
¡¡¡Aprovecha el bono de 5 sesiones por 300 euros para nuevos pacientes!!! *Solo a partir de la segunda sesión *Aplicable a cualquiera de los servicios
Leer más09/04/2025
Granada 1 dirección
Núm. Colegiado: AO10883
11 opiniones
¡¡¡Aprovecha el bono de 5 sesiones por 300 euros para nuevos pacientes!!! *Solo a partir de la segunda sesión *Aplicable a cualquiera de los servicios
Leer más09/04/2025
Valoración global
Un profesional muy cercano con el que conectas de inmediato. Genera un ambiente de confianza en el que resulta muy fácil trabajar e ir logrando cambios positivos. Fue mandándome ejercicios y actividades que me explicó muy bien y podía aplicar en mi día a día. Lo recomendaría siempre. Gracias Alejandro!!!
Se adapta a circunstancias personales y siempre intenta sacar algo de provecho en cada sesión.
Gran psicólogo!! Acudí a él muy perdido y con mucho malestar, sesión tras sesión consiguió sacar lo mejor de mi y me motivó a trabajar aspectos de mi vida que había olvidado y no estaba cuidando. Remarcar su capacidad de empatizar y adaptarse en todo momento a mis tiempos y mis necesidades. Lo recomendaré siempre.
No tenía ninguna esperanza en la terapia psicológica, tampoco consideraba tener ningún problema grave, simplemente tenía mis problemillas aquí y allá.
Conocí a Alejandro unas semanas antes de comenzar la terapia con él. En una breve conversación supo identificar algunos problemas y me transmitió de una manera tan clara que entendí por qué algunos patrones se repetían en mi vida.
Decidí entonces comenzar terapia con él. Sin ánimo de solucionar un gran problema, simplemente motivado por entender por qué me pasaban las cosas que me pasaban.
Esto me ha llevado a un viaje donde en los últimos dos años he podido comprender mis problemas y disfrutar más de mí mismo.
Lo recomiendo para cualquier persona que quiera un empujoncito para entenderse a sí mismo.
Alejandro Salinas
Muchas gracias por tu opinión y sobretodo por permitirme acompañarte en ese magnifico viaje de autodescubrimiento, realmente ha sido fascinante observar el nivel de dedicación, compromiso y cariño que has puesto en ti mismo. Espero que nunca pierdas ese afán de seguir evolucionando y amando cada paso de tu viaje.
Una persona unica ,cercana ,muy profesional ,no hay palabras para describir su trabajo ,cuando lo he necesitado a estado a cualquier hora, para mi solo puedo recomendarlo alejandro ,es único
Gran profesional , sesiones de gran ayuda y sensibilidad.
Alejandro es un gran profesional. Me ha ayudado muchísimo. Agradezco mucho su dedicación por la terapia y la ayuda que me ha proporcionado siempre. Estoy encantada con su trabajo y lo recomendaré siempre.
Creo que Alejandro es un profesional muy dedicado a su trabajo.
En general, creo que se preocupa por sus pacientes y, al menos a mí, me ha ayudado a afrontar algunas cosas difíciles, proporcionándome herramientas, así como mejorando mi autoconocimiento.
Muy recomendable.
La ayuda de Alejandro ha sido tan grande en tantos aspectos que no sabría por dónde empezar.
Estoy muy contento de haber trabajado con él, me ha dado indicaciones muy precisas y siempre se ha asegurado de que saliera entendiendo por qué hacíamos lo que hacíamos cosa que era muy importante para mí.
Gracias a Alejandro he aprendido a tratarme mejor, a explotar mi potencial y a encontrar un mejor balance entre los diferentes aspectos de mi vida, pudiendo desarrollar cada uno de ellos mejor y consiguiendo así una sensación de plenitud que no había experimentado antes.
Es un psicólogo muy comprometido y que no dudará en hacer todo lo que pueda por sus pacientes
Alejandro Salinas
Muchas gracias Jorge por tus palabras. Da gusto encontrarse a pacientes que le pongan la dedicación y empeño en sacar el máximo partido a las sesiones, es algo que como profesional me refuerza mucho a seguir mejorando y a dar en todo momento lo mejor de mi. Sinceramente, gracias a ti.
Es un magnífico psicólogo y sexólogo. La verdad es que después de 5 consultas presenciales y una online, analizamos y tratamos en profundidad temas que necesitaba sacar. Tengo claro quien quiero que me trate, gracias Ale!
Lo recomiendo muchísimo, además el despacho está super céntrico y mola.
5 dudas solucionadas a pacientes en Doctoralia
Tengo 23 años, vivo con mi pareja, la casa en donde vivimos esta en proceso de compra, antes solía ser de la madre de él, ella se fue a vivir a un pueblo, pero dejo aquí un cuarto lleno de cosas de ella, el cuarto está inutilizable, (cabe aclarar que la casa es un tanto pequeña, solo cuenta con dos habitaciones, una de ella esta totalmente ocupada), además también dejo aquí a una de sus mascotas cuando yo claramente le pedí que no lo hiciera (es un perro, yo los detesto) ya que tengo gatos y un ave (pato) qué corren peligro con la presencia del otro animal en mi casa, a ella no le importó y solo hizo lo que quiso, el hermano mayor de mi pareja no vive aquí, pero los fines de semana va con mi suegra, últimamente ha tomado la decisión de venir a quedarse a dormir los días viernes (nadie lo invita a quedarse, solo llega) la verdad para mi es bastante molesto e incómodo porque se supone que vivo con mi pareja ¿Por que tengo que soportar que su familia haga lo que quiera? ¿Estoy mal por pedirle límites a su familia? ¿Tengo que aguantar que sigan tomando decisiones que me afectan aún sin preguntarme?
