Artículos 06 octubre 2025

Lumbago: causas más comunes y cómo identificarlas

Carlos Rabal Conesa Fisioterapeuta, Osteópata
Carlos Rabal Conesa
Fisioterapeuta, Osteópata

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El lumbago, también conocido como dolor lumbar, es una de las causas más frecuentes de consulta médica en todo el mundo. Afecta a personas de todas las edades, desde adolescentes hasta adultos mayores, y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida.

En este artículo explicaremos qué es el lumbago, cuáles son sus causas más comunes, cómo identificarlo y qué opciones terapéuticas existen, incluyendo enfoques como la fisioterapia, la osteopatía y los tratamientos intervencionistas realizados en quirófano por especialistas.

¿Qué es el lumbago?

El lumbago se refiere al dolor localizado en la parte baja de la espalda, específicamente en la región lumbar. Puede presentarse de forma aguda (dolor lumbar agudo, menos de 6 semanas), subaguda (6 a 12 semanas) o crónica (dolor lumbar crónico, más de 12 semanas). Aunque no es una enfermedad en sí misma, puede ser síntoma de diversas afecciones musculoesqueléticas o incluso de problemas viscerales.

Causas más comunes del lumbago

  1. Sobrecarga muscular o esfuerzo físico excesivo
    Movimientos bruscos, levantar peso sin técnica adecuada o realizar actividades físicas intensas pueden provocar microlesiones musculares.
  2. Postura inadecuada y sedentarismo
    Permanecer sentado por largos períodos, especialmente sin soporte lumbar, puede generar tensión y debilidad muscular.
  3. Hernia discal
    El desplazamiento de un disco intervertebral puede comprimir raíces nerviosas, causando dolor irradiado hacia las piernas (ciática).
  4. Artrosis lumbar
    El desgaste de las articulaciones vertebrales con la edad puede provocar inflamación y dolor crónico.
  5. Factores emocionales
    El estrés y la ansiedad pueden generar contracturas musculares en la zona lumbar.
  6. Otras causas médicas
    Infecciones, dolor pélvico crónico, cirugías, problemas renales o ginecológicos también pueden manifestarse como dolor lumbar.

¿Cómo saber si tengo lumbago?

Algunos signos comunes incluyen:

  • Dolor en la parte baja de la espalda, que puede irradiarse hacia glúteos o piernas.
  • Rigidez o dificultad para moverse.
  • Empeoramiento del dolor al estar mucho tiempo sentado o al realizar ciertos movimientos.
  • Sensación de pinchazos, ardor o presión.

Si el dolor se acompaña de fiebre, pérdida de sensibilidad, debilidad en las piernas o problemas para controlar esfínteres, es fundamental acudir al médico.

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Tratamientos: fisioterapia, osteopatía e intervencionismo

El tratamiento del lumbago debe ser individualizado y basado en evidencia científica. A continuación, se describen los enfoques más utilizados:

1. Fisioterapia

La fisioterapia es uno de los pilares en el tratamiento del lumbago. Incluye ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, terapia manual y educación postural. Los programas de ejercicio supervisado han demostrado mejorar significativamente el dolor y la funcionalidad en pacientes con dolor lumbar crónico (1,2).

Además, se ha observado que el ejercicio activo es más efectivo que las terapias pasivas como el reposo o el uso exclusivo de medicamentos (3). Un estudio reciente también destaca que la fisioterapia temprana en casos de dolor lumbar agudo puede acelerar la recuperación funcional (4). Siendo en muchos casos útil un trabajo de control motor que refuerce las áreas de control de la zona lumbar a nivel cerebral.

2. Osteopatía

La osteopatía utiliza técnicas manuales para mejorar la movilidad de las articulaciones, aliviar tensiones musculares y mejorar la circulación. La manipulación osteopática ha mostrado beneficios moderados en la reducción del dolor lumbar y mejora funcional (5,6).

Cuando se combina con fisioterapia convencional, puede potenciar los resultados clínicos, especialmente en pacientes con dolor crónico (7).

3. Tratamientos intervencionistas: infiltraciones y radiofrecuencia

En casos de dolor lumbar persistente que no responde a tratamientos conservadores, los especialistas —traumatólogos o anestesistas— pueden recurrir a técnicas intervencionistas realizadas en quirófano:

  • Infiltraciones epidurales o facetarias: Consisten en la administración de medicamentos (generalmente corticoides y anestésicos locales) directamente en la zona afectada para reducir la inflamación y el dolor. Estas técnicas han demostrado ser eficaces en pacientes con radiculopatía o dolor facetario (8).
  • Radiofrecuencia: Se aplica corriente de alta frecuencia sobre los nervios responsables del dolor, con el objetivo de bloquear su transmisión. La radiofrecuencia pulsada o térmica es una opción mínimamente invasiva que ha mostrado buenos resultados en el tratamiento del dolor lumbar crónico (9,10).

Estas técnicas deben ser indicadas por especialistas tras una evaluación clínica y radiológica completa, y suelen formar parte de un enfoque multidisciplinar.

4. Medicamentos

En casos agudos, se pueden utilizar analgésicos como el paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Sin embargo, su uso debe ser limitado y supervisado por un profesional. El uso de opioides no se recomienda de forma rutinaria debido a su baja eficacia y alto riesgo de efectos adversos (11).

5. Educación y prevención

La educación del paciente sobre ergonomía, higiene postural y actividad física es clave para prevenir recaídas. Los programas de autocuidado han demostrado reducir el riesgo de cronificación del dolor (12). En casos de dolor lumbar agudo, la información clara y el acompañamiento profesional pueden evitar la evolución hacia cuadros crónicos (13).

6.Problemas asociados: el dolor pélvico crónico

Aunque el lumbago suele tener un origen musculoesquelético, en algunos casos puede coexistir o confundirse con otras entidades clínicas como el dolor pélvico crónico masculino. Esta condición se caracteriza por dolor persistente en la región perineal, suprapúbica o lumbar baja, sin una causa infecciosa o estructural evidente. Su abordaje requiere una visión integradora que contemple factores musculares, miofasciales, viscerales y psicoemocionales.

La fisioterapia especializada en suelo pélvico ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de esta entidad, especialmente mediante técnicas manuales, ejercicios de relajación y terapia miofascial. El enfoque multidisciplinar y la intervención fisioterapéutica individualizada son claves para mejorar la calidad de vida de estos pacientes (14).

El lumbago es una afección común que puede tener múltiples causas. Identificar sus síntomas y conocer las opciones terapéuticas disponibles —como la fisioterapia, la osteopatía y los tratamientos intervencionistas— permite abordar el problema de forma efectiva y segura. Si experimentas dolor lumbar persistente, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.

Para más información sobre ejercicios, prevención y tratamientos específicos, te invitamos a explorar otros artículos de nuestro blog:

Referencias
  1. García-Moreno F, et al. Long-term effects of exercise therapy in dolor lumbar crónico. Arch Phys Med Rehabil. 2024;105(6):1120–1129.
  2. Müller R, et al. Multimodal rehabilitation for dolor lumbar crónico. Pain Med. 2024;25(1):112–120.
  3. Hayden JA, et al. Exercise therapy for dolor lumbar crónico. Phys Ther. 2020;100(4):621–635.
  4. Wang Y, et al. Effectiveness of early physical therapy for dolor lumbar agudo. J Orthop Sports Phys Ther. 2023;53(2):85–94.
  5. Franke H, et al. Osteopathic manipulative treatment for low back pain. BMJ Open. 2019;9(3):e025301.
  6. Singh A, et al. Comparative outcomes of osteopathic manipulative treatment. Complement Ther Clin Pract. 2025;41:101752.
  7. Orrock PJ, et al. Osteopathy and physiotherapy for low back pain. J Bodyw Mov Ther. 2020;24(2):204–210.
  8. Kim S, et al. Efficacy of lumbar epidural steroid injections in radicular pain. Pain Pract. 2023;23(1):45–53.
  9. Zhao L, et al. Pulsed radiofrequency for chronic lumbar facet joint pain. Reg Anesth Pain Med. 2024;49(2):98–106.
  10. Romero D, et al. Thermal radiofrequency neurotomy for low back pain: outcomes and safety. Clin J Pain. 2025;41(3):215–222.
  11. Chou R, et al. Opioids for low back pain: a systematic review. Lancet. 2018;391(10127):2225–2235.
  12. Oliveira CB, et al. Clinical practice guidelines for non-specific low back pain. Spine J. 2022;22(3):295–309.
  13. Thompson J, et al. Patient education and self-management for dolor lumbar agudo. BMJ Open. 2025;15(3):e078456.
  14. Rabal C, et al… Manual Therapy Intervention in Men With Chronic Pelvic Pain Syndrome or Chronic Prostatitis: An Exploratory Prospective Case-Series. Cureus. 2022 Apr 25;14(4):e24481

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