Artículos 03 marzo 2025

Síndrome de Munchausen: qué es, síntomas y tratamiento

Mari Carmen García Mora Psicólogo
Mari Carmen García Mora
Psicólogo

El síndrome de Munchausen es un trastorno psicológico en el que una persona finge, exagera o incluso provoca síntomas de enfermedad sin que haya una causa médica real. A diferencia de otros trastornos, en este caso la motivación no es obtener beneficios materiales (como una compensación económica o incapacidad laboral), sino recibir atención, cuidado y validación por parte de los profesionales de la salud.

Este trastorno, aunque poco común, puede generar un gran impacto en la vida del paciente y de quienes lo rodean, así como un alto coste en términos de recursos médicos.

¿Qué es el síndrome de Munchausen?

El nombre de este síndrome proviene del Barón von Munchausen, un noble alemán del siglo XVIII conocido por contar historias exageradas sobre sus aventuras ficticias. El término fue acuñado en 1951 por el médico británico Richard Asher para describir a pacientes que fabricaban enfermedades sin un motivo claro.

Una de las principales características del síndrome de Munchausen es la manipulación deliberada de síntomas para obtener atención médica. Esto lo diferencia de otros trastornos como el trastorno de conversión, en el que los síntomas físicos surgen sin intención consciente.

Diferencia con otros trastornos facticios

El síndrome de Munchausen es un tipo de trastorno facticio, pero existen variantes:

  • Síndrome de Munchausen: La persona busca atención médica constantemente, sometiéndose a hospitalizaciones y procedimientos innecesarios.
  • Trastorno facticio simple: La simulación de síntomas no necesariamente implica hospitalizaciones frecuentes.
  • Trastorno facticio impuesto a otro (Munchausen por poder): Un cuidador, generalmente un padre, induce o simula enfermedades en otra persona bajo su cuidado (por ejemplo, un hijo), poniendo en riesgo su salud.

Síntomas del síndrome de Munchausen

Las personas con este trastorno suelen ser muy hábiles para engañar a su entorno y a los profesionales de la salud. Algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Síntomas inconsistentes o vagos que no coinciden con ninguna enfermedad conocida.
  • Conocimiento médico extenso, lo que les permite simular enfermedades de manera convincente.
  • Solicitudes frecuentes de pruebas y tratamientos invasivos, incluso cuando no son médicamente necesarios.
  • Lesiones autoinfligidas o manipulación de pruebas (como contaminar muestras de orina o ingerir sustancias dañinas para enfermarse).
  • Historial médico contradictorio o incompleto, con múltiples visitas a diferentes médicos y hospitales para evitar ser descubiertos.
  • Resistencia a los diagnósticos negativos, sintiendo frustración o buscando nuevas opiniones médicas si las pruebas no confirman su supuesta enfermedad.

Este comportamiento puede llevar a cirugías innecesarias, consumo excesivo de medicamentos y riesgos graves para la salud del paciente.

Causas del síndrome de Munchausen

No existe una única causa para el síndrome de Munchausen, pero se cree que surge de una combinación de factores psicológicos y ambientales. Entre los más relevantes están:

  • Traumas infantiles: Experiencias de abuso, negligencia o abandono en la infancia pueden generar una necesidad intensa de atención y cuidado en la vida adulta
  • Baja autoestima y necesidad de validación: Fingir una enfermedad puede proporcionar una sensación de importancia y afecto por parte de médicos y familiares
  • Trastornos de personalidad asociados: Muchas personas con este síndrome presentan rasgos de trastorno límite de la personalidad, narcisismo o comportamientos antisociales, lo que puede influir en la falta de empatía y la manipulación
  • Experiencias previas en el entorno hospitalario: Haber pasado tiempo en hospitales durante la infancia puede generar una asociación entre la enfermedad y la atención positiva de los demás.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del síndrome de Munchausen es un reto, ya que las personas con este trastorno suelen ocultar su comportamiento y cambiar de médicos para evitar ser descubiertas.

El tratamiento puede ser complicado, pues los pacientes rara vez buscan ayuda por sí mismos y, en muchos casos, rechazan cualquier intervención. Sin embargo, existen estrategias para abordarlo:

Psicoterapia

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos que refuerzan la simulación de enfermedades.
  • Terapia basada en el trauma: Puede ser útil si el trastorno está relacionado con experiencias traumáticas en la infancia.
  • Psicoterapia interpersonal: Busca mejorar las habilidades sociales y la forma en que el paciente se relaciona con los demás.

Intervención psiquiátrica

En algunos casos, se pueden usar medicamentos para tratar problemas asociados como ansiedad, depresión o trastornos de personalidad, aunque estos no curan directamente el síndrome de Munchausen.

Apoyo social y familiar

Un sistema de apoyo fuerte es clave para ayudar a la persona a cambiar su comportamiento. Esto puede incluir:

  • Educación a familiares y amigos sobre el trastorno.
  • Fomentar relaciones saludables fuera del contexto médico.
  • Establecer límites claros para evitar la manipulación.

Educación y concienciación

Ayudar al paciente a comprender las consecuencias de sus acciones, tanto para su salud como para quienes lo rodean, puede ser un factor clave en el tratamiento.

Consecuencias y riesgos

El síndrome de Munchausen no solo afecta al propio paciente, sino también a su entorno y al sistema de salud. Algunos de los riesgos incluyen:

  • Procedimientos médicos innecesarios que pueden generar complicaciones graves.
  • Gasto elevado en atención médica, lo que afecta la disponibilidad de recursos para otros pacientes.
  • Desconfianza en el entorno, lo que puede generar problemas en las relaciones personales y familiares.
  • Deterioro de la salud física y mental, ya que los intentos de enfermarse pueden tener consecuencias peligrosas.

El síndrome de Munchausen es un trastorno psicológico complejo que puede ser difícil de detectar y tratar. Su diagnóstico requiere un enfoque multidisciplinario, combinando evaluación médica, terapia psicológica y apoyo social.

Si bien la recuperación es un desafío, con el tratamiento adecuado y un entorno comprensivo, las personas con este trastorno pueden aprender a gestionar sus necesidades emocionales de manera más saludable.

Si crees que tú o alguien cercano podría estar enfrentando este trastorno, consulta con un profesional de salud mental.

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