Artículos 09 enero 2024

¿Qué es el abuso sexual? Signos y síntomas emocionales, físicos y conductuales

Mònica Espinasa Busquets Psicólogo
Mònica Espinasa Busquets
Psicólogo

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El abuso sexual es un problema de salud pública que refleja una violación de los derechos humanos en miles de personas alrededor del mundo, sobre todo niños y adolescentes (Pinto, 2014). La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009) define el abuso sexual como el involucramiento de un individuo en una actividad sexual ocurrida sin su consentimiento o bajo la coacción de una de las partes involucradas.

Actualmente, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2023) en España, los abusos y agresiones sexuales (tanto en adultos como en menores) están al orden del día; realizándose un total de 161 condenas por tales hechos en adultos y 389 en menores de 16 años durante el 2022. Además, Echeburúa y Subijana (2008) afirman que sólo se denuncia un 15% de los casos debido a la dureza del proceso judicial y/o a la coacción ejercida por el abusador.

mujer joven morena sentada suelo cama abuso sexual Cuánto menor edad tiene la víctima, mayor impacto tendrá esta vivencia.

¿Qué implica haber experimentado un abuso sexual?

En primer lugar, debemos señalar que no existe una sintomatología clara y específica para detectar posibles abusos sexuales. En psicología, estos son considerados como experiencias traumáticas en la vida del individuo a las que deberá enfrentarse según su personalidad, resiliencia y concepción de su mundo exterior e interior. Por ese motivo, los datos epidemiológicos son variables, señalando el impacto de un abuso sexual dependerá de diversos factores (Cantón-Cortés y Cortés, 2015):

  • Su gravedad: la duración en el tiempo, si existen lesiones físicas, etc.
  • El agente causal (quién lo realiza): existe un mayor impacto cuando el abusador es un familiar o alguien con un vínculo afectivo fuerte con él/ella.
  • La existencia de estrategias de afrontamiento permite reestructurar la experiencia traumática, disminuyendo la autoinculpación y, consecuentemente, el impacto del trauma.
  • Una comunicación efectiva, el sentido de dignidad personal, buenas expectativas de futuro, habilidades sociales, buena autoestima o el pensamiento crítico, son otras de las características de personalidad que permiten amortizar el impacto del abuso (Pinto, 2014).
  • La existencia de vínculos con apego seguro también son factores reductores del impacto.

Es importante destacar que tales factores no actúan de forma aislada, más bien establecen una red funcional que determinará la atenuación de la vivencia traumática. Como podéis imaginar, cuánto menor edad tiene la víctima, mayor impacto tendrá esta vivencia, ya que su sistema cognitivo y afectivo está en fases de desarrollo y, posiblemente, no ha tenido tiempo de elaborar tales estrategias.

Es entonces cuando aparece el riesgo de desarrollar trastornos como:

Esos trastornos son los que suelen llegarnos a consulta, ya que muchas veces las personas ni siquiera son conscientes de haber sufrido un abuso sexual en el pasado debido a la mágica y protectora capacidad de nuestro cerebro para esconder en un recoveco de nuestra memoria emocional aquellos hechos de elevado impacto emocional que han podido ser causantes de una ruptura total de nuestras creencias y la forma en cómo observamos nuestro entorno.

Trabajar única y exclusivamente un abuso sexual en terapia es no prestar atención a todos los aspectos del individuo. Debemos tener claro que la experiencia de abuso sexual es un trauma en la historia de vida del paciente, pero no por ello es la explicación del porqué actúa, piensa y siente así. Debemos trabajar todas y cada una de sus experiencias traumáticas, comprender su forma de ser, cómo entiende el mundo, su forma de vincularse con otros y consigo mismo/a, será necesario comprender cada una de las experiencias, reelaborándolas y fomentando una nueva lectura que permita, a esa persona, vivir sin malestar. No dudes en pedir cita con un psicólogo si ha sufrido abuso sexual.

Referencias
  • Cantón-Cortés, D., & Cortés, M. R. (2015). Consecuencias del abuso sexual infantil: una revisión de las variables intervinientes. Anales de Psicología, 31(2), 552-561.
  • INE. (2023). Resultados Nacionales de condenas por delitos sexuales. Madrid: Instituto Nacional de Estadística.
  • Echeburúa, E. (2020). Abusos sexuales en la infancia: ¿por qué se recuerdan o revelan años después?. Revista Mexicana de Psicología, 37(2), 67-76.
  • Echeburúa, E., & Subijana, I. J. (2008). Guía de buena práctica psicológica en el tratamiento judicial de los niños abusados sexualmente. International Journal of Clinical and Health Psychology, 8(3), 733-749.
  • Lamoureux, B. E., Palmieri, P. A., Jackson, A. P., & Hobfoll, S. E. (2012). Child sexual abuse and adulthoodinterpersonal outcomes: Examining pathways for intervention. Psychological Trauma: Theory, Research, Practice, and Policy, 4(6), 605
  • Pinto, C. (2014). Resiliencia psicológica: Una aproximación hacia su conceptualización, enfoque teóricos y relación con el abuso sexual infantil. Summa Psicológica UST, 11(2), 19-33.

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