Artículos 15 diciembre 2025

Sedentarismo y lumbago: cómo tu silla puede ser tu peor enemigo

Carlos Rabal Conesa Fisioterapeuta, Osteópata
Carlos Rabal Conesa
Fisioterapeuta, Osteópata

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El lumbago, también conocido como dolor lumbar, es una condición que se manifiesta con dolor en la parte baja de la espalda. Este dolor puede variar desde una molestia leve hasta un dolor agudo y debilitante que impide la ejecución normal de las actividades diarias.

Causas del lumbago relacionado con el sedentarismo

El sedentarismo puede desencadenar el lumbago a través de varias vías. En primer lugar, estar sentado durante períodos prolongados puede provocar una postura encorvada. Esta posición ejerce presión sobre los discos intervertebrales, lo que puede causar desgaste y dolor.

Además, una mala postura prolongada puede provocar el acortamiento de los músculos de la cadera y el debilitamiento de los músculos abdominales, ambos cruciales para el soporte de la espalda.

Otro factor significativo es la falta de movimiento que caracteriza al estilo de vida sedentario. La inactividad prolongada reduce la fuerza y la resistencia de los músculos de la espalda y del núcleo, lo que disminuye su capacidad para soportar la columna vertebral adecuadamente. Esto puede hacer que incluso actividades cotidianas, como levantar un objeto ligero, resulten en dolor lumbar.

El estrés también juega un papel importante. Las personas que pasan mucho tiempo sentadas pueden experimentar tensión emocional, lo cual tiende a manifestarse físicamente en forma de dolor muscular, especialmente en la espalda. El estrés y la ansiedad pueden intensificar la percepción del dolor y dificultar la recuperación, creando un ciclo vicioso de sedentarismo y dolor lumbar.

Cómo tu silla puede contribuir al lumbago

La silla en la que pasas la mayor parte del día puede ser un factor determinante en el desarrollo del lumbago. Una silla poco ergonómica puede forzar al cuerpo a adoptar una postura incorrecta, lo que incrementa la presión sobre la región lumbar.

Las sillas que no ofrecen un soporte adecuado para la espalda baja pueden causar o agravar el dolor lumbar, ya que la falta de soporte lumbar obliga a los músculos de la espalda a trabajar más para mantener la postura.

Además, la altura y el diseño del asiento también son cruciales. Si la silla es demasiado alta o baja, puede forzar a los pies a no tocar el suelo o a doblarse en un ángulo incómodo, lo que afecta negativamente la alineación de la columna vertebral. Asimismo, un asiento demasiado profundo puede impedir que te sientes correctamente, empujando tu pelvis hacia adelante y curvando la parte baja de la espalda.

La falta de movilidad en una silla fija también contribuye al problema. Permanecer en una sola posición durante largos períodos puede causar rigidez y dolor en la espalda. Las sillas que permiten el movimiento, como las que giran o se reclinan, pueden ayudar a mitigar estos efectos al permitir ajustes de postura y fomentar el movimiento durante el día.

mujer sentada silla ergonomica oficina lumbago Incorporar ejercicios específicos en tu rutina diaria puede ser extremadamente beneficioso para prevenir el lumbago.

Consejos para elegir una silla ergonómica

Elegir una silla ergonómica adecuada es una inversión importante para prevenir el lumbago relacionado con el sedentarismo. Aquí hay algunos consejos a considerar al seleccionar una silla ergonómica:

  1. Soporte lumbar ajustable: Asegúrate de que la silla tenga un soporte lumbar que se pueda ajustar a la curvatura de tu columna. Esto ayuda a mantener una postura correcta y reduce la presión en la región lumbar.
  2. Altura del asiento: La altura de la silla debe permitir que tus pies descansen planos sobre el suelo. Las rodillas deben estar aproximadamente al mismo nivel que las caderas para mantener una alineación adecuada de la columna.
  3. Profundidad del asiento: La distancia entre el borde del asiento y la parte posterior de las rodillas debe ser lo suficientemente amplia para permitir una circulación sanguínea adecuada y evitar la compresión de las piernas.
  4. Reposabrazos ajustables: Los reposabrazos deben ser ajustables en altura y anchura para que los brazos puedan descansar cómodamente, reduciendo la tensión en los hombros y cuello.
  5. Material transpirable: El material del asiento y el respaldo debe ser transpirable para mantenerte fresco y cómodo durante largas horas de trabajo.

Una silla ergonómica no solo mejora tu comodidad, sino que también es una herramienta vital para mantener una buena salud de la espalda. Invertir tiempo en encontrar la silla adecuada puede marcar una gran diferencia en tu bienestar diario.

Ejercicios para prevenir el lumbago en personas sedentarias

Incorporar ejercicios específicos en tu rutina diaria puede ser extremadamente beneficioso para prevenir el lumbago, especialmente si llevas un estilo de vida sedentario. Aquí hay algunos ejercicios recomendados:

  1. Estiramientos de isquiotibiales y caderas: Estos estiramientos ayudan a aliviar la tensión en la parte inferior de la espalda y mejoran la flexibilidad. Intenta realizar estiramientos de isquiotibiales sentándote en el suelo con una pierna estirada y la otra doblada, inclinándote lentamente hacia la pierna extendida.
  2. Fortalecimiento del núcleo: Un núcleo fuerte proporciona soporte a la columna. Ejercicios como planchas y abdominales pueden ayudar a fortalecer los músculos del abdomen y la espalda baja.
  3. Movilidad de la espalda: Los ejercicios de rotación espinal y de gato-vaca son excelentes para mejorar la movilidad de la columna y aliviar la rigidez en la espalda baja.
  4. Caminatas cortas: Levántate y camina durante al menos cinco minutos cada hora. Esto no solo mejora la circulación sino que también reduce la rigidez muscular.

Realizar estos ejercicios regularmente no solo ayuda a aliviar el dolor, sino que también mejora tu postura y aumenta la resistencia muscular, reduciendo así el riesgo de desarrollar lumbago.

Si bien la prevención es clave, es igualmente importante escuchar a tu cuerpo y tomar medidas proactivas para abordar cualquier signo temprano de malestar en la espalda. No subestimes el impacto de algo tan sencillo como una silla bien diseñada o una rutina de ejercicios adecuada; estas pequeñas inversiones pueden tener un gran impacto en tu salud a largo plazo.

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