas edades los niños suelen tener mentiras exageradas, pueden aumentar o disminuir los detalles de una historia para impresionar a otros o llamar la atención. También pueden omitir información relevante o guardar secretos para protegerse o evitar consecuencias. Edad escolar intermedia (8-10 años): a esta edad es común que los niños mientan para evitar castigos o regaños de adultos. Y también, comienzan a decir mentiras sociales pequeñas para encajar mejor con sus iguales o evitar conflictos con ellos. Preadolescencia (11-12 años): en esta etapa del desarrollo prima lo social, por lo que los niños suelen mentir para impresionar a sus iguales. Pueden exagerar sus logros o experiencias para ganar aceptación o admiración de sus compañeros. Por tanto, debemos analizar qué tipo de mentiras son las que cuenta nuestro hijo y entender que las relacionadas con la fantasía son parte de su propio desarrollo y no tienen una intencionalidad, como sí la tienen cuando mienten para evitar una consecuencia o para conseguir algo.
Algo que debemos tener muy claro es que los adultos somos el espejo en el que los niños se miran, por eso, no podemos pedir que no mientan si nosotros lo hacemos, porque cuando “nos pillen” en una mentira quedará desautorizada nuestra petición de que no mientan. Si sabemos que nuestro hijo está mintiendo, es fundamental tener una conversación sobre el tema: si pedimos honestidad, los padres deben ser los primeros que tienen que ser sinceros. Si detectan una mentira es importante tener una conversación con el niño al respecto. La base de una relación es la confianza, así que es importante hablar de ello directamente y escuchar la justificación que tiene sin interrumpirle. A veces perdemos los nervios y recurrimos a técnicas poco apropiadas y cuestionables. Dejar de hablar al niño como castigo o muestra de nuestro enfado es un error. Ya hemos explicado que las mentiras pueden ser de diferente naturaleza, unas son más “inofensivas” y otras tienen cierto propósito o finalidad, que es a las que hay que prestar especial atención. La duda de muchos padres es cuándo deben preocuparse o reaccionar ante ellas. Hay ciertas señales que debemos prestar más atención si las notamos en nuestros hijos:
Si las mentiras son frecuentes.
Si las mentiras tienen que ver con temas serios: no decirte las notas, incidencias del colegio o notas del profesor que nunca llegas a recibir, darse atracones a escondidas, no decirte que está enfermo o que le duele algo, por ejemplo.
Si las mentiras tienen el fin de manipular a los demás.
Si detectamos que sus mentiras tienen que ver con estos puntos es fundamental reaccionar y tener una conversación con el niño para tratar de saber por qué lo hace y esto nos puede dar también pistas de cómo podemos ayudarle: quizá nos oculte las notas porque estamos siendo demasiado exigentes y tiene miedo a decepcionarnos, puede que recurramos a los castigos de forma habitual y esto esté perjudicando la relación con nuestro hijo…analizar su comportamiento puede ayudarnos a analizar también el nuestro.
Espero ayudarte con mi aportación y la de mis compañeros. Un saludo

Buenos días. Sería importante poder analizar qué es lo que le está ocurriendo a su hija. Parece que los dibujos que está haciendo se enmarcan dentro de las diferencias sexuales y puede ser una forma de expresar curiosidad. Yo evaluaría si lo hace en diferentes contextos como en el colegio y ver si ha habido algún cambio. Mucho ánimo!

Entiendo que estás preocupada por la tendencia de tu hija a mentir y por la naturaleza de las mentiras que está contando. La mentira en los niños puede ser una forma de llamar la atención, de expresar emociones, o incluso de experimentar con la fantasía y la creatividad. Aquí hay algunas cosas que podrías considerar al abordar esta situación:

1. Comprender las razones detrás de las mentiras: Habla con tu hija para comprender por qué siente la necesidad de mentir. Puede ser útil hacer preguntas abiertas y escuchar con empatía para comprender sus pensamientos y emociones.

2. Establecer un ambiente de confianza: Es importante que tu hija sepa que puede confiar en ti y que siempre estás allí para escucharla sin juzgarla. Fomenta un ambiente donde la honestidad sea valorada y recompensada.

3. Explorar las emociones: Las mentiras a menudo están vinculadas a emociones subyacentes, como el miedo, la vergüenza o el deseo de llamar la atención. Ayuda a tu hija a identificar y expresar sus emociones de manera saludable.

4. Establecer límites claros: Es importante establecer límites claros en relación con la mentira. Explica por qué la honestidad es importante y cuáles son las consecuencias de no decir la verdad.

5. Modelar comportamiento honesto: Los niños aprenden mucho observando el comportamiento de los adultos. Asegúrate de modelar la honestidad en tus propias interacciones y relaciones.

6. Buscar apoyo profesional si es necesario: Si la situación persiste o te preocupa profundamente, considera buscar la orientación de un psicólogo infantil para obtener orientación adicional.

Recuerda que los niños pasan por diferentes etapas de desarrollo y es posible que esta conducta cambie con el tiempo. La paciencia, el amor y el apoyo son fundamentales en este proceso.

Si necesitas más orientación o apoyo específico, no dudes en preguntar o buscar ayuda profesional. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.

Hola! La prevención en materia de sexualidad en los menores es de suma importancia, ya que permite detectar posibles casos de acoso infantil o la exposición a escenas sexuales. Es crucial no pasar por alto las señales que podrían ser encubiertas bajo mentiras con el fin de captar atención.

Mi recomendación es clara y directa: contacta a un psicólogo infantil para llevar a cabo una evaluación exhaustiva y comprender lo que está sucediendo.

En nuestro gabinete, trabajamos tanto con el menor y sus padres para realizar una evaluación completa, utilizando toda la información disponible. Además, establecemos contacto con la escuela desde el primer momento para abordar la situación de manera integral.

Gracias por leerme y espero haberte orientado correctamente.