Mi hija está apunto de cumplir 3 años y de repente tuvo un episodio fuerte de tartamudez junto con m
7
respuestas
Mi hija está apunto de cumplir 3 años y de repente tuvo un episodio fuerte de tartamudez junto con mucha tensión muscular en cara y cuello movimientos de cuello y desde ese día no deja de tartamudear,una niña que antes hablaba perfectamente y fluidamente..a dejado de hacer tantos tics faciales pero el tartamudeo sigue y estamos muy preocupados
Por lo que describes, lo recomendable es hacer primero una valoración médica. Un inicio repentino de tartamudez acompañado de tensión muscular y tics faciales no siempre se debe solo a un problema de lenguaje; en ocasiones puede tener relación con factores neurológicos que conviene descartar cuanto antes con un pediatra o neuropediatra.
Si la exploración médica no detecta ninguna causa orgánica, entonces sí sería importante trabajar desde la logopedia y la psicología infantil. La tartamudez en niños pequeños puede mejorar mucho con intervención temprana, ofreciendo pautas para reducir la tensión al hablar y reforzar su seguridad. Mientras tanto, intentad no corregirla constantemente ni anticipar sus palabras: darle calma y tiempo es fundamental.
Si la exploración médica no detecta ninguna causa orgánica, entonces sí sería importante trabajar desde la logopedia y la psicología infantil. La tartamudez en niños pequeños puede mejorar mucho con intervención temprana, ofreciendo pautas para reducir la tensión al hablar y reforzar su seguridad. Mientras tanto, intentad no corregirla constantemente ni anticipar sus palabras: darle calma y tiempo es fundamental.
Buenos días, le ruego que acuda a su pediatra cuanto antes para descartar posibles causas médicas y una vez descartadas, que solicite una valoración psicológica en un centro o consulta a la que le resulte cómodo asistir con regularidad.
Un cordial saludo
Un cordial saludo
A veces, cuando un niño atraviesa un cambio en su manera de hablar, los padres se sienten desconcertados y angustiados. El tartamudeo no siempre tiene una sola causa: puede aparecer de manera transitoria en el desarrollo del lenguaje, o bien estar ligado a momentos de tensión emocional.
Françoise Dolto decía que “cuando el niño no puede decir algo con palabras, su cuerpo lo expresa de otro modo”. En este sentido, los tropiezos en el habla pueden ser una forma en que tu hija está manifestando algo de lo que vive en su interior.
Lo más importante es acompañarla con paciencia, sin presionarla ni corregirla en exceso, para que se sienta segura de expresarse. Consultar con un profesional puede ayudarte a comprender mejor qué lugar ocupa este síntoma ahora y cómo acompañarla de la mejor manera.
Françoise Dolto decía que “cuando el niño no puede decir algo con palabras, su cuerpo lo expresa de otro modo”. En este sentido, los tropiezos en el habla pueden ser una forma en que tu hija está manifestando algo de lo que vive en su interior.
Lo más importante es acompañarla con paciencia, sin presionarla ni corregirla en exceso, para que se sienta segura de expresarse. Consultar con un profesional puede ayudarte a comprender mejor qué lugar ocupa este síntoma ahora y cómo acompañarla de la mejor manera.
Comprendo vuestra inquietud, es natural que un cambio tan brusco en el habla de vuestra hija genere preocupación. A los tres años es relativamente frecuente observar disfluencias en el habla, pero en este caso, al ir acompañadas de tensión muscular y tics, es recomendable realizar una valoración profesional más detallada.
Como psicóloga general sanitaria, os animaría a que, en primer lugar, lo comentéis con vuestro pediatra y podáis contar también con un logopeda especializado en tartamudez infantil. Una detección y acompañamiento tempranos son fundamentales para favorecer una buena evolución. Mientras tanto, es positivo que en casa se mantenga un ambiente tranquilo, evitar corregirle continuamente o presionarle cuando habla, y mostrar paciencia y escucha activa para que se sienta segura y confiada al comunicarse.
Como psicóloga general sanitaria, os animaría a que, en primer lugar, lo comentéis con vuestro pediatra y podáis contar también con un logopeda especializado en tartamudez infantil. Una detección y acompañamiento tempranos son fundamentales para favorecer una buena evolución. Mientras tanto, es positivo que en casa se mantenga un ambiente tranquilo, evitar corregirle continuamente o presionarle cuando habla, y mostrar paciencia y escucha activa para que se sienta segura y confiada al comunicarse.
Es muy angustioso, lo entiendo. Hay que saber que la tartamudez que aparece entre los 2 y 5 años suele estar relacionada con el desarrollo evolutivo: durante los “picos” del desarrollo del lenguaje muchos niños y niñas presentan periodos de disfluencia antes de integrar nuevas estructuras y volver a la fluidez. Sin embargo, si la disfluencia persiste, empeora, va acompañada de mucha tensión, movimientos anómalos o afecta al bienestar del niño, conviene valoración profesional y, si procede, intervención temprana. Lo que podéis hacer ahora es:
- Mantener la calma y no mostrar preocupación visible frente a la niña.
- Darle tiempo para hablar: escuchad con atención y esperad a que termine.
- Comentad el contenido de lo que dice, no la forma: “¡Qué bien que me cuentas tu dibujo!” en vez de “Habla más despacio”.
- Evitad corregir, acabar sus frases o pedirle que “respire” o “hable más despacio”. Eso suele aumentar la tensión, que es justamente lo que queremos evitar.
_ Podéis decirle: “Tómate tu tiempo, mamá/papá te escucha”, “Me gusta lo que me cuentas”, “No pasa nada, a veces las palabras salen con tropiezos”.
Pediría consulta si ocurre cualquiera de estas cosas:
- La tartamudez no mejora o empeora tras unas semanas/meses.
- La niña muestra mucha tensión facial/respiratoria o conductas de evitación, se frustra o evita hablar.
- Hay antecedentes familiares de tartamudez.
- Aparecen otros signos neurológicos (p. ej. problemas para tragar, descontrol motor marcado) o los movimientos (tics) persisten/son prominentes.
A quién acudir y por qué
- Pediatra: para valoración inicial y, si procede, derivación a logopeda (o servicio de Atención Temprana / Salud Infantil).
- Logopeda: evaluación específica de la fluidez, tensión y recomendaciones de intervención.
- Neuropediatra/Neurología o Salud Mental infantil sólo si hay otros síntomas neurológicos relevantes o tics muy prominentes que no mejoran. Estudios muestran que tics y problemas de fluidez pueden coexistir y requieren valoración conjunta.
En resumen, es bastante habitual que niños entre 2–5 años pasen por periodos de tartamudeo mientras su lenguaje y coordinación motora se desarrollan; la mayoría mejora sola. Por eso vigilamos, aplicamos estrategias en casa para reducir la presión al hablar y pedimos valoración por logopedia si no hay mejora en unas semanas/meses o si la niña se frustra o muestra mucha tensión.
- Mantener la calma y no mostrar preocupación visible frente a la niña.
- Darle tiempo para hablar: escuchad con atención y esperad a que termine.
- Comentad el contenido de lo que dice, no la forma: “¡Qué bien que me cuentas tu dibujo!” en vez de “Habla más despacio”.
- Evitad corregir, acabar sus frases o pedirle que “respire” o “hable más despacio”. Eso suele aumentar la tensión, que es justamente lo que queremos evitar.
_ Podéis decirle: “Tómate tu tiempo, mamá/papá te escucha”, “Me gusta lo que me cuentas”, “No pasa nada, a veces las palabras salen con tropiezos”.
Pediría consulta si ocurre cualquiera de estas cosas:
- La tartamudez no mejora o empeora tras unas semanas/meses.
- La niña muestra mucha tensión facial/respiratoria o conductas de evitación, se frustra o evita hablar.
- Hay antecedentes familiares de tartamudez.
- Aparecen otros signos neurológicos (p. ej. problemas para tragar, descontrol motor marcado) o los movimientos (tics) persisten/son prominentes.
A quién acudir y por qué
- Pediatra: para valoración inicial y, si procede, derivación a logopeda (o servicio de Atención Temprana / Salud Infantil).
- Logopeda: evaluación específica de la fluidez, tensión y recomendaciones de intervención.
- Neuropediatra/Neurología o Salud Mental infantil sólo si hay otros síntomas neurológicos relevantes o tics muy prominentes que no mejoran. Estudios muestran que tics y problemas de fluidez pueden coexistir y requieren valoración conjunta.
En resumen, es bastante habitual que niños entre 2–5 años pasen por periodos de tartamudeo mientras su lenguaje y coordinación motora se desarrollan; la mayoría mejora sola. Por eso vigilamos, aplicamos estrategias en casa para reducir la presión al hablar y pedimos valoración por logopedia si no hay mejora en unas semanas/meses o si la niña se frustra o muestra mucha tensión.
Hola. Te diría que pidas cita en neurología. Saludos.
En este caso te diría que lo primero es realizar una valoración médica para descartar cualquier problema orgánico. Si con pruebas médicas se descarta esto, una posibilidad es que sea ansiedad. Habría que revisar los diferentes contextos en los que se desenvuelve la niña para saber que puede estar generando estos desajustes.
Un abrazo.
Un abrazo.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.