Gracias por confiar en este espacio para expresar algo que claramente te tiene cargada emocionalmente. Lo que estás viviendo no es menor, y es completamente válido que te sientas incómoda, invadida e incluso frustrada. Estás intentando construir una vida con tu pareja, y eso implica no solo compartir un espacio físico, sino también tener voz y lugar en las decisiones que afectan ese espacio.
No, no estás mal por querer poner límites. Es una necesidad legítima, y también es parte de lo que implica vivir en pareja: poder hablar de lo que nos incomoda, lo que nos hace sentir desplazadas o poco tomadas en cuenta.
Una relación sana se construye también sobre el respeto mutuo a los espacios compartidos, y eso incluye el derecho a decir "esto no me hace bien", o "esto no lo quiero en mi casa". Cuando se vive en pareja, el hogar deja de ser solo de uno para convertirse en un espacio compartido, y todas las decisiones que afectan esa convivencia deberían hablarse y acordarse entre ambos.
Por lo que cuentas, parece que tú estás teniendo que sostener situaciones impuestas —como la presencia del perro, la ocupación de una habitación completa por cosas ajenas, y la llegada del hermano sin previo aviso— sin que se te haya dado la oportunidad de opinar o decidir. Eso es agotador, y puede ir generando resentimiento si no se aborda a tiempo.
Tu necesidad de poner límites no es egoísmo ni inmadurez; es parte de cuidar tu bienestar emocional y proteger tu espacio seguro. El reto aquí está en cómo comunicar esto con tu pareja de manera que no se convierta en una lucha, sino en un diálogo desde el deseo de construir juntos algo que funcione para ambos.
Pregúntate: ¿Tu pareja es consciente del malestar que esto te genera? ¿Sabe cómo te sientes realmente, o has tenido que adaptarte en silencio? A veces damos por hecho que la otra persona debería entenderlo, pero no siempre lo ve con la misma perspectiva, y hace falta verbalizarlo con claridad, sin culpas, pero con firmeza.
También puede ayudarte pensar en qué límites necesitas priorizar ahora: ¿es el tema del perro? ¿la habitación? ¿las visitas no pactadas? Poner todo sobre la mesa puede ser abrumador, pero comenzar por lo que más te afecta puede abrir un camino para que él también entienda que esto no es una queja puntual, sino una necesidad de construir acuerdos más justos para los dos.
Y si ves que te cuesta hacerlo sola, que las conversaciones se traban o te sientes invalidada, recuerda que buscar la ayuda de una persona profesional puede marcar una gran diferencia. A veces tener ese espacio de acompañamiento neutral nos permite ordenar lo que sentimos y encontrar nuevas formas de comunicarnos con quienes amamos.
Tu malestar tiene sentido, y tu deseo de cuidar tu espacio también. No estás exagerando. Estás intentando ser escuchada en un lugar donde también mereces estar cómoda.
Hola, mi papá cumplió 3 meses de fallecido yo había tenido días que me estaba sintiendo un poco mejor, pero en cambio otros me pongo muy muy triste, siento que lo extraño demasiado, lo pienso, necesito su compañía eramos muy cercanos era mi compañero en muchas cosas de mi vida, hay días como estos últimos que me siento muy agotada como si tuviera un peso sobre mí, apatía y ganas de quedarme en cama y solo dormir, no siento motivación con nada... lo extraño y lo pienso mucho me siento muy triste sin él...
Gracias por abrir tu corazón de esta forma tan honesta. Solo el hecho de que estés escribiendo sobre esto ya muestra una parte tuya que está intentando sostenerse en medio de un dolor inmenso. Perder a alguien tan cercano como un padre, sobre todo cuando era tu compañero, tu apoyo, tu presencia constante, deja un vacío que no se llena fácilmente. Y lo que estás sintiendo ahora, ese vaivén entre momentos de calma y otros de tristeza profunda, es parte del proceso de duelo.
No estás mal por sentir que a veces no puedes con el peso. No estás exagerando por querer quedarte en cama o por sentirte sin motivación. Estás atravesando un duelo real, profundo, y tu cuerpo y tu mente están intentando encontrar una nueva forma de vivir sin alguien que era fundamental en tu vida.
El duelo no es una línea recta. Hay días en los que parece que una se siente un poco mejor, que puede avanzar… y otros en los que el dolor vuelve con fuerza, sin aviso. Eso no significa que estés retrocediendo, significa que estás viviendo un proceso humano, legítimo, que toma tiempo. Mucho más del que nos gustaría.
Lo importante en este momento es que no te exijas estar bien rápido, ni juzgues tu tristeza como si fuera una debilidad. Extrañar a tu papá, pensar en él, necesitarlo, sentir ese cansancio profundo… todo eso es amor expresado en forma de ausencia. Es el eco de lo importante que fue para ti.
Permítete llorar cuando lo necesites. Habla de él. Escríbele si eso te ayuda. Busca espacios donde puedas nombrar lo que sientes sin tener que disfrazarlo. El dolor, cuando se acompaña con amor y cuidado, empieza poco a poco a encontrar su lugar dentro de nosotras.
Y si ves que pasan los días y ese peso no disminuye, si sientes que la apatía y el desgano te están ganando, pedir ayuda profesional puede ser una forma de sostenerte mejor en este momento. La terapia no borra el dolor, pero sí te ayuda a transitarlo sin quedarte sola en él.
Tu tristeza habla de un vínculo hermoso que existió y que sigue existiendo en ti. Y merece ser tratada con la misma ternura con la que él te acompañó.
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.