Se denomina vejiga irritable a la necesidad intensa y repentina de orinar debido a la contracción inapropiada de los músculos vesicales. A menudo, estas contracciones suceden sin importar la cantidad de orina que hay en la vejiga. Las contracciones musculares no deseadas de la vejiga pueden ocurrir a raíz de problemas en el sistema nervioso e irritación vesical.
La capacidad de la persona para retener la orina depende del funcionamiento normal de las vías urinarias inferiores, los riñones y el sistema nervioso. La capacidad de la vejiga para llenarse y almacenar orina requiere que esté funcionando el músculo del esfínter, que es el encargado de controlar la salida de orina fuera del cuerpo, y que el músculo de la pared vesical esté estable.
La vejiga irritable, también conocida como incontinencia imperiosa, puede ser resultado de: un cáncer vesical; inflamación de la vejiga; obstrucción de la salida de la vejvejiga; cálculos en la vejiga; infección; enfermedades neurológicas (como la esclerosis múltiple) o lesiones neurológicas (como lesión de la médula espinal o accidente cerebrovascular)
Se someterá al paciente a un examen físico, donde se reconocerá el abdomen y el recto. A las mujeres también se les practicará un examen pélvico y a los hombres un examen genital. También podría ser necesario realizar una miografía, una cistoscopia (para inspeccionar la parte interna de la vagina), una ecografía vaginal o pélvica y un análisis de orina.
Pueden realizarse otros exámenes para descartar otros tipos de incontinencia. La prueba del hisopo o Q-tip mide el cambio en el ángulo de la uretra cuando está en reposo y cuando está escurriendo orina. Un cambio de ángulo mayor a 30 grados a menudo indica que los músculos que sostienen la vejiga están débiles, lo cual es común en la incontinencia urinaria de esfuerzo.