Hola, tengo 64 anos y parece que tengo disfonia espasmódica. ¿Este problema tiene solución?

Sí que hay posibilidades de mejorar la sintomatología y de minimizar la repercusión que la enfermedad ocasiona al paciente. No hay una curación completa porque la causa es una alteración neurológica primaria. Se suelen obtener buenos resultados mediante la combinación de la inyección de toxina botulínica intracordal y la rehabilitación logopédica; aunque siempre será el estudio multiprofesional del caso el que decidirá cuál es la mejor opción para el paciente.

La disfonía espasmódica tiene una solución compleja porque es originada por una alteración neurológica,que manifiesta espasmos involuntarios en las cuerdas vocales. Debe acudir a un neurólogo, él verá si es conveniente que tome algún tipo de medicación, en la actualidad dependiendo del grado de afectación que le produzcan los espasmos en su día a día, se están obteniendo buenos resultados con las inyecciones de toxina botulínica, inyectada localmente junto con rehabilitación logopédica. Pero es algo que debe de hablar con su otorrino o con su foniatra que le aconsejará según sea su caso concreto, ya que existen distintos tipos de disfonías espasmódicas.
Saludos.

Hola, la disfonía espasmódica se trata de un trastorno crónico. En la actualidad no existe cura pero si tratamientos para mejorar la voz. Cuando el objetivo es que es el paciente acepte el trastorno y aprenda las técnicas para sobrellevarlo con éxito la atención psicológica es de gran utilidad.

Hola, como le han respondido los logopedas, la distonia espasmódica es un trastorno de origen neurologico, y por tanto es considerado crónico; es fundamental que sea supervisado por un neurólogo, que valore la idoneidad o no del tratamiento con toxina botulismos. Además, la rehabilitación logopedica puede ser útil para mejorar su capacidad. Del mismo modo es muy importante, por tratarse de un trastorno crónico, el apoyo psicoterapéutico, para controlar la parte de los síntomas que se pueden ver agravados por la ansiedad y el bajo estado de ánimo, así como el afrontamiento de la propia enfermedad.