Artículos 31 agosto 2023

Demencia vascular: causas, factores de riesgo y tratamiento

Noelia Ugena Sánchez Psicólogo, Psicólogo infantil
Noelia Ugena Sánchez
Psicólogo, Psicólogo infantil

En España la demencia vascular es una de las principales causas de demencia, junto con el Alzheimer. La prevalencia y la incidencia de ésta demencia están influenciadas por factores como la edad, la prevención, el tratamiento y la disponibilidad de atención médica.

Las personas con demencia padecen más enfermedades que la población general, con una media de hasta 2,4 enfermedades crónicas más, destacando la alta prevalencia de factores de riesgo vascular.

La demencia es una importante causa de muerte en España. Según los datos que nos proporciona el INE, en el 2015 la demencia aparece como la cuarta enfermedad con más muertes a lo largo del año, dejando así unas tasas anuales de institucionalización en España del 10,5% en este colectivo.

Teniendo en cuenta el enorme impacto económico, por los costes sanitarios y no sanitarios, directos e indirectos, se estimaban a nivel mundial un billón de dólares en 2018 y ascenderá a 2 billones de dólares en 2030.

Se ha estado trabajando sobre la concienciación sobre la demencia, los estilos saludables y la mejora en la atención médica, incluyendo así una dieta equilibrada, el fomento de la actividad física y la atención a los factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes, el colesterol y la hipertensión.

Qué es la demencia vascular

Ésta enfermedad consiste en el deterioro cognitivo ocasionado por enfermedades que cursan con hemorragias cerebrales o isquemas.

El deterioro se puede acompañar de síntomas tales como caídas frecuentes, depresión, alteraciones del estado de ánimo, entre otras.

La edad avanzada, la hipertensión arterial, la diabetes, las cardiopatías, el consumo de alcohol y el antecedente de un ictus previo se relacionan con un mayor riesgo de demencia vascular.

Fases de la demencia vascular

Fase temprana

En esta etapa los síntomas pueden ser difíciles de identificar:

  • En ocasiones se pueden producir problemas leves de memoria.
  • Cambios de personalidad
  • Ligera pérdida de memoria.
  • También se pueden sufrir dificultades en las tareas cotidianas como por ejemplo a la hora de administrar fianzas o planificar actividades.

Fase intermedia

  • En esta etapa la memoria y la concentración se ven más afectadas negativamente al igual que las dificultades para comunicarse.
  • Pueden tener más dificultades para recordar eventos recientes y detalles importantes.
  • La coordinación también se ve alterada, al igual que las habilidades motoras.

Fase avanzada

  • Los síntomas se agravan mucho en esta etapa, comprometiendo así seriamente la independencia.
  • Pueden tener dificultades para reconocer a familiares y gente cercana. La comunicación verbal y no verbal puede ser muy limitada, al igual que realizar actividades básicas como podría ser bañarse o vestirse.
  • Los cambios de comportamiento aumentan considerablemente.

Hay que tener en cuenta que la demencia vascular puede variar dependiendo de la persona, y que pueden experimentar una combinación de síntomas de ésta enfermedad y de otros tipos de demencia como el Alzheimer, lo que puede complicar la identificación de la fase en la que se encuentra.

anciano sonriendo gafas con enfermera La edad avanzada, la hipertensión arterial, la diabetes, las cardiopatías, el consumo de alcohol y el antecedente de un ictus previo se relacionan con un mayor riesgo de demencia vascular.

Qué causa la demencia vascular

Accidentes cerebrovasculares:

Tanto los infartos cerebrales como las hemorragias cerebrales son una de las principales causas de esta enfermedad, puesto que las células cerebrales mueren, debido a la irrupción del suministro de sangre y oxígeno al cerebro.

Accidentes cerebrovasculares silenciosos:

Se tratan de accidentes cerebrovasculares pequeños que pueden no presentar síntomas notables, pero con el tiempo pueden contribuir al daño cerebral acumulativo.

Pequeñas lesiones cerebrales:

Estas lesiones pueden causar daño cerebral gradual o a largo tiempo, lo que puede dar lugar a la aterosclerosis o a la hipertensión arterial no controlada.

Enfermedades vasculares sistémicas:

La hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardíaca pueden dañar los vasos sanguíneos del cerebro, aumentando así el riesgo de desarrollo de la demencia vascular.

Factores de riesgo cardiovascular:

El colesterol alto, el tabaquismo, la obesidad y la falta de actividad física pueden conllevar a un aumento de problemas vasculares, contribuyendo al desarrollo de la demencia vascular.

Coágulos sanguíneos:

La coagulación sanguínea en los vasos cerebrales puede bloquear su flujo y causar un daño cerebral.

Síntomas de la demencia vascular:

  • Cambios en la función cognitiva: dificultades en la memoria, problemas para concentrarse, dificultades en la planificación y en la resolución de problemas.
  • Cambios en el lenguaje: problemas para expresarse y comprender tanto el lenguaje hablado como el escrito.
  • Cambios en las habilidades visuoespaciales: dificultades para percibir objetos y juzgar distancias y profundidades
  • Cambios en el razonamiento y el juicio: complicaciones para la toma de decisiones y la evaluación de las mismas. También se dan cambios de comportamientos impulsivos o falta de juicio.
  • Cambios de comportamiento y del estado de ánimo: la capacidad para controlar emociones cambia al igual que la personalidad, mostrando irritabilidad, apatía o depresión.
  • Dificultades en las actividades diarias: problemas para la realización de tareas cotidianas como comer o bañarse de manera independiente. También se pueden complicar las responsabilidades del hogar y el manejo de las finanzas.
  • Problemas de coordinación: cambios en la coordinación motora, lo que puede causar un mayor riesgo de caídas y lesiones.
  • Episodios de confusión: son muy propensos a tener episodios de confusión aguda.

Cómo se diagnostica

  • Evaluación clínica y antecedentes médicos: el primer paso es realizar una evaluación de los síntomas y la historia del paciente. Obteniendo así cambios cognitivos, patrones de deterioro, duración y factores de riesgo.
  • Examen neuropsicológico: pruebas realizadas para evaluar los procesos cognitivos que se vean afectados, como el lenguaje.
  • Imagen cerebral: las resonancias o las tomografías son esenciales para identificar lesiones cerebrales de origen vascular. Éstas mostrarán infartos, áreas de daño y anomalías vasculares las cuales podrían estar relacionadas con los síntomas cognitivos.
  • Correlación temporal: se comparan los resultados de las pruebas de imagen con la línea de tiempo de los síntomas cognitivos, y de esta manera establecer una relación temporal entre las lesiones cerebrales y el deterioro cognitivo.
  • Criterios diagnósticos: existen distintos criterios para considerar hallazgos clínicos, los resultados de las pruebas neuropsicológicas y las imágenes cerebrales.

Tratamiento para la demencia vascular

Algunas estratégias de tratamiento comunes para esta enfermedad son las siguientes:

  • Control de factores de riesgo: controlar las condiciones que pueden aumentar el riesgo de tener esta enfermedad como la hipertensión arterial es esencial para reducir la progresión de la demencia vascular. Implican cambios de alimentación, ejercicio o en ocasiones medicamentos recetados por especialistas.
  • Medicamentos: como hemos comentado anteriormente si los médicos lo ven conveniente pueden mandar medicamentos para tratar enfermedades que podrían ocasionar un mayor riesgo de tener esta enfermedad y de esta manera intentar que no se den eventos cerebrovasculares adicionales.
  • Rehabilitación: la terapia física, ocupacional y del habla puede ayudar al paciente con una mejor movilidad, independencia y comunicación.
  • Estilo de vida saludable: una dieta equilibrada, ejercicio regular, el descanso adecuado y la reducción del estrés puede ayudar a una mejor salud mental y cardiovascular.
  • Apoyo psicológico y social: es igual de importante para el paciente como para los que le ayudan y le cuidan, puesto que pueden ayudar a manejar el estrés y la ansiedad asociados con la enfermedad.
  • Tratamiento de síntomas: los medicamentos se suelen mandar para poder controlar el estrés, problemas de sueño y de ansiedad. Hay que tener especial cuidado con estos medicamentos debido a los efectos secundarios que en ocasiones pueden generar a las personas con demencia. Es por eso por lo que tienen que estar recetados y supervisados por un profesional en la salud.
  • Cuidado individualizado: los médicos trabajan en un tratamiento adaptado al paciente y que de esta manera se cubran las necesidades individuales de cada uno.

En conclusión ésta enfermedad es un trastorno cognitivo causado por lesiones cerebrales de origen vascular que obstruyen el flujo sanguíneo y afectan a las funciones mentales como la memoria y el lenguaje.

Aunque no existe ninguna cura, un tratamiento centrado en el control de los factores de riesgo y la mejora del estilo de vida puede ralentizar mucho el progreso.

Es importante contar con la ayuda de un psicólogo, ya que es es muy importante tanto para el paciente como para los ayudantes, puesto que se comienza una etapa de la vida muy diferente a la que tenían antes y es necesario pautas para poder llevarla de mejor manera.

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