Artículos 04 marzo 2024

Abuso sexual infantil: prevención y tratamiento

Mª Azucena González Psicólogo
Mª Azucena González
Psicólogo

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El abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes es una de las peores formas de violencia contra la niñez y adolescencia. A pesar de que constituye un problema creciente en el mundo, generalmente no son detectados ni denunciados.

En la mayoría de los casos detectados no suele haber lesiones físicas que funcionen como indicios para determinar quién fue el agresor ni hay una conducta específica o prototípica que los niños víctimas presenten. Tampoco suele haber testigos, ya que quien comete un abuso sexual suele hacerlo a escondidas. Todos estos factores, sumados a mitos enraizados y prejuicios culturales que operan en detrimento de los niños, hacen que el diagnóstico y posterior denuncia sean una tarea compleja.

Las víctimas de abuso sexual con frecuencia callan por: miedo, culpa, impotencia, desvalimiento, vergüenza. Suelen experimentar un trauma peculiar y característico de este tipo de abusos: se sienten cómplices, impotentes, humillados y estigmatizados.

Estudios recientes señalan otro dato preocupante: entre el 20 y el 40% de los abusos sexuales son cometidos por niños mayores, adolescentes y personas con menos de 21 años. A la luz de estas cifras cobran importancia los programas de detección temprana y tratamiento dirigidos tanto a las víctimas como así también a aquellos niños que en la infancia presentan una conducta sexual problemática. Sin tratamiento existen riesgos de que los últimos puedan llegar a ser agresores sexuales en su vida adulta.

¿Qué es el abuso sexual contra un menor?

El abuso sexual infantil se refiere a cualquier actividad sexual en la que un adulto o una persona mayor utiliza a un niño o niña para su propia gratificación sexual. Esto puede incluir:

  • Tocamientos inapropiados.
  • El coito interfemoral (entre los muslos).
  • La penetración sexual o su intento, por vía vaginal, anal y bucal aún cuando se introduzcan objetos.
  • Exhibicionismo y el voyeurismo.
  • Mostrar material sexual explícito.
  • Actitudes intrusivas sexualizadas, como efectuar comentarios lascivos e indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los menores.
  • La exhibición de pornografía. En ocasiones, disfrazada como “educación sexual”.
  • Instar a que los menores tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales.
  • Contactar a un menor vía internet con propósitos sexuales (grooming).

El abuso sexual infantil es una violación GRAVE de los derechos de los niños y puede tener consecuencias físicas, emocionales y psicológicas profundas y duraderas para las víctimas. Es importante denunciar cualquier sospecha de abuso sexual infantil a las autoridades competentes para proteger a los niños y brindarles el apoyo necesario.

¿Quiénes pueden ser víctimas de abuso sexual?

Cualquier menor puede ser víctima de abuso sexual, independientemente de su edad, género, etnia y nivel sociocultural.

¿Cómo identificar a un agresor sexual?

No existe una manera de saber, a partir del tipo de personalidad o la conducta social, si una persona es o no un agresor sexual de menores.

Según un informe realizado por ‘Save The Children’, más del 25% de los niños y niñas en España han sido víctimas de maltrato por parte de sus padres, madres o cuidadores, otro dato comparativo menciona que 8 de cada 10 casos de agresión sexual, el agresor es una persona conocida o del entorno familiar. Por lo tanto, los agresores sexuales circulan disimulados en el entorno familiar y social. Las estadísticas indican que la mayoría de los abusadores son varones heterosexuales adaptados socialmente.

¿Cuáles son las señales que puedan hacer sospechar que sean víctimas?

Los indicadores de abuso sexual infantil pueden variar en cada niño y no todos los niños muestran los mismos signos. Sin embargo, algunos posibles indicadores de abuso sexual infantil pueden incluir:

  • Cambios en el comportamiento: comportamiento regresivo, miedo, aislamiento, agresividad, cambios repentinos en el estado de ánimo, pesadillas o dificultad para dormir.
  • Conductas sexuales inapropiadas para su edad: conocimiento o interés excesivo en temas sexuales, juegos sexuales con otros niños o juguetes, dibujos o escritos de contenido sexual explícito.
  • Problemas físicos inexplicables: dolor, irritación o lesiones genitales, dificultades para caminar o sentarse, infecciones de transmisión sexual, sangrado vaginal o anal sin causa aparente.
  • Cambios en el rendimiento escolar: disminución del rendimiento académico, falta de concentración, evitación de actividades escolares o sociales, ausentismo escolar o comportamiento disruptivo.
  • Cambios en los patrones alimentarios: pérdida o aumento de peso significativo sin razón aparente, cambios en los hábitos alimentarios como la negativa a comer o el atracón compulsivo.
  • Miedo o evitación de ciertas personas o lugares: evitar estar con ciertos adultos, rechazar la interacción física, mostrar temor o ansiedad al encontrarse en situaciones o lugares específicos.
niño sentado sofa camisa cuadros colores manos cara abuso El abuso sexual infantil es una **violación GRAVE de los derechos de los niños** y puede tener consecuencias físicas, emocionales y psicológicas profundas.

¿Hay diferentes tipos de abuso sexual infantil?

Sí, existen diferentes tipos de abuso sexual infantil. A continuación, te mencionaré algunos de los más comunes:

  • Contacto sexual: involucra cualquier tipo de contacto físico no consensuado con un niño, como tocamientos inapropiados en sus partes íntimas, besos forzados o penetración.
  • Explotación sexual: implica utilizar a un niño en actividades sexuales para la producción de material pornográfico, como fotografías, videos o espectáculos en línea.
  • Exhibicionismo: consiste en mostrar los órganos genitales a un niño con fines sexuales o exponerse a ellos.
  • Prostitución infantil: se refiere a la explotación sexual comercial de niños, en la que se les obliga o se les induce a participar en actividades sexuales a cambio de dinero o bienes.
  • Grooming: es el proceso en el que un adulto establece una relación de confianza y manipulación con un niño con el objetivo de abusar sexualmente de él. Esto puede incluir engañar, seducir o manipular emocionalmente al niño.
  • Pornografía infantil: implica la producción, distribución o posesión de material visual o escrito que representa a niños en actividades sexuales explícitas.

Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de abuso sexual infantil que pueden ocurrir.

¿Cómo podemos prevenirlo?

La prevención del abuso sexual infantil es fundamental y requiere la participación de todos, incluidos padres, cuidadores, educadores y la comunidad en general. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar para prevenir el abuso sexual infantil:

  • Educación y concienciación: aprende sobre el abuso sexual infantil, sus señales de alerta y cómo prevenirlo. Comparte esta información con otros padres, cuidadores y niños para crear conciencia y promover la seguridad infantil.
  • Comunicación abierta: fomenta una comunicación abierta y honesta con tus hijos. Enséñales sobre su cuerpo, los límites personales y la importancia de decir “no” si se sienten incómodos. Anímalos a hablar contigo si alguien los hace sentir incómodos o les hace daño.
  • Establecimiento de límites y normas claras: establece límites y normas claras sobre el comportamiento adecuado y los límites personales. Enseña a tus hijos a reconocer y respetar sus propios límites y los de los demás.
  • Supervisión: supervisa de cerca a tus hijos y conoce a las personas con las que interactúan. Establece reglas sobre el uso de internet y las redes sociales, y mantente atento a cualquier señal de comportamiento inapropiado.
  • Identificación de adultos de confianza: ayuda a tus hijos a identificar a los adultos de confianza a quienes pueden acudir si necesitan ayuda. Anímalos a buscar apoyo y brinda información sobre los recursos disponibles, como líneas de ayuda o servicios de asesoramiento.
  • Promoción de la seguridad en entornos escolares y comunitarios: trabaja en conjunto con las escuelas y organizaciones locales para implementar políticas y programas de prevención del abuso sexual infantil. Asegúrate de que se realicen verificaciones de antecedentes y capacitación adecuada para el personal que trabaja con niños.

Recuerda que la prevención del abuso sexual infantil es una responsabilidad compartida.** La educación, la comunicación abierta y la promoción de entornos seguros son clave para proteger a los niños y prevenir este tipo de abuso.** No dudes en pedir ayuda a un psicólogo. También puedes consultar nuestra guía y resolver todas las dudas que tengas: Abuso y violencia sexual: un enfoque integral para la sanación y la prevención.

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