Anna Paré Vidal
Dietista Nutricionista
El colon irritable, o mejor conocido en el ámbito médico como síndrome del intestino irritable (SII), es uno de los trastornos digestivos funcionales más comunes. Se estima que afecta a un 10% de la población, es más frecuente en las mujeres y en edades de entre 20 y 50 años.
Se caracteriza por dolor abdominal recurrente asociado a cambios en el ritmo intestinal, sin que haya una causa que pueda ser evidenciada por las pruebas diagnósticas habituales. Esto significa que, aunque los síntomas pueden ser muy molestos, no hay lesiones visibles en el colon.
Aunque se desconoce la causa exacta del colon irritable, se sabe que las personas que lo padecen son especialmente sensibles a los estímulos y al dolor. Asimismo, el estrés y la ansiedad son potentes desencadenantes puesto que hay una fuerte interacción entre sistema nervioso e intestino.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del colon irritable?
Los síntomas del colon irritable pueden variar entre personas, pero los más comunes incluyen los siguientes:
- Dolor o molestia abdominal, que suele aliviarse tras la defecación.
- Alteraciones en la frecuencia y consistencia de las deposiciones (diarrea, estreñimiento ambos de manera alternante).
- Sensación de hinchazón o distensión abdominal.
- Gases o flatulencia.
- Sensación de evacuación incompleta.
Son síntomas que pueden tener un impacto muy significativo en la calidad de vida de las personas que los padecen, que en ocasiones planifican sus actividades según tengan o no un baño cerca por si tienen que ir de urgencia.
En muchos casos, los pacientes sufren otras enfermedades digestivas como dispepsia, así como otros cuadros de dolor como fibromialgia, dolor de cabeza o dolor pélvico.
Tipos de colon irritable
Según el tipo de alteración del tránsito intestinal y la consistencia de las heces, se conocen cuatro tipos de colon irritable:
- Con predominio de estreñimiento
- Con predominio de diarrea
- De tipo mixto, con alternancia de estreñimiento y diarrea
- De tipo indeterminado cuando el patrón de las deposiciones es intermedio y no puede clasificarse como diarrea ni estreñimiento
El colon irritable es una condición crónica, pero con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden controlarse.¿Qué causa el SII?
No hay una causa única, pero se han identificado varios factores que contribuyen a su aparición:
- Alteraciones en la motilidad intestinal: el tránsito intestinal puede ser más rápido (diarrea) o más lento (estreñimiento).
- Hipersensibilidad visceral: los nervios del intestino responden de forma exagerada a estímulos normales, generando dolor o malestar.
- Disbiosis intestinal: se considera que uno de los principales factores es un desequilibrio en la microbiota intestinal que afecta negativamente la función de la barrera intestinal y activa el sistema inmunitario.
- Estrés y factores emocionales: la conexión intestino-cerebro juega un papel importante en la regulación del sistema digestivo y la hipersensibilidad visceral.
- Factores dietéticos: algunos alimentos pueden desencadenar o agravar los síntomas.
¿Cómo saber si tengo colon irritable?
Para saber si tienes colon irritable es preciso acudir al médico. El diagnóstico se basa en los criterios de Roma IV, que establecen que una persona tiene el síndrome del intestino irritable si presenta dolor abdominal recurrente al menos 1 día a la semana en los últimos 3 meses, relacionado a dos o más de los siguientes síntomas:
- Con la defecación.
- Con un cambio en la frecuencia de las deposiciones.
- Con un cambio en la forma o apariencia de las heces.
Es preciso realizar una minuciosa historia clínica y descartar otras enfermedades digestivas que puedan provocar síntomas similares. Entre ellas, enfermedad celíaca, intolerancias alimentarias, SIBO o enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerosa, diverticulitis o enfermedad de Crohn.
Y siempre hay que acudir al médico ante síntomas de alarma como la presencia de sangre en heces, fiebre recurrente o una pérdida de peso involuntaria.
¿Cómo debe ser la dieta para el colon irritable?
La dieta juega un papel clave en el control de los síntomas. En primer lugar, se recomienda evitar los alimentos ultraprocesados, las bebidas azucaradas y carbonatadas, así como las bebidas alcohólicas.
Además, son aconsejables ciertas modificaciones en la alimentación y seguir por un periodo controlado de tiempo una dieta baja en FODMAPs, un tipo de dieta diseñado por la Universidad de Monash (Australia) en la que se reduce la ingesta de alimentos con hidratos de carbono que fermentan fácilmente en el intestino delgado.
Entre estos alimentos se encuentran ciertas frutas como pera, manzana y melocotón, verduras como ajo, cebolla, coles y alcachofas, legumbres, cereales como el trigo y lácteos con lactosa.
En caso de estreñimiento, es conveniente seguir una hidratación adecuada y aumentar el aporte de fibra soluble como la que se encuentra en la avena, las semillas de chía y linaza, o el psyllium.
La dieta baja en FODMAPs debe seguirse durante un tiempo de 4 a 8 semanas y luego empezar una reintroducción pautada y personalizada de alimentos.
¿El colon irritable se cura?
El colon irritable es una condición crónica, pero con el tratamiento adecuado, los síntomas pueden controlarse y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.
Dado que el eje intestino-cerebro es de gran importancia en estas personas, técnicas que ayuden a una mejor gestión del estrés como la meditación, ejercicios de respiración o el yoga pueden ser útiles.
El síndrome del intestino irritable es un trastorno frecuente, pero manejable. Con un enfoque integral que incluya cambios en la dieta, control del estrés y, si es necesario, medicación, muchas personas logran llevar una vida sin molestias digestivas. Si tienes dudas sobre tu caso particular, consulta con un nutricionista.
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