Nombres alternativos: Absceso anorrectal, Absceso perianal
Los abscesos anorrectales son infecciones localizadas en el área del ano y/o el recto. La infección se puede originar por diversos factores: una fisura, hemorroides prolapsadas, lesiones superficiales de la piel o lesiones traumáticas. Los abscesos rectales profundos pueden ser causados por trastornos intestinales tales como enfermedad de Crohn o diverticulitis. El absceso anorrectal perianal se caracteriza por la presencia de dolor constante, de pocos días de evolución, en la zona perianal que aumenta al caminar y al sentarse. Generalmente no hay otros síntomas, pero también puede originar fiebre y cuadro séptico. La inspección y palpación del ano y región perianal evidencian una zona inflamada y muy dolorosa a la presión. Los abscesos más profundos presentan molestias en recto, hipogastrio y, en ocasiones, espalda. A la palpación es difícil localizarlos. Para conocer la ubicación perfecta y su extensión se requieren pruebas como la ecografía anal y rectal, la tomografía axial computarizada (TAC) o la resonancia magnética nuclear (RMN), si bien en ocasiones es imprescindible valorar al paciente en quirófano con anestesia general. Respecto al tratamiento, deberá realizarse un drenaje quirúrgico para eliminar el pus.
Los abscesos anorrectales son infecciones localizadas en el área del ano y/o el recto. La infección se puede originar por diversos factores: una fisura, hemorroides prolapsadas, lesiones superficiales de la piel o lesiones traumáticas. Los abscesos rectales profundos pueden ser causados por trastornos intestinales tales como enfermedad de Crohn o diverticulitis. El absceso anorrectal perianal se caracteriza por la presencia de dolor constante, de pocos días de evolución, en la zona perianal que aumenta al caminar y al sentarse. Generalmente no hay otros síntomas, pero también puede originar fiebre y cuadro séptico. La inspección y palpación del ano y región perianal evidencian una zona inflamada y muy dolorosa a la presión. Los abscesos más profundos presentan molestias en recto, hipogastrio y, en ocasiones, espalda. A la palpación es difícil localizarlos. Para conocer la ubicación perfecta y su extensión se requieren pruebas como la ecografía anal y rectal, la tomografía axial computarizada (TAC) o la resonancia magnética nuclear (RMN), si bien en ocasiones es imprescindible valorar al paciente en quirófano con anestesia general. Respecto al tratamiento, deberá realizarse un drenaje quirúrgico para eliminar el pus.
Dra. Teresa Sanchez Sagrado
Médico de familia, Médico general, Especialista en medicina preventiva
Madrid
Dra. Teresa Sanchez Sagrado
Médico de familia, Médico general, Especialista en medicina preventiva
Madrid