
En España, en los hospitales públicos, uno de cada cuatro bebés nace por cesárea en los hospitales públicos, y la cifra es aún mayor en los centros privados. El Ministerio de Sanidad en su Informe Anual del SNS 2023 revela que en el año 2022 la tasa de cesáreas en la sanidad pública fue del 22,4%, mientras que en la privada fue del 34,5%. Los expertos opinan que es una tasa demasiado elevada, y apuntan como causas a madres gestantes más mayores (más de 35), mayor número de procesos de reproducción asistida y patologías subyacentes a la gestación (diabetes gestacional, preeclampsia, endometriosis, etc).
En este artículo, hablaremos sobre estos cuidados en la recuperación de un parto por cesárea desde el primer día en el que el bebé llega al mundo.
El parto por cesárea puede darse de dos formas, principalmente: de manera programada (en caso de patologías conocidas previas al parto, colocación del bebé en posición podálica, macrosomía fetal, etc) o de manera urgente (disminución del bienestar fetal o de la madre, inducciones fallidas, partos muy largos y sin avance, etc).
Sea de la manera que sea, el proceso es quirúrgico, en el que se realiza una incisión abdominal en el tercio inferior del abdomen, donde se separan siete capas de tejido: piel, tejido subcutáneo y graso, fascia, tejido muscular, peritoneo, útero y saco amniótico. La recuperación implicará no solo la cicatrización externa visible, sino también la de las capas internas, que son igual de importantes.
Uno de los objetivos de la recuperación postparto en caso de cesárea es, entre otros, devolver la funcionalidad al complejo abdomino-lumbo-perineal (o comúnmente llamado CORE), clave para la estabilidad corporal. En este proceso, la cicatriz de la cesárea cobra un papel central, ya que, si no se trata adecuadamente, puede generar adherencias, dolor o rigidez.
En los primeros días, la incisión es aún una herida reciente. Por ello, los cuidados se centran en protegerla y favorecer una recuperación inicial saludable.
Una vez hayan pasado las primeras 3-4 primeras semanas de la cesárea, la herida habrá pasado a ser cicatriz, y a partir de aquí y siempre que los puntos estén curados, se puede iniciar el proceso de tratamiento directo de la cicatriz.
Una vez cumplida la cuarentena, la recuperación tendrá como objetivo específico restaurar la funcionalidad del complejo abdomino-lumbo-perineal. Este proceso es importante que sea acompañado por profesionales especialistas en suelo pélvico como fisioterapeutas y entrenadores físicos.
Dentro del campo de la fisioterapia, las pautas específicas de tratamiento dependerán de cada caso, siendo las más trabajadas:
La recuperación tras una cesárea requiere tiempo, paciencia y cuidados específicos que no solo se centran en la cicatriz visible, sino también en la funcionalidad global del cuerpo. Es importante escuchar las necesidades del propio cuerpo y acudir a profesionales especializados que guíen el proceso. Conocer la información sobre los cuidados específicos es clave en el proceso de recuperación, lo que transmitirá calma y paciencia.
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