Como farmacéutico y nutricionista, y después de más de 25 años en consulta, he aprendido la importancia de que en determinadas patologías, el tratamiento farmacológico y el dietético vayan de la mano. Un ejemplo claro de esta necesidad sería el tratamiento en la candidiasis intestinal.
Lo primero que tengo que recalcar es que, si tienes síntomas o sospechas de candidiasis, por favor, consulta a tu médico. Él será el que te diagnostique y paute el tratamiento. Mi papel aquí es ayudarte a entender cómo la comida puede ser tu gran aliada para restablecer el equilibrio, un proceso que es tan vital como cualquier terapia farmacológica.
La Cane/id’a albicans es en esencia, una levadura que vive de forma natural en nuestro cuerpo. El problema empieza cuando, ya sea por estrés, por ciertos medicamentos o malos hábitos alimentarios, prolifera demasiado desequilibrando esa compleja comunidad de microorganismos que llamamos microbiota. Nuestro objetivo dietético es doble: quitarle el alimento a la Candida y al mismo tiempo, reforzar a nuestras bacterias buenas.
Si queremos frenar el crecimiento de este hongo, debemos ser muy estrictos con aquello de lo que se alimenta. El principal culpable es, sin Iugar a dudas, el azúcar, en todas sus formas. Para ello debemos de vigilar estos grupos de alimentos:
En mi experiencia, la reducción drástica de azúcares y harinas refinadas es el primer paso donde los pacientes notan una mejoría significativa. No es una dieta restrictiva por gusto, sino una estrategia para desarmar a la Candida. Siempre insisto que esta eliminación inicial de estos grupos de alimentos no significa que debamos de suprimirlos para siempre, es algo temporal. Por supuesto que se irán re-introduciendo en la dieta, una vez que haya sido superada la candidiasis intestinal.
Por otro lado, y para ayudar a nuestro cuerpo a controlar la situación, necesitamos una dieta rica en nutrientes que promueva el crecimiento de la flora beneficiosa y que aporte compuestos con efecto antifúngico natural.
Acabaré insistiendo en la idea de que la dieta anti-candidiasis es una herramienta poderosa que, junto al tratamiento farmacológico, ofrece el mejor camino hacia la recuperación de la salud intestinal. Además de ayudar a sanar el intestino puede ser la palanca que nos mueva a adoptar un estilo de dieta saludable basado en nuestra dieta mediterránea. No dudes en pedir cita con un nutricionista si estás sufriendo candidiasis intestinal.
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