Buenas tardes...tengo un niño autista de 5 años y todavía no aprende a hacer heces en el baño, se ha

Como psicóloga, te sugeriría que primero tengas en cuenta que los niños con autismo pueden desarrollar habilidades como el control de esfínteres a un ritmo diferente, y lo que para algunos niños es un proceso sencillo, para otros puede implicar desafíos adicionales. Aquí algunos puntos que podrías considerar al responder:

1. **Comprensión del proceso de aprendizaje**: El proceso de aprendizaje para los niños con autismo puede ser más lento y requerir estrategias específicas. Es importante ser paciente y no apresurarse, ya que cada niño tiene su propio ritmo. Es útil seguir una rutina consistente, que puede incluir el uso de pictogramas, pero también podría ser necesario complementarlo con otras estrategias.

2. **Refuerzo positivo**: El uso de refuerzos puede ser clave para ayudar al niño a comprender y repetir el comportamiento deseado. Premiar o reforzar con algo que le guste cuando haga el intento de ir al baño, aunque no sea perfecto, puede motivarlo.

3. **Adaptaciones en la comunicación**: Además de los pictogramas, podrías considerar el uso de horarios visuales más detallados, videos que muestren el proceso de ir al baño, o incluso aplicaciones móviles adaptadas para niños con autismo que puedan guiar el proceso paso a paso.

4. **Involucramiento de la escuela**: Sería útil hablar con la escuela para que comprendan que el aprendizaje del control de esfínteres puede llevar más tiempo en niños con autismo. Podrías sugerir trabajar juntos para crear un plan que sea coherente tanto en casa como en la escuela.

5. **Evaluación de factores adicionales**: Asegúrate de que no haya factores médicos que puedan estar dificultando el proceso, como estreñimiento o problemas sensoriales relacionados con el baño. Un pediatra o terapeuta ocupacional especializado en niños con autismo podría ser útil para descartar cualquier problema adicional.

En resumen, es importante que sigas ofreciendo apoyo constante, paciencia y un enfoque personalizado para tu hijo, entendiendo que el proceso puede llevar más tiempo, pero con las estrategias adecuadas, probablemente tendrá éxito eventualmente.

Buenaas! llevo trabajando con niños con autismo 5 años, en primer lugar decirte que suele pasarle a bastantes niños, es importante tener en cuenta que al final un pictograma nos ayuda en la comunicación pero puede no ser la herramienta correcta si queremos que el niño aprenda a hacer una acción, yo trabajo desde terapia ABA y es terapia conductual, resumiéndolo mucho, te recomiendo que busques algún reforzador, es decir, algo que a tu hijo le guste muchísimo y lo reserves para los momentos de ir al baño, ve sentándolo en el día cada 1/1.30 horas durante unos 5 minutos, y anímalo a hacer un poquito de fuerza, es importante que cuando consiga hacer algo de caca se le refuerce con eso que le gusta tanto y que se a a reservar únicamente para esos momentos, y en esas ocasiones es cuando tienes que enseñarle el pictograma y decirle que lo ha hecho genial. Es un proceso lento y que requiere paciencia, mucho ánimo y espero que te ayude

Buenos días, te recomendaría generar una rutina de baño, en la que el niño sepa que después de cada comida y antes de dormir debe sentarse en el baño. Felicitale aunque no haga pis o caca, solo por el hecho de sentarse un ratito.
Poco a poco y con paciencia, cuando se sienta preparado lo conseguirá!

Habría que analizar los factores existentes en todo este proceso, pero son cosas que pueden tener componentes emocionales que no se estén valorando y desde el colegio no lo puedan o sepan gestionar.

Buenas, su hijo necesita un programa de anticipación y control de esfínteres. Estos programas tienen una base conductual y focalizada en terapia ABA. Si necesita que le guíe en el proceso, puede solicitar una cita presencial u online a través de mi perfil de doctoralia.

Buenos días. No sé que opciones de aprendizaje habéis probado, habría que ver todas las opciones que no han funcionado para poder identificar que mantiene el problema en sí mismo, porque a veces, sin saberlo claro, mantenemos el círculo vicioso de conductas/acciones que llevan a otras pero que no cambian nada. Se podría probar con técnicas estratégicas o algunas otras, pero con tan poca información es muy difícil dar una solución. Hay que conocer al niño, evaluar, etc. y ver si realmente tiene ya la capacidad de aprendizaje requerida para ello, que actividades sí que realiza o es otro tema el que mantiene el problema.

Hola. Intenta buscar algún profesional que trabaje con vosotros el tema ya que es algo en lo que vais a tener que colaborar toda la familia. Un saludo

Buenos días.
Puedes probar a enseñarle la conducta molar o compleja que sería defecar en el inodoro, descomponiéndola en conductas más simples. Es decir, comienza por premiar que entre en el baño y se baje el pantalón; o que tire de la cisterna; a continuación que se siente en el inodoro; que, efectivamente, haga sus necesidades; y que se limpie solo. Deja pasar al menos una semana para cada una de ellas, aunque esto es orientativo, en función de cada niño y , siempre, premia con algo de su interés tras la conducta realizada y elogia y verbaliza en voz alta lo que ha conseguido. En este caso, la ayuda de los pictogramas es fundamental para conseguir cada paso.
Esta forma de actuar se denomina encadenamiento y consiste en ir reforzando cada paso de la conducta que queremos conseguir.
Espero haberte sido de ayuda.
Un saludo

Hola,

Entiendo bien tu preocupación, y es normal que te sientas así. Cuando un niño de cinco años todavía no controla del todo las heces, no significa necesariamente que haya un problema grave. A veces se trata de un proceso madurativo que avanza a su propio ritmo y que requiere mucha paciencia y naturalidad por parte de los adultos.

Es importante no presionarlo ni mostrar disgusto, ya que eso podría aumentar su ansiedad y dificultar el aprendizaje. En cambio, conviene acompañarlo con serenidad, ayudarlo a reconocer las sensaciones corporales que preceden al momento de ir al baño y reforzar positivamente cada pequeño avance. Lo fundamental es que el niño no sienta vergüenza ni miedo, sino confianza y seguridad en tu presencia.

Si ya se han descartado causas médicas o fisiológicas, puede ser muy útil consultar con un profesional de la salud mental infantil. Un psicólogo especializado en la comprensión emocional del niño podrá ayudarte a entender qué hay detrás de esta dificultad y ofrecer estrategias adaptadas a su mundo interno y a su ritmo.

Tu calma y tu aceptación son la base para que él pueda relajarse y, poco a poco, lograrlo.

Te mando mucho ánimo.
Un cordial saludo.