Mesoterapia capilar

Se recomienda un ciclo inicial de entre 8 a 10 sesiones, realizadas una vez por semana. No obstante, algunos pacientes pueden comenzar a notar mejoras en la densidad y calidad del cabello después de las primeras 3 o 4 sesiones. Tras completar el ciclo inicial, se aconseja realizar sesiones de mantenimiento cada 1 o 2 meses para prolongar los beneficios obtenidos y asegurar resultados duraderos.

Se emplean diversas sustancias que se seleccionan cuidadosamente para estimular el crecimiento del cabello y mejorar su salud. Entre estas sustancias se encuentran vitaminas, minerales, aminoácidos y péptidos, que son esenciales para nutrir el cuero cabelludo y fortalecer los folículos pilosos. Además, se pueden incluir antioxidantes y agentes vasodilatadores para mejorar la circulación sanguínea en el área tratada. La combinación exacta de ingredientes se personaliza según las necesidades específicas de cada paciente, siempre bajo la supervisión de un profesional médico cualificado.

Los más comunes incluyen enrojecimiento, hinchazón o pequeñas molestias en el área tratada, que suelen desaparecer en pocos días. En casos raros, pueden ocurrir reacciones alérgicas a los componentes de la solución inyectada. Es importante que el procedimiento sea realizado por un especialista para minimizar riesgos. Antes de iniciar el tratamiento, se recomienda discutir cualquier preocupación o condición médica preexistente con el especialista para asegurar la máxima seguridad y eficacia.

La mayoría de los pacientes experimentan solo una leve molestia o sensación de pinchazo. En algunos casos, se puede aplicar una crema anestésica tópica antes del tratamiento para aumentar la comodidad del paciente. La tolerancia al dolor varía de una persona a otra, pero generalmente se considera un procedimiento bien tolerado. Después de la sesión, es posible que se sienta una ligera sensibilidad en el cuero cabelludo, que suele desaparecer en poco tiempo.

Sí, es común complementarla con terapias como el plasma rico en plaquetas (PRP), tratamientos con láser de baja intensidad o productos tópicos específicos para el fortalecimiento del cabello. Sin embargo, es fundamental que un especialista evalúe el estado del cuero cabelludo y el cabello antes de combinar tratamientos, para asegurar que no haya contraindicaciones y que se obtenga el máximo beneficio de cada procedimiento. La personalización del tratamiento es clave para lograr resultados óptimos